Manuel Broseta

Las investigaciones de la Guardia Civil, aireadas ahora en el juicio a sus asesinos, apuntan a que ETA eligi¨® a Manuel Broseta como v¨ªctima a partir de un viejo archivo que lo conceptuaba a¨²n como secretario de Estado para las Autonom¨ªas, cargo que hab¨ªa ejercido diez a?os antes en uno de los gobiernos de UCD, y por su responsabilidad en la promulgaci¨®n de la LOAPA. As¨ª se refleja en el ordenador personal de Jos¨¦ Luis ?lvarez Santacristina, Txelis, que entonces perteneci¨® a la c¨²pula de ETA, y en la correspondencia mantenida con miembros del comando Ekaitz. Asimismo, estas investigaciones ponen de relieve que ETA no dispon¨ªa de infraestructura en la zona. Sin embargo, los guardianes del santificado sepulcro del catedr¨¢tico de derecho mercantil siempre defendieron en letras de molde lo contrario, incluso se?alaron hacia el destartalado nacionalismo valenciano como colaborador en su asesinato. Hasta m¨¢s de uno de sus pupilos, en la deriva propia a la que conduce la marea seca del introspectivismo aut¨®ctono, se ha mortificado estos a?os especulando qu¨¦ oscuros intereses locales movieron a su violenta eliminaci¨®n. Broseta en ese momento trataba de recuperar el prestigio pol¨ªtico que tuvo como decano de la Facultad de Derecho y que hab¨ªa malgastado en la transici¨®n por su viraje y sus pasteleos. Ten¨ªa la bendici¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar para ser el pr¨®ximo candidato del PP a la Generalitat y trataba de jugar de nuevo a Prat de la Riba present¨¢ndose como bombero en un incendio que ¨¦l mismo hab¨ªa avivado para desgastar al PSOE, y que supuso el descr¨¦dito de todos los pol¨ªticos valencianos en Madrid y la consiguiente p¨¦rdida de infraestructuras cruciales. Pero los pistoleros de ETA lo convirtieron en m¨¢rtir y hoy el nombre del m¨¢s cualificado instigador de discordia civil valenciana es sin¨®nimo de convivencia.