Regresiones escolares
Acaban de aprobarse los primeros decretos de aplicaci¨®n de la Ley de Calidad de la Ense?anza, cuyos efectos empezar¨¢n a notarse a partir del pr¨®ximo curso escolar. Ser¨¢ el momento de contrastar si llevaba o no raz¨®n el sector de la comunidad educativa que se opuso a determinados cambios por considerarlos regresivos respecto de la LOGSE, vigente desde 1990. Los argumentos en contra son s¨®lidos: persiste la indefinici¨®n sobre los recursos que es preciso movilizar, no hay valoraci¨®n de costes y no se ha debatido el esfuerzo econ¨®mico preciso en el Consejo de Pol¨ªtica Fiscal y Financiera. La ministra de Educaci¨®n, Pilar del Castillo, insiste por el contrario en que las reformas programadas no requieren de nuevos recursos y son, sobre todo, una "reorganizaci¨®n" de la ense?anza. Pero no hay reforma que mejore el nivel de calidad de la ense?anza a coste cero.
El otro aspecto en que se ha producido una modificaci¨®n importante es el relativo a la ense?anza de la Religi¨®n. La regulaci¨®n de esta asignatura confesional, elev¨¢ndola al rango de asignatura evaluable y computable en pie de igualdad con el resto, es dudoso que sea compatible con un Estado no confesional en el que las creencias religiosas pertenecen al ¨¢mbito privado. No es aceptable que una casta especial de profesores est¨¦ exenta de cumplir los requisitos de control y evaluaci¨®n por parte de los poderes p¨²blicos que cumplen los dem¨¢s, y que dependan, en su selecci¨®n y en su carrera acad¨¦mica, del episcopado; aunque, eso s¨ª, pagados con fondos p¨²blicos. Ni es aceptable que se equipare una asignatura sobre el hecho religioso en general, de contenido hist¨®rico y filos¨®fico, no confesional, con otra que no es sino catequesis. En este aspecto, el Gobierno del PP ha retrocedido hacia planteamientos anteriores a la transici¨®n y el pacto constitucional y se ha adentrado por caminos que nunca debieron reabrirse.
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