El encierrillo no corre peligro

Aunque para muchos sea s¨®lo un pretexto, el toro es uno de los ejes de las fiestas, y alrededor de ¨¦l se han generado actos y rituales. El m¨¢s famoso, sin duda es el recorrido de los toros desde las afueras de Pamplona hasta la plaza donde son lidiados. Pero el encierro, la carrera que cada ma?ana lleva a los toros desde los corrales de Santo Domingo al coso pamplon¨¦s, es s¨®lo un trayecto, aunque sea el estelar. Pero viene precedido de otro, mucho m¨¢s discreto y familiar, desde los corrales del Gas, en el barrio de la Rochapea, donde se concentran todas las corridas de la feria, hasta los de Santo Domingo. Es el llamado encierrillo.

Todas y cada una de las ganader¨ªas que van llegando desde los primeros d¨ªas de julio se acomodan en el Gas, donde hay un compartimento para cada torada. El traslado de los toros desde este emplazamiento a los corrales de Santo Domingo se hace de noche, lo que le imprime un car¨¢cter muy peculiar, casi ¨ªntimo al encierrillo. Ayer hubo luna llena y permiti¨® observar esta carrera singular, porque los ¨²nicos protagonistas son los toros. No hay mozos, tan s¨®lo pastores que gu¨ªan a los astados y mansos hasta el punto de salida del encierro. Sin apenas luces artificiales y con un silencio absolutamente sepulcral para que la manada no se distraiga, el recorrido es cubierto de manera casi m¨¢gica.

La estampa recuerda a las tientas nocturnas, donde casi s¨®lo la luna alumbra a los toros. El ¨²nico sonido que avisa la salida y llegada de los hermanos es el sonido de un cornet¨ªn, que sirve para comunicarse entre s¨ª a los pastores y para pedir a los pocos espectadores el silencio necesario. Este a?o se rumore¨® que este ritual casi ¨ªntimo, que cuenta con seguidores fieles y discretos, podr¨ªa terminar por culpa de las malas condiciones de los corrales del Gas. La necesidad de remozar las instalaciones de la Rochapea o de suprimirlas hizo temer por la supervivencia del encierrillo.

Los insistentes rumores han sido atajados desde el Ayuntamiento de Pamplona por la propia Yolanda Barcina. La alcaldesa ha querido zanjar pol¨¦micas con una rotunda declaraci¨®n: "El encierrillo no va a desaparecer". La infraestructura de vallado que exige el encierrillo obliga a que el emplazamiento de los nuevos corrales no pueda quedar al albur de los proyectos urban¨ªsticos que se manejan para la zona. Por eso, el nuevo Gas tendr¨¢ que ser construido justo al lado del de siempre. De hecho, las obras ya han comenzado.

Sin embargo, no se puede derribar las viejas instalaciones sin tener terminadas las nuevas, por lo que, entretanto, el Ayuntamiento ha tenido que realizar ciertas reformas y reforzar su seguridad. El remiendo realizado en los corrales tendr¨¢ que durar hasta los pr¨®ximos sanfermines. Entonces se ver¨¢ si las nuevas instalaciones ya est¨¢n preparadas y cu¨¢l es su repercusi¨®n -en cualquier caso, no sustancial- en el encierrillo.

A pesar de que el recorrido var¨ªe ligeramente, los pases para poder verlo seguir¨¢n estando racionados y poder asistir al m¨¢gica espect¨¢culo de los toros y la luna volver¨¢ a ser un privilegio tasado.