Casi 700.000 africanos que entraron en 2002 en Espa?a como turistas tampoco regresaron

La cuenta de entradas y salidas de extranjeros en Espa?a siempre arroja el mismo dato: se van muchos menos de los que entran. Los datos de la Comisar¨ªa General de Documentaci¨®n y Extranjer¨ªa indican que adem¨¢s de los 464.000 latinoamericanos que llegaron y no regresaron (o al menos no lo hicieron desde Espa?a), en 2002 fueron 683.979 los africanos que hicieron lo mismo. En total, 1.146.880 personas que a saber qu¨¦ han hecho. ?ngel Acebes, ministro del Interior, neg¨® ayer que todos hayan pasado a engrosar la cifra negra de la inmigraci¨®n irregular.

Los datos de la polic¨ªa de fronteras dan cuenta de los movimientos de extranjeros durante todo el a?o. Si se toma el dato global, entraron casi cinco millones m¨¢s de los que salieron. "Eso es completamente imposible: ah¨ª se incluyen millones de europeos, sobre todo brit¨¢nicos, que entran por aqu¨ª y salen por otro pa¨ªs, y los marroqu¨ªes, ya que se contabilizan todas las entradas y salidas por Ceuta y Melilla, que son miles al d¨ªa", explica un experto policial.

El caso marroqu¨ª es especialmente significativo: si los datos policiales son correctos, entraron 17,82 millones y salieron 17,17 millones naturales de Marruecos, un pa¨ªs con 31 millones de habitantes. Es decir, se habr¨ªan quedado aqu¨ª 648.705 personas de ese pa¨ªs. Los marroqu¨ªes son, de hecho, el colectivo nacional m¨¢s numeroso que reside legalmente en Espa?a: 282.432 inmigrantes regulares.

Claro que, para curioso, el caso argelino: los naturales de dicho pa¨ªs forman parte de un selecto club de 10 nacionalidades (junto a los estadounidenses o los s¨²bditos de Arabia Saud¨ª) de las que entraron en Espa?a menos personas de las que salieron. En 2002 entraron en territorio nacional 139.839 argelinos y salieron 147.370. "Son fundamentalmente argelinos que trabajan en Centroeuropa, que entran en coche en Espa?a para tomar los ferrys que enlazan Almer¨ªa y Alicante con Or¨¢n", seg¨²n fuentes policiales.

Hechas las cuentas sobre los africanos que entraron y salieron en Espa?a, las cifras son especialmente abultadas, al incluir los trasiegos transfronterizos de marroqu¨ªes por Ceuta y Melilla: ingresaron 18.065.691 personas y regresaron 1.738.712. El saldo resultante es que

683.979 africanos de 45 pa¨ªses entraron en territorio nacional durante el a?o pasado y, o se quedaron de ilegales o salieron por cualquier otro pa¨ªs del territorio Schengen, donde el movimiento de personas es libre una vez rebasadas legalmente las fronteras exteriores (generalmente tras llegar en avi¨®n con visado de turista).

Lo que ayer neg¨® ?ngel Acebes, ministro del Interior, fue que todos los que no salieron, fueran latinoamericanos o africanos, hayan pasado a engordar la bolsa de inmigraci¨®n irregular. "La mera suma y resta en bruto de los que han entrado y salido no quiere decir que se hayan quedado aqu¨ª de ilegales todos los que no han salido", dijo tras deponer sobre terrorismo en la universidad de verano de Aranjuez (Madrid).

El ministro subray¨®, refiri¨¦ndose ¨²nicamente a la cifra de latinoamericanos que vinieron y no se fueron, que muchos de ellos llegaron legalmente para quedarse y que otros muchos que lo hicieron irregularmente fueron expulsados. Acebes dio el dato de que en 2002 entraron de forma legal 214.941 personas, que se a?adieron a la cifra total de inmigrantes regulares, y que otros 77.000 fueron expulsados a lo largo del a?o pasado. Unas 300.000 personas, en n¨²meros redondos, de todas las que entraron y de las que se sabe qu¨¦ fue de ellas.

Sumados s¨®lo africanos y latinoamericanos, el n¨²mero de los que llegaron y no se sabe qu¨¦ fue de ellos se eleva a 1.146.880 personas, s¨®lo en 2002 (en el a?o anterior tambi¨¦n entraron y no salieron 459.782 suramericanos, sobre todo procedentes de Colombia, Ecuador y Argentina). El c¨¢lculo, en todos los casos, excluye a M¨¦xico, ya que el destino natural de los inmigrantes es Estados Unidos, donde las autoridades mexicanas calculan que viven ocho millones de sus conciudadanos, gran parte espaldas mojadas irregulares.

Restados los 300.000 de los que se sabe su paradero y que cit¨® el ministro, hay otros 846.000 de los que no se sabe si est¨¢n en Espa?a o no. Acebes insisti¨® en que es pr¨¢cticamente imposible conocer la cifra de irregulares e incluso de hacer un c¨¢lculo aproximado. "Por ello, con la reforma de la Ley de Extranjer¨ªa pretendemos saber qui¨¦nes entran y no usan el billete de salida, para tener una visi¨®n real de la situaci¨®n", dijo. Fuentes de su departamento subrayaron que la gran v¨ªa de entrada es ¨¦sta del turista que se queda al agotar el visado, mientras que el fen¨®meno de las pateras, pese a su dramatismo y a la tragedia humana que representa, es "el chocolate del loro" en cuanto a n¨²mero de inmigrantes irregulares.