Barrida central
Blancas: C. Hansen. Negras: H. Koneru. Gambito de Dama, defensa Ortodoxa. Esbjerg, Dinamarca, 7 de junio de 2003.
1 Cf3, d5 / 2 d4, Cf6 / 3 c4, e6 / 4 Cc3, Cb-d7 / 5 Af4 (tan buena como la cl¨¢sica 5 Ag5) 5... d - c4 / 6 e3, Cd5 / 7 A - c4 (las blancas permiten la ruptura de su configuraci¨®n de peones, pero obtienen a cambio el dominio de la columna e y un s¨®lido puesto en e5) 7... C - f4 / 8 e - f4, Cb6 / 9 Ab3, Ae7 / 10 0-0, 0-0 / 11 Te1, c6 (la posici¨®n de las negras es s¨®lida, pero tiene pocas perspectivas de desarrollar planes efectivos; las blancas est¨¢n mejor) / 12 De2, Cd5 (esto no es un punto fuerte, porque las blancas pueden tomar este caballo y en su lugar queda un pe¨®n. En cambio, el dominio de e5 es la clave de la ventaja blanca) / 13 C - d5, c - d5 / 14 Ta-d1, Af6 / 15 Ce5 (y las blancas controlan s¨®lidamente el punto fundamental del tablero) 15... Ad7 / 16 g3, A - e5 / 17 d - e5, Ac6 / 18 Td4, f5 (vano intento de mantener el centro clausurado; las debilidades de e5 y e6 condicionan todo el desarrollo de la partida) / 19 e - f6 a. p., T - f6 / 20 Dd2, Dd6 / 21 Te5, Ta-f8 / 22 h4 (evita la reacci¨®n ... g5 y condena a las negras a una inc¨®moda defensa. No es de extra?ar que ante esta perspectiva Koneru haya cometido de inmediato un grueso error) 22... Ad7 (diagrama) (esto permite una barrida central que saca literalmente a las negras del tablero y que culmina con un elegante remate) / 23 A - d5!, e - d5 / 24 Td - d5, Da6 / 25 T - d7, D - a2 (el resto es pura cosecha) / 26 T - b7, Db1 j. / 27 Rg2, Tb6 (siguen dos golpes contundentes) / 28 Dd5 j., Rh8 / 29 Df7 y las negras abandonaron.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.