La resurrecci¨®n de Ortega
Tras dos a?os de sinsabores, tras hundirse por el error de referencias en el techo que le fren¨® en Sidney, el mejor espaldista espa?ol vuelve a tope con ganas de resarcirse
David Ortega tiene entre ceja y ceja la idea de restablecer en Barcelona la particular perspectiva con la que compite y se gana la vida. Como todos los espaldistas, est¨¢ acostumbrado a dar lo mejor de s¨ª mismo en posici¨®n supina, a escrutar cielos o techos buscando referencias al tiempo que convierte sus brazos en aspas que giran a toda velocidad. As¨ª hab¨ªa logrado emular nada menos que a Mart¨ªn L¨®pez Zubero al ganar la medalla de oro de los 100 espalda en los Campeonatos de Europa de Helsinki. S¨®lo unos meses despu¨¦s, en Sydney, le esperaba su reto m¨¢s ambicioso, hacer algo grande en los Juegos Ol¨ªmpicos. Pero la tarde de aqu¨¦l fat¨ªdico 17 de septiembre de 2000 sucedi¨® algo que todav¨ªa lamenta. Iba bien colocado para meterse en la final, pero confundi¨® la cuerda de quince metros con las banderas, situadas a cinco metros del final, y se par¨® antes de tiempo. El chasco fue tremendo: acab¨® s¨¦ptimo, qued¨® eliminado. "Fue un error m¨ªo pero tambi¨¦n de la organizaci¨®n, porque hasta a siete nadadores les pas¨® lo mismo. El techo era alto, como aqu¨ª, en Barcelona (la c¨²pula del Palau Sant Jordi est¨¢ a 45 metros del pavimento), pero al rev¨¦s de lo que sucede aqu¨ª, los focos estaban mal colocados y eso nos llev¨® al error, a pararnos diez metros antes del final. Me qued¨¦ con las ganas. Despu¨¦s de preparar unos Juegos durante cuatro a?os, fallar as¨ª es muy duro", subraya.
"Despu¨¦s de tanto tiempo sin competir ten¨ªa dudas, pero ya me veo bien y no tengo excusa"
Despu¨¦s del fiasco de Sydney, Ortega dej¨® la Blume de Madrid por diferencias de criterio con la federaci¨®n espa?ola. Se pas¨® casi dos a?os sin competir a gran nivel, se perdi¨® los anteriores Campeonatos del Mundo en Fukuoka por decisi¨®n del director t¨¦cnico de la Federaci¨®n. Perdi¨® la motivaci¨®n, las becas ADO, el amparo de la Federaci¨®n. "?Para qu¨¦ estoy entren¨¢ndome para conseguir simplemente m¨ªnimas?", se preguntaba. "?Para qu¨¦ estoy machac¨¢ndome y dej¨¢ndome la piel?". Acostumbrado a una vida errante desde que dej¨® la ciudad de Castell¨®n cuando ten¨ªa 14 a?os, el a?o pasado se refugi¨® de nuevo en su club, el Castalia de Castell¨®n, ciudad donde naci¨® hace 24 a?os. Para resurgir tuvo que trabajar en solitario, sin disponer de una piscina de 50 metros ni de un gimnasio. Ahora, bajo las pautas de su entrenador, Antonio Oca, vuelve a ser optimista. "Despu¨¦s de tanto tiempo sin competir con mis grandes rivales ten¨ªa dudas, pero en los Europeos del a?o pasado en Berl¨ªn v¨ª que s¨ª, que he vuelto al ritmo de alta competici¨®n. Si en aquellas condiciones sal¨ª adelante, este a?o, que estoy otra vez en la Blume, no tengo excusa", concluye.
Ortega entra esta hoy en acci¨®n, en las series de los 100 espalda. No es su prueba predilecta, pero intentar¨¢ clasificarse para la final. Ello le dar¨ªa derecho a entrar en el plan ADO. En ese aspecto, David tiene la mala suerte de que su especialidad, los 50 espalda no es prueba ol¨ªmpica y los resultados que obtenga en ella no le dan derecho a una beca ADO, las mejor remuneradas. Los premios tampoco son los mismos. Si por ejemplo ganara el t¨ªtulo mundial en los 100, cuatriplicar¨ªa la cantidad de lo que percibir¨ªa si lo logra en los 50. Ortega basa su optimismo en los magn¨ªficos tiempos que ha efectuado durante los ¨²ltimos meses. "Los m¨¢rgenes con los que parto son muy buenos. En diciembre nad¨¦ los 100 en 56.00 segundos, algo que no consegu¨ªa desde hace dos a?os. Y en abril, en malas condiciones y nadando por la ma?ana, fui capaz de hacer 56.60", cuenta. Los horarios matinales no son de su agrado. Durante los ¨²ltimos meses, adem¨¢s, ha eliminado los entrenamientos de las seis de la ma?ana y ahora sus biorritmos se han habituado a rendir mejor a partir de las once. La ventaja de ese horario es que su organismo est¨¢ m¨¢s descansado y es capaz trabajar con mayor intensidad y asimilarlo mejor. Es lo que buscaba para rendir al m¨¢ximo en "su" prueba, los 50 espalda. Parte con la tercera mejor marca del a?o, 25.58 segundos, por detr¨¢s de los dominadores de la especialidad, el alem¨¢n Rupprath Thomas (25.09) y el australiano Matt Welsh (25.14). "Este a?o he sido capaz de nadar siete veces por debajo de 26.10. Eso me da una seguridad de que en este campeonato puedo aspirar incluso a bajar de 25.00", explica.
Ortega lamenta no poder alinearse en las pruebas de relevos. Y a cuenta de ello, se explaya en torno a la situaci¨®n de la nataci¨®n espa?ola. "M¨¢s que un estancamiento, creo que tenemos un equipo muy joven que podr¨ªa optar a medallas en 2005 ¨® 2007. Cada vez queda m¨¢s demostrado que se puede rendir a los 27 o a los 30 a?os. El problema de la selecci¨®n es que la media de edad, excluyendo a tres personas, es de 20 a?os. Por eso no tenemos equipos de relevos. Porque nuestros nadadores de ¨¦lite, a los 22 a?os, se buscan la vida y se retiran. Es un problema econ¨®mico. S¨ª, en la nataci¨®n te dan cinco y en un trabajo tres, pero sabes que si no logras las marcas m¨ªnimas, en la nataci¨®n puedes quedarte al a?o siguiente a cero, te retiras", afirma. Recurre a la comparaci¨®n con el atletismo. "Dar ese salto de calidad en la nataci¨®n no es una utop¨ªa. Si la profesionalizamos m¨¢s, si conseguimos que los nadadores no se retiren a los 22 a?os, si por uno o dos a?os en que no se logren resultados, no te excluyen de la selecci¨®n y provocan que tiren la toalla, podemos salir adelante. Parece que s¨®lo busquemos thorpes que ganen Campeonatos del Mundo con 17 a?os".
Tambi¨¦n denuncia cierto papanatismo: "Nina (Jivanevskaia) est¨¢ un escal¨®n por encima de todos nosotros, pero no es mejor de lo que lo fueron Joaqu¨ªn Fern¨¢ndez o Sergi L¨®pez. Ellos tambi¨¦n estaban eclipsados por Mart¨ªn L¨®pez Zubero. Siempre valoramos m¨¢s a los que vienen de fuera".
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