Gracias, L¨®pez V¨¢zquez
COMO HAN SIDO USTEDES unos taca?os y no han aportado donativos a la ONG que se patrocina desde estas p¨¢ginas, Ge¨®grafos sin Fronteras, van a tener que leer la frase que pronunci¨® la hermana de la madre del torero Jesul¨ªn el domingo pasado en Salsa Rosa. (Y no se la salten o les pondremos la de Luchino, el de Vittorio y Luchino, sobre la amistad). Dijo: "Carmen es una persona humana. Es una madre Coraje como un templo". Este estilo brechtiano mud¨¦jar de la t¨ªa del torero, tan de los ochenta, te hace empezar la lectura de peri¨®dicos y revistas de otra manera.
El lunes, para que no se diga que s¨®lo leemos papel cuch¨¦, nos compramos The New York Times. Recog¨ªan declaraciones del director del peri¨®dico "m¨¢s le¨ªdo de Madrid", dando su opini¨®n sobre los tr¨¢nsfugas del PSOE. Y pon¨ªa en The New York Times que el peri¨®dico m¨¢s le¨ªdo de Madrid es el gratuito 20 Minutos. Eso nos hizo tirarnos de los pelos. Todo el peloteo que hemos estado haciendo a otros directores de peri¨®dico a los que cre¨ªamos due?os de un imperio ha sido en vano. Resulta que el hombre a pelotear es don Arsenio Escolar (y perd¨®n por la rima).
El martes nos topamos con Carlos de Inglaterra en El Peri¨®dico. Protagoniza una nueva figura literaria a la que hemos llamado un L¨®pez V¨¢zquez. Consiste en cometer un lapso con el nombre del pecho femenino. Ejemplo de un L¨®pez V¨¢zquez famoso, dicho por su creador, L¨®pez V¨¢zquez: "?Buenas... tetas, se?ora!, digo, ta-ta-tardes, tardes, buenas tardes". El L¨®pez V¨¢zquez que cometi¨® Carlos de Inglaterra no estuvo nada mal para ser el de un primerizo. Le dio la mano a la cantante Liberty X y le pregunt¨®: "?Cu¨¢nto pesan tus tetas? (boobs). Esto... perd¨®n, quer¨ªa decir botas, bo-botas (boots)". De seguir as¨ª, el pr¨ªncipe pronto conseguir¨¢ su lugar destacado en la web www.dabadaba.com, donde L¨®pez V¨¢zquez, Gracita Morales y el Ayuntamiento de Torremolinos tienen su altar.
El mi¨¦rcoles ¨ªbamos con la idea de comprar el Diez Minutos, porque nos estamos haciendo la cuberter¨ªa, cuando vimos que la revista En Forma te regalaba algo mejor: un tubo de pastillas de la marca Multicentrum. Dentro de la caja no hay prospecto, pero ?qui¨¦n necesita prospectos para automedicarse? Adem¨¢s, en la caja pone que la f¨®rmula es "equilibrada", que el contenido en lactosa y sacarosa es "despreciable" y que "es un complemento nutricional completo, indicado especialmente para aquellas personas que tienen dificultades para tragar". (Que no es el caso de mis amigas femeninas de ambos sexos). Comprar vitaminas en el quiosco tiene peligro, y por eso, con el nuevo ejemplar del En Forma (y su correspondiente Multicentrum de regalo), adquirimos tambi¨¦n el Canalla de mis noches, el libro de Marisa Medina sobre sus adicciones. Marisa es una gran mujer que nos dio un susto de muerte cuando sali¨® en Salsa Rosa. Estaba ella contando que hab¨ªa ca¨ªdo en la droga, mientras en la pantalla pon¨ªan esos subt¨ªtulos, que se llaman kairons, y que rezaban as¨ª: "No sabe que le espera una gran sorpresa...". Y Marisa venga a contar su vida de vicio y sordidez. Y los kairons venga a repetir: "Hoy va a tener la sorpresa de su vida...". Sinceramente, anunciaban la sorpresa con tanto misterio que nos empezamos a temer que ser¨ªa un alijo. Qu¨¦ mal lo pasamos hasta que vimos salir a esa amiga suya de la infancia.
El d¨ªa de entrega de este art¨ªculo, los peri¨®dicos publicaban fotos retrospectivas de las siamesas iran¨ªes, la mar de felices antes de la operaci¨®n que iba a separarlas, y que al final termin¨® con sus vidas. En las fotos se apreciaba que eran musulmanas, y, por tanto, a pesar de ser siamesas, segu¨ªan, a su modo, los preceptos de Mahoma. Llevaban un ¨²nico pa?uelo en las dos cabezas, que no lograba taparles el cabello completamente, ni les envolv¨ªa los cuellos por separado. En los buenos tiempos de Jomeini, tal vez hubiesen tenido que usar un burka doble. Cada una de ellas habr¨ªa llevado su propio vestido largo hasta los pies, pero el admin¨ªculo para ocultar sus caras hubiese tenido que ser un dise?o especial: dos capuchas unidas, con su rejilla, dos veces m¨¢s larga de lo habitual, para que los cuatro ojos pudieran ver. Qui¨¦n sabe si alguna vez, durante su vida, alguna de las dos sufri¨® una crisis de fe. En este caso, la hermana religiosa tuvo que idear un pa?uelo especial, s¨®lo para su cabeza, que no tapara la parte de cabeza compartida. La mayor¨ªa de religiones, a pesar de su infalibilidad, no han previsto que pueden tener siervos siameses. Si las hermanas llegan a ser cat¨®licas, por ejemplo, no habr¨ªan podido casarse sin pecar. Siempre que una de las hermanas se hubiese acostado con su marido, la otra habr¨ªa estado presente. Y la religi¨®n cat¨®lica -como pronto comprobar¨¦is, ni?os y ni?as, en la escuela- no contempla el sexo en grupo dentro del matrimonio (ni fuera). El islam, en esto, es algo m¨¢s avanzado. En los pa¨ªses donde se tolera la bigamia, las dos hermanas habr¨ªan podido convertirse en la primera y la segunda esposa del mismo marido.
Mis amigas est¨¢n divididas: unas dicen que habr¨ªa que haberlas enterrado juntas y otras dicen que, precisamente, no.
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