El sentimiento est¨¢ en los brazos
Alicia Alonso imparte una clase magistral con el Ballet de Cuba en Burjassot y recuerda lo gran artista que fue Celia Cruz
Es comprensible que los bailarines "se enamoren de sus piernas", de los pasos, de los saltos; "es normal", claro, pero el romanticismo, el sentimiento, la expresividad, todo eso lo dan "los brazos", y tambi¨¦n el gesto, claro. Sentada en un silla, con problemas de movilidad, casi ciega, la octogenaria Alicia Alonso mov¨ªa los brazos mientras explicaba la importancia de los mismos en la danza. No hizo falta abundar en el mensaje. Con s¨®lo mirar el movimiento de los brazos de la directora del Ballet Nacional de Cuba, uno de los mitos vivientes de la danza, incluso el m¨¢s profano en la materia pod¨ªa entender la lecci¨®n.
Detalles que confirma la frase que Alicia Alonso suele decir: que ser¨¢ bailarina toda su vida. Por su aportaci¨®n, a la cubana se le compara con otros mitos de la danza del siglo XX como Rudolf Nureyev. El bailar¨ªn ruso ya fallecido actu¨® tambi¨¦n en Valencia hace unos cuantos lustros a una edad ya avanzada. Sus prodigiosas piernas ya no respond¨ªan como antes, pero dej¨® para el recuerdo el dominio y la gran expresividad de sus brazos, que supl¨ªan sus carencias f¨ªsicas.
"Son peque?os detalles", a?adi¨® Alicia Alonso durante la clase magistral que imparti¨® en el Centre Coreogr¨¤fic de la Comunitat Valenciana, en Burjassot, con motivo de la estancia de la compa?¨ªa cubana en Valencia y Sagunto para estrenar el pr¨®ximo d¨ªa 23 (y hasta el 27 de julio) en la antigua nave sider¨²rgica del Puerto de Sagunto Shakespeare y sus m¨¢scaras, basado en Romeo y Julieta, con m¨²sica de Gounod.
Mientras Alicia Alonso hablaba y comentaba la importancia de "aprender la melod¨ªa para sacar todo el partido a la danza", cuatro bailarines calentaban a ojos de unas decenas de bailarines, aficionados e informadores, adem¨¢s de la secretaria de Cultura, Consuelo Ciscar. "?Ya hab¨¦is calentado?", pregunt¨®.
Resulta doloroso incluso para el observador comprobar a pocos metros c¨®mo se calientan los pies. La elasticidad de los bailarines permite estar de puntillas sobre una pierna mientras la otra se extiende recta como un palo hasta uno de sus hombros. Y todo ello sin mutar la expresi¨®n concentrada de buen rollo.
Fue una exhibici¨®n. Una vez finalizados los ejercicios m¨¢s gimn¨¢sticos de calentamiento, una joven pareja del Ballet de Cuba (Annette Delgado y Romel Fr¨®meta) interpret¨® un movimiento de El lago de los cisnes para gusto de los asistentes, incluso para alguno no muy aficionado al ballet cl¨¢sico. Otra pareja (Hayna Guti¨¦rrez y Octavio Mart¨ªn)
bail¨® despu¨¦s el movimiento del cisne negro. Todo acab¨® en aplausos. Es dif¨ªcil sustraerse a la gran plasticidad de los movimientos y de los cuerpos de los bailarines conjuntados en una arm¨®nica coreograf¨ªa.
Alicia Alonso coment¨® los distintos estilos y los movimientos esenciales y destac¨® "el valor de la tradici¨®n art¨ªstica" en la renovaci¨®n. Ilustr¨® su discurso con un v¨ªdeo de una antigua representaci¨®n de Giselle, el ballet que tantas veces bail¨® y al que est¨¢ asociado para siempre su nombre.
"Ah¨ª est¨¢ mi pap¨¢", se?al¨® en voz baja uno de los bailarines. El talento parece heredado y son varios los bailarines de la compa?¨ªa cubana que han seguido los pasos de sus padres, seg¨²n confirma el propio bailar¨ªn.
Alicia Alonso, que dijo que las crisis en las relaciones entre los gobiernos cubano y espa?ol no ha afectado a la cultura, ha creado la coreograf¨ªa del nuevo espect¨¢culo, dictando a sus ayudantes los pasos y movimientos, indic¨® Inmaculada Gil L¨¢zaro, directora del Centre. Alicia Alonso dijo que todo lo baila en su mente hasta el punto que hay momentos en que no sabe si ha bailado o simplemente lo ha imaginado. La danza "se ve y se siente en el aire, en las palabras, en el cari?o", afirm¨®.
Cari?o que tambi¨¦n mostr¨® hacia Celia Cruz, recientemente fallecida. A pesar de su confesado castrismo, Alicia Alonso dijo que la cantante exiliada de Cuba siempre la trat¨® muy bien. "Fue una gran artista, muy admirada por el pueblo", a?adi¨®, antes de sumarse, mientras sonre¨ªa c¨®mplice, a las palabras de Silvio Rodr¨ªguez con motivo de las casi coincidentes muertes de Cruz y Compay Segundo: "Me imagino que deben estar ahora ah¨ª, en una nube, pas¨¢ndola bien".
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