Aforismo
"EL AFORISMO nunca coincide con la verdad: o es media verdad o verdad y media". El autor de este aforismo es el escritor Karl Kraus (1874-1936), uno de los mejores especialistas en este escurridizo g¨¦nero y la m¨¢s acerada pluma de la intelectualmente deslumbrante y pol¨ªticamente decr¨¦pita Viena de fines del XIX. Publicados, por primera vez, en 1909, y luego, sucesivamente, reeditados en 1914 y 1923, a¨²n en vida del autor, acaba de aparecer una versi¨®n castellana con el t¨ªtulo Dichos y contradichos (Min¨²scula) al cuidado de Adan Kovacsics, que no s¨®lo ha afrontado la dif¨ªcil prueba de traducir lo "intraducible" -el estilo de Kraus es tan sutil como exigente el andamiaje de sus arpegios mentales-, sino la de proporcionar al lector la copiosa informaci¨®n que contextualiza el sentido de sus afirmaciones. El esfuerzo empe?ado en esta empresa ha merecido sobradamente la pena.
Como si quisiera ¨¦l mismo aclarar por qu¨¦ el aforismo nunca puede coincidir con la verdad pura y simple, Kraus, que no en balde ya hab¨ªa escrito que "la verdad es un criado torpe que rompe platos mientras limpia", compuso otro en el que sentenci¨® lo siguiente: "El aforismo no ha de decir la verdad, sino superarla. Con una sola frase ha de ir m¨¢s all¨¢ de ella". O sea: que nos hallamos ante un g¨¦nero en el que el escritor, como el arquero, concentra toda su fuerza para tensar al m¨¢ximo el lenguaje sin perder de vista el alejado objetivo, cuya diana, salvo ¨¦l, nadie, entre sus contempor¨¢neos, acierta a atisbar. Por eso, las flechas del buen autor de aforismos siguen dando en el blanco m¨¢s y mejor con el paso del tiempo, como las que lanz¨® Karl Kraus, ahora hace casi un siglo, y tal parece que estuvieran dirigidas contra nosotros mismos y nuestra actualidad, en el sentido m¨¢s amplio de ¨¦sta, porque al tirador su instinto de caza le impide renunciar a cualquier presa que le salga al paso, lo que, en nuestra ¨¦poca, supone no dejar de disparar.
Etimol¨®gicamente, aforismo es un t¨¦rmino que procede del griego y significa "definir" y "separar", pero en el sentido de quien ordena un trayecto mediante mojones: la labor, por tanto, del descubridor de una nueva ruta, justo lo contrario de lo que ocurre con el t¨¦rmino af¨ªn de "proverbio", que es una frase donde se condensa la experiencia pasada de la sabidur¨ªa popular.
Sea como sea, donde m¨¢s brilla el genio afor¨ªstico de Kraus es en relaci¨®n con los temas art¨ªsticos y literarios, que se prodigaron con largueza en la Viena en la que ¨¦l vivi¨®, pero los dardos lanzados entonces caen, en efecto, sobre nuestras aturdidas cabezas con la implacable precisi¨®n que acreditan este par: "Ya no existen productores, sino s¨®lo representantes" o "renuncian al arte crecido de la tierra y aprecian lo que se codicia en la plaza". En fin, s¨®lo se trata de dos botones de muestra de una copiosa cosecha, que, no obstante, nos debe hacer pensar en c¨®mo hoy las verdades se cazan al vuelo, quiz¨¢ porque ¨¦stas no han hallado otro lugar mejor para remontarse.
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