Jan Fabre ofrece un elogio de la sangre en el festival Grec

Precedido de cierto morbo -no en balde se anuncia una circuncisi¨®n en directo-, de la advertencia de que algunas de sus im¨¢genes pueden herir sensibilidades y de la gran fama de su creador, llega hoy al festival Grec de Barcelona el espect¨¢culo Je suis sang, del polifac¨¦tico artista belga Jan Fabre. La obra, que se ha calificado de "org¨ªa vestida de cuento de hadas", junta danza y texto (un poema del propio Fabre) para proponer una apasionada reflexi¨®n sobre la sangre, sus met¨¢foras y tab¨²es.

Fabre, que tiene en la actualidad la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona llena de escarabajos (la materia prima de la mayor¨ªa de las esculturas de su exposici¨®n Gaude succerrere vitae), anegar¨¢ de sangre ahora, aunque sea metaf¨®ricamente, el anfiteatro Grec, situado muy cerca del centro de arte. El artista recalc¨® ayer que su visi¨®n de la sangre es "positiva", y neg¨® que su espect¨¢culo pueda ser considerado g¨®tico.

En Je suis sang, dijo, hay referencias a la alquimia, a la m¨ªstica medieval, al vampirismo, a las ciencias naturales o al sida. No van a faltar tampoco incisiones, cortes o flujos. "El punto de partida es una investigaci¨®n sobre la sangre y sus misterios, con la idea de la b¨²squeda de un cuerpo nuevo para el hombre, totalmente l¨ªquido, hecho de sangre, sangre mezclada con la de otros seres", se?al¨® Fabre.

El texto, parte del cual se recita en lat¨ªn y tiene forma de salmo o mantra, est¨¢ inspirado parcialmente en la obra de la beata visionaria Hildegarde von Bingen (1098-1179), la sibila del Rin, gran interesada en la m¨²sica, la naturaleza y la fisiolog¨ªa (se le acredita la primera descripci¨®n del orgasmo femenino).

Todos vampiros

"La sangre es capaz de sobrevivir independientemente de cualquier ¨®rgano", destac¨® ayer Fabre. "Y es el contenedor de la memoria m¨¢s antiguo que existe". El creador subray¨® la importancia del rojo sangre en los pigmentos de los pintores y en la alquimia, y record¨® que escribir con sangre "es hacerlo con el alma". Cuando se le hizo ver que en su elogio de la sangre s¨®lo le faltaba decir con acento transilvano aquello de que "la sangre es vida", no sonri¨® lo m¨¢s m¨ªnimo. "Evidentemente, Je suis sang tambi¨¦n habla de Dr¨¢cula y de chupasangres varios; a todos nos gustar¨ªa ser vampiros, sorber sangre. Todas las guerras y religiones han buscado y buscan sangre". Fabre quiso tranquilizar a los que se teman un literal ba?o de sangre en el Grec: "Hemos procurado usar poca. En todo caso, la que aparece es falsa". Como la circuncisi¨®n, aclar¨® despu¨¦s.

Sobre su visi¨®n positiva de la sangre, Fabre indic¨® que el Antiguo Testamento proh¨ªbe beberla, pero no as¨ª el Nuevo (la sangre de Cristo). Reflexion¨® sobre la sangre menstrual y dijo que para ¨¦l es tambi¨¦n positiva y que, pese a los tab¨²es, esa sangre es f¨¦rtil. En cuanto a la coreograf¨ªa de la pieza, Fabre dijo que se ha basado en parte en el movimiento del pel¨ªcano, animal de honda significaci¨®n m¨ªstica en el medievo por cuanto se cre¨ªa que ofrec¨ªa su sangre y pedazos de s¨ª mismo a sus polluelos.