La peor etapa de Beloki

En la habitaci¨®n 45 de la cl¨ªnica USP La Esperanza de Vitoria, la persiana a medio bajar deja colarse una luz tibia. Entre las cuatro paredes de color salm¨®n, destaca una cama con las patas alargadas. All¨ª se respira paz, pero su ¨²nico habitante prefiere el bullicio de las cuestas alpinas. Joseba Beloki, el ciclista que hizo temer a Armstrong por su quinto Tour, est¨¢ sedado, con una goma que une su brazo izquierdo, el sano, y un gotero cargado de calmantes. Es por eso que le cuesta esfuerzo hablar, aunque en ning¨²n momento pierde el ¨¢nimo.

-Mikel, ?cu¨¢ndo podr¨¦ subirme a la bicicleta? ?En tres semanas?

-?A la bicicleta? Un triciclo te voy a traer.

El doctor Mikel S¨¢nchez, uno de los traumat¨®logos espa?oles que m¨¢s huesos de deportistas profesionales ha arreglado, tiene que detener el ¨ªmpetu del corredor del ONCE-Eroski, que ya piensa en volver a la carretera. Sin embargo, sabe que esta temporada no ser¨¢ posible.

"La ambulancia me llev¨® a Marsella por el arc¨¦n. Pero lo peor fue pasar de la camilla a la cama"

Beloki se someter¨¢ hoy a una doble intervenci¨®n de las dos fracturas que sufre. Una, en la cadera derecha, donde tiene una rotura petrocanterea. "Es muy parecida a la que se rompen las abuelas", traduce el doctor S¨¢nchez, "bajo la bola del f¨¦mur". En la operaci¨®n se utilizar¨¢ la osteos¨ªntesis, un m¨¦todo a base de tornillos y placas. La otra lesi¨®n est¨¢ alojada en el codo, tambi¨¦n en el lado derecho, justamente en la parte donde se articula. All¨ª, tiene el hueso roto en varios trozos. Es una intervenci¨®n con un grado importante de dificultad. Mikel S¨¢nchez necesita la ayuda de al menos dos personas para esta operaci¨®n, as¨ª que se rodear¨¢ de su equipo: los doctores Juan Azofra, Ricardo Elorriaga y Beatriz Aizpurua. Dependiendo del resultado en el quir¨®fano, podr¨¢ acelerar su rehabilitaci¨®n. En todo caso, Mikel S¨¢nchez no tiene dudas: "Est¨¢ descartado que pueda volver a competir en lo que queda de temporada".

Beloki tiene una tercera lesi¨®n, una fisura en la mu?eca, pero al lado de las otras resulta menor. De hecho, ni necesita intervenci¨®n. Bastar¨¢ con inmovilizarla un corto periodo de tiempo.

La doble operaci¨®n se retras¨® hasta hoy por la ma?ana porque, por una parte, el doctor S¨¢nchez llevaba acumuladas 12 horas de quir¨®fano. Ayer, su agenda estaba repleta, con nueve pacientes antes de que le llegara Beloki, al filo de la una de la tarde. Adem¨¢s, era preferible esperar a que rebajaran sus m¨²ltiples contusiones y a que el ciclista descansara unas horas despu¨¦s de un d¨ªa "muy largo". "He salido por la ma?ana del hospital de Gap, en la ambulancia, circulando todo el tiempo por el arc¨¦n, porque hab¨ªa retenciones en Marsella". De ah¨ª, lo subieron a un avi¨®n medicalizado, fletado por el equipo ONCE. All¨ª viaj¨® perfectamente, "ni se mov¨ªa". Al llegar al aeropuerto de Foronda, en Vitoria, lo condujeron a una ambulancia y, directamente, a la cl¨ªnica. Ah¨ª lleg¨® lo peor para Beloki, al pasar de la camilla a la cama. ?l, que ha sufrido anteriores fracturas en las costillas, no estaba preparado para tanto dolor.

Sobre la cama, tiene un aspecto fr¨¢gil, con su cuerpo menudo cubierto de gasas y vendas en la parte derecha. No s¨®lo en la pierna, tambi¨¦n en el brazo, inmovilizado desde la mano hasta casi el hombro. Joseba Beloki, pese al aturdimiento de los calmantes, no ha perdido la consciencia en ning¨²n momento. Siempre con las ideas claras, sabiendo lo que quiere. Y lo lo que quer¨ªa es "venir aqu¨ª, con Mikel", el mismo traumat¨®logo que oper¨® el mes pasado a Igor Gonz¨¢lez de Galdeano del hombro. Dos ciclistas, dos compa?eros, con vidas paralelas. Igor fue padre de su primera hija, Nahia, tres d¨ªas despu¨¦s de pasar por el quir¨®fano de La Esperanza. Gema, la esposa de Beloki, espera una ni?a, Aintzane, para el 4 de agosto, el primer d¨ªa de las fiestas patronales de Vitoria. Al acunarla los primeros d¨ªas, Beloki deber¨¢ utilizar el brazo izquierdo.

En la habitaci¨®n 45, su esposa, que no puede disimular el embarazo, y su madre hacen guardia. Por all¨ª han pasaron en las primeras horas Gorka Beloki, tambi¨¦n profesional del ONCE-Eroski, que apelaba al car¨¢cter de su hermano para esperar al Tour del pr¨®ximo a?o; el padre y Pablo Ant¨®n, el manager del equipo, quien acompa?¨® en todo momento al corredor desde Gap hasta Vitoria.

Beloki, por la valent¨ªa con que estaba atacando a Armstrong, lo cerca que estaba del americano y lo espectacular de la ca¨ªda, tuvo en vilo a media Espa?a. Tambi¨¦n a los Reyes, que le enviaron un telegrama de apoyo en nombre de toda la familia real. ?nimo le sobra.