Por rutas imperiales

Es importante conocer la genealog¨ªa de algunas de las ideas m¨¢s queridas del todav¨ªa presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Una genealog¨ªa que, seg¨²n parece acreditado, procede de los hermanos Anson, en particular de Luis Mar¨ªa. Dicen los monclovitas que atender a la denominaci¨®n de origen de estas ideas fuerza, capaces de colorear el eclipse a fecha fija de la presidencia, es muy pertinente, m¨¢s a¨²n en estos d¨ªas cuando su promotor ha estado viajando por rutas imperiales a trav¨¦s de los estados hisp¨¢nicos de los Estados Unidos, precisamente al servicio de dos de ellas: la preeminencia del idioma espa?ol y la capacidad decisiva de la minor¨ªa de esa estirpe.

Anson pensaba entonces que el idioma espa?ol pod¨ªa recibir un impulso magn¨ªfico si se llevaba a cabo el gran designio que hab¨ªa formulado ante sus amigos m¨¢s ¨ªntimos a mediados de los setenta. En resumen, se trataba de sentar en el solio pontificio a un Papa espa?ol para cuando llegaran las conmemoraciones del V Centenario del Descubrimiento de Am¨¦rica. Pudo haberse logrado, pero hubieran hecho falta colaboraciones insignes que fallaron. As¨ª, la de Julio Cer¨®n, a quien como embajador ante la Santa Sede le hubiera correspondido concertar a favor del candidato de habla espa?ola las voluntades del C¨®nclave cardenalicio. El ilustre diplom¨¢tico, encastillado como ahora en Perigueux, lleg¨® a escuchar la propuesta que habr¨ªa requerido su vuelta a la carrera, despu¨¦s de haber sido repuesto en el escalaf¨®n por el ministro P¨¦rez Llorca. Pero Julio rehus¨® el nombramiento e incluso se manifest¨® ofendido porque se hubiera pensado en ¨¦l s¨®lo para misiones ancilares en lugar de para ce?ir la tiara.

Cuando Adolfo Su¨¢rez puso a Luis Mar¨ªa Anson al frente de la Agencia Efe y a su hermano Rafael en la direcci¨®n general de RTVE, los dos hermanos continuaron afan¨¢ndose en pro del idioma espa?ol, que ya ve¨ªan de modo precursor como punta de lanza de la pol¨ªtica exterior de nuestro pa¨ªs. Luis Mar¨ªa por su parte quiso emular a Torcuato Luca de Tena con su Abc de las Am¨¦ricas y estableci¨® las m¨¢s ambiciosas sedes de la Agencia en Washington y en Huston, decidido a disputar el liderazgo informativo a la Associated Press en su propio terreno. Pensaba que su proyecto de comunicaci¨®n integral cabalgar¨ªa sobre los hispanos y contar¨ªa para el futuro con la permanencia de unos ¨ªndices de natalidad muy superiores a los de otras minor¨ªas. Rafael concibi¨® para Prado del Rey aquel programa 300 millones en la misma l¨ªnea imperial pero el relevo de ambos tras la victoria de los socialistas de Felipe Gonz¨¢lez signific¨® el abandono inicial de esos aires de grandeza a favor de un repliegue vestido de pragmatismo para disfrazar renuncias.

A?os despu¨¦s aquel secretario de Estado de Comunicaci¨®n, Miguel ?ngel Rodr¨ªguez, tan injustamente centrifugado de La Monlcoa despu¨¦s de los ingentes servicios prestados a la causa de la pareja presidencial, repet¨ªa con pretendida fidelidad a his master voice la cantinela del idioma espa?ol, pero al hacerlo denotaba excesos de mimetismo mec¨¢nico y acusaba p¨¦rdida de aliento intelectual. Rodr¨ªguez llevaba su entusiasmo hasta cifrar el aporte de nuestra lengua a la econom¨ªa del pa¨ªs en t¨¦rminos equivalentes al que pudiera representar el petr¨®leo para Arabia Saud¨ª. Nunca entendi¨® que de la lengua espa?ola los espa?oles s¨®lo somos copropietarios en igualdad de condiciones con todos los que la hicieron suya. Puede que Francia tenga la propiedad del franc¨¦s, aunque al precio de que el franc¨¦s nunca haya sido para Argelia, T¨²nez, Senegal o Costa de Marfil lo que es el espa?ol para M¨¦xico, Argentina, Colombia o Venezuela, pero nosotros en absoluto podemos arrogarnos la exclusiva ni pensar en que acabaremos cobrando royalties a quienes la empleen.

El segundo gran designio ansoniano, ahora adoptado por Aznar, seg¨²n queda de manifiesto con el viaje del presidente por los Estados hisp¨¢nicos de los Estados Unidos y seg¨²n subrayan asombrados los ¨²ltimos l¨ªderes iberoamericanos que han sido recibidos en La Moncloa, es el de vertebrar -rep¨¢rese en este verbo, sin duda el preferido en las actuales postrimer¨ªas aznar¨ªes- esa comunidad hisp¨¢nica para que llegue a ser decisiva en las elecciones a la Casa Blanca. En palabras de Anson se tratar¨ªa de que quien vaya a ser el presidente norteamericano se decida en La Moncloa. ?Por qu¨¦ ambicionar menos?