El tr¨¢fico de drogas de Las Barranquillas se extiende a Valdeming¨®mez
La construcci¨®n de la Radial IV y del parque de La Gavia aislar¨¢n al 'hiper' de la droga
Las Barranquillas se mueve. Vecinos y trabajadores sociales han detectado en los ¨²ltimos meses una creciente presencia de antiguos habitantes del mayor hipermecado de la droga de Espa?a en la Ca?ada Real Galiana, junto al vertedero de Valdeming¨®mez (Villa de Vallecas). La mudanza de los traficantes se debe a que, en un futuro pr¨®ximo, Las Barranquillas quedar¨¢ aislado, ya que a su alrededor se construye la Radial IV y el parque de La Gavia, del arquitecto japon¨¦s Toyo Ito. Miles de toxic¨®manos acuden cada d¨ªa a este poblado marginal para comprar drogas.
La mudanza que est¨¢ comenzando ha provocado la alarma social en los alrededores de Valdeming¨®mez, tal y como reconoce Anabel, miembro de Universida, una ONG que ofrece apoyo social y sanitario a los toxic¨®manos en Las Barranquillas. "Llevamos varios meses celebrando reuniones con los vecinos para que no cunda el p¨¢nico. Pero existe preocupaci¨®n por esta especie de flujo migratorio", asegura. Desde hace siete meses, un foro compuesto por diversos organismos sociales y representantes vecinales se re¨²ne para tratar sobre una situaci¨®n que ha sido calificada como "una bomba de relojer¨ªa" por habitantes de la zona.
El territorio sobre el que ahora se asienta Las Barranquillas quedar¨¢ a corto plazo en medio de nuevas infraestructuras urban¨ªsticas. Por un lado, la Radial IV, una autov¨ªa de gesti¨®n privada que, desde mediados del pr¨®ximo a?o, enlazar¨¢ la localidad toledana de Oca?a con Madrid. Por otro, el parque de La Gavia, que hacia el 2006 ser¨¢ el gran espacio verde del nuevo barrio del Ensanche de Vallecas. El Ayuntamiento prev¨¦ adjudicar las obras el pr¨®ximo oto?o, seg¨²n fuentes municipales.
En la ca?ada vive un crisol de culturas y nacionalidades. Hay gitanos, payos e inmigrantes marroqu¨ªes, subsaharianos y de los pa¨ªses del Este. Junto a chal¨¦s y casas unifamiliares, existe un n¨²cleo chabolista cada vez mayor, aunque, como reconoce el m¨¦dico Jos¨¦ Zarco, la venta de droga todav¨ªa no ha hecho su aparici¨®n de forma tan expl¨ªcita como en Las Barranquillas. "No hay tanto consumo y venta a peque?a escala, aunque parece que s¨ª se da el tr¨¢fico con mayores cantidades", explica Zarco.
Anabel, la trabajadora social de Universida, corrobora esta impresi¨®n: "En la ca?ada no se venden micras (la d¨¦cima parte del gramo, unidad de venta de la coca¨ªna y la hero¨ªna) y todav¨ªa no est¨¢ bien visto el consumo. Pero es una circunstancia que puede cambiar en cualquier momento, sobre todo si comiezan a venir los trapicheros de Barranquillas".
En la Ca?ada Real se asientan m¨¢s de 2.000 construcciones ilegales a pesar de que es una zona protegida y, por tanto, no urbanizable. Entre las infraviviendas hay algunas que tienen hasta 20 a?os de antig¨¹edad. Hay explotaciones ganaderas, viveros, chal¨¦s, talleres, chabolas, bares y hoteles. Sin embargo, "seg¨²n avanzas hacia el campo", cuenta Zarco, "desaparecen las construcciones y aparecen las chabolas".
"Buena parte de esas infraviviendas est¨¢n habitadas por antiguos moradores de Las Barranquillas y por gitanos llegados de otras partes de Espa?a", a?ade este m¨¦dico. Las instituciones han lanzado la voz de alarma, y ven en las condiciones de insalubridad del lugar un motivo m¨¢s de preocupaci¨®n. Ya se ha registrado alg¨²n brote de tuberculosis.
Por la carretera que atraviesa la Ca?ada Real -que tampoco tiene aceras- circulan a diario m¨¢s de 3.000 camiones llenos de desperdicios que descargan en la incineradora o en el basural de Valdeming¨®mez. Uno de ellos acab¨® con la vida de una ni?a el pasado mes de mayo.
El parque de Toyo Ito
El terreno que albergar¨¢ el futuro parque de La Gavia, con una superficie de 39 hect¨¢reas, casi la mitad de lo que ocupa el Retiro, tiene su historia. Hace tres a?os, el Ayuntamiento derrib¨® en esta zona un grupo de chabolas construidas por traficantes de drogas.
Los narcos, que supuestamente proced¨ªan de Las Barranquillas, hab¨ªan expulsado previamente a un grupo de unos 30 hortelanos de Vallecas Villa que cultivaban all¨ª sus hortalizas. La zona sigue siendo camino de paso de toxic¨®manos que acuden al poblado en busca de estupefacientes. Algo que podr¨ªa cambiar si prosigue la mudanza de Las Barranquillas a la Ca?ada Real.
Camiones en vez de ovejas
En la Ca?ada Real hay chabolismo desde hace casi diez a?os, aunque el fen¨®meno nunca hab¨ªa adquirido la dimensi¨®n que est¨¢ tomando ahora con la llegada de habitantes de Las Barranquillas.
Elena Mart¨ªn, presidenta de la Asociaci¨®n de Vecinos de la Ca?ada Real, reclama la actuaci¨®n inmediata del Gobierno regional. "Es urgente formar una mesa de negociaci¨®n con la Comunidad y el Ayuntamiento. Si no, esto corre el riesgo de convertirse en un gueto".
El Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, gobernado por una coalici¨®n IU-PSOE, denunci¨® hace tres semanas "el peligroso descontrol" y la falta de vigilancia existentes en la Ca?ada Real, tras originarse un incendio en un dep¨®sito de neum¨¢ticos. El Consistorio de Rivas alert¨® de que en la Ca?ada hay un asentamiento ilegal de infraviviendas y se desarrollan actividades semiindustriales no reguladas, "que, como se ha demostrado, revisten un importante grado de peligrosidad".
Por ello, desde la asociaci¨®n vecinal reclaman que se legalice la situaci¨®n de las viviendas de la zona, "como en su d¨ªa se hizo con la calle Alcal¨¢, que tambi¨¦n era una ca?ada por la que pasaban ovejas. Aqu¨ª los reba?os dejaron de pasar hace tiempo y se han convertido en camiones".
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