Cara y cruz
La moneda es la misma, pero las caras se parecen poco. Tan poco se parecen como un villorrio de Sierra Leona y una calle nevada de Noruega. En el ¨²ltimo Informe sobre Desarrollo Humano elaborado por la ONU se constata que el abismo entre los pa¨ªses ricos y los m¨¢s pobres crece de forma galopante y adquiere conforme pasa el tiempo proporciones insondables.
?frica es un aut¨¦ntico agujero negro, un horizonte de sucesos mortales, de desgracias a¨²n m¨¢s impeorables que las que el escritor alem¨¢n Peter Handke glosaba hace dos d¨¦cadas. Cualquier turista occidental puede viajar a N¨ªger, Mali o Sierra Leona con una Polaroid a cuestas y convertir al viejo Joseph Conrad en guionista de Walt Disney.
Faulkner escribi¨®: "Se puede confiar en las malas personas: no cambian jam¨¢s". Tampoco los idiotas
Dos d¨¦cadas despu¨¦s, sin embargo, Sierra Leona ha logrado batir su propia marca de depauperaci¨®n y miseria
Hace dos d¨¦cadas las cosas iban mal en Sierra Leona. Parec¨ªa imposible que las cosas continuasen as¨ª. Los t¨²neles, se dice, tienen una salida, y las cuestas, se afirma, se acaban de subir o de bajar alg¨²n d¨ªa, de una dichosa vez, lo mismo que sucede en el Tour de Francia. Dos d¨¦cadas despu¨¦s, sin embargo, Sierra Leona ha logrado batir su propia marca de depauperaci¨®n y de miseria.
El pa¨ªs africano ni ha salido del t¨²nel ni ha dejado de rodar cuesta abajo. Algo muy parecido les sucede a otros 21 pa¨ªses, la mayor¨ªa localizados en el ?frica subsahariana, que han visto c¨®mo sus esperanzas de mejora se desbarataban en los ¨²ltimos a?os.
La regla seg¨²n la cual todos los pa¨ªses avanzan lenta e inexorablemente se hace a?icos en ese continente. Algo pasa. Algo lleva pasando en algunos despachos, desde hace mucho tiempo, para que nada pase en las grandes capitales del hambre. El lema c¨ªnico del personaje de El Gatopardo de Lampedusa -cambiarlo todo para que nada cambie- parece ser la clave del asunto. Si algo cambia es a peor.
En ?frica hay m¨¢s hambre y m¨¢s sida y m¨¢s muerte que hace cinco o diez a?os. Ni las visitas pastorales del Papa Juan Pablo II ni los documentales de National Geographic han logrado variar la derrota del continente negro. Los m¨¢s optimistas piensan que hacia el a?o 2147 la situaci¨®n de ?frica podr¨ªa experimentar una leve mejora.
El problema es que entonces queden a¨²n africanos en ?frica o que cuando despierte el ¨²ltimo africano, igual que el dinosaurio del cuento de Augusto Monterroso, tenga la suerte de seguir ah¨ª, aunque lo m¨¢s probable es que se encuentre en el expositor climatizado de un museo noruego.
Espa?a, sin embargo, prospera. Ahora ocupa, a pesar de los tr¨¢nsfugas de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a, el puesto d¨¦cimonoveno en el ?ndice de Desarrollo Humano. En los cursos de verano de El Escorial (antes por estos cursos desfilaban expertos en la obra de San Juan de la Cruz y especialistas en Historia del Arte) intervinieron esta misma semana los responsables de contenidos de Telecinco y Antena 3. Prosperamos.
Nos seguir¨¢n alimentando a base de operaciones triunfo y cr¨®nicas marcianas. Y en Navidad un bonito marat¨®n contra el hambre. Aunque para hambre, la que hicieron pasar a unos cuantos famosos en una isla famosa.
"Es mejor no cambiar el once titular cuando el equipo est¨¢ bien conjuntado en el campo", dijo uno de los responsables televisivos en la cita de El Escorial. William Faulkner escribi¨®: "Se puede confiar en las malas personas: no cambian jam¨¢s". Tampoco los idiotas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.