El Consejo Econ¨®mico y Social tambi¨¦n cuestiona el modelo de crecimiento catal¨¢n
Inquietud por la dependencia de la construcci¨®n y el endeudamiento de familias y empresas
El debate sobre la econom¨ªa catalana se calienta tras la advertencia de la C¨¢mara de Comercio. Sin alarmismo, pero con valent¨ªa, el Consejo de Trabajo Econ¨®mico y Social de Catalu?a (CTESC), que representa a empresarios, sindicatos, expertos y la propia Generalitat, le colg¨® ayer varios farolillos rojos al panorama socioecon¨®mico. A saber, un modelo de crecimiento d¨¦bil que cuelga de la construcci¨®n. Familias y empresas muy endeudadas, sobre las que pende el riesgo de insolvencia ante una subida de tipos de inter¨¦s. Inversi¨®n flaqueante en infraestructuras, investigaci¨®n y desarrollo, y formaci¨®n. Y un alarmante ¨ªndice de fracaso escolar.
El CTESC, presidido por el nacionalista Rafael Hinojosa, ha culminado su primer a?o de existencia con una memoria que radiograf¨ªa la situaci¨®n socioecon¨®mica de Catalu?a y que, tras edulcorar las tesis m¨¢s duras de algunos de sus redactores, ha pasado el trance con unanimidad.
En la presentaci¨®n de la memoria, Hinojosa evit¨® un tono catastrofista. "No puede decirse que el actual modelo econ¨®mico se haya agotado, aunque puede perfeccionarse", se?al¨®, tras opinar tambi¨¦n que "no se le puede pedir a esta Administraci¨®n o a otras el dirigismo. Debe asegurar un marco, empezando por las infraestructuras, para que sea la sociedad civil la que lo aproveche".Aun as¨ª, las consideraciones generales del consejo son contundentes. Con el 2,2%, la econom¨ªa catalana, cada vez m¨¢s dependiente de la internacional, creci¨® en 2002 a un ritmo superior a la espa?ola (2%) y a la europea (0,8%).
Crecimiento "d¨¦bil"
Pero las fuentes de este crecimiento han cambiado y "pueden condicionar el potencial econ¨®mico futuro" en una Europa ampliada: el consumo privado y la construcci¨®n, la rama m¨¢s din¨¢mica de la econom¨ªa, han desplazado desde 2000 a la inversi¨®n en bienes de equipo y al sector exterior, en un contexto en el que la industria crece al ralent¨ª (1,3%) y la actividad empresarial tambi¨¦n se mueve despacio. De todo ello resulta un modelo "demasiado d¨¦bil y poco duradero por sus menores efectos sobre el incremento de la productividad". "Catalu?a se encuentra en una disyuntiva, entre el estancamiento y un salto hacia la competitvidad", afirm¨® Ciriaco Hidalgo, miembro de la ejecutiva del CTESC por UGT.
Y en esta disyuntiva, se encienda otra luz roja: la decreciente capacidad de financiaci¨®n de las familias, combinada con una creciente necesidad de financiaci¨®n por parte de las empresas. El mayor endeudamiento de ambas plantea "incertidumbre con vistas al futuro". Un cambio de expectativas econ¨®micas o una subida de tipos de inter¨¦s "podr¨ªa incrementar" su situaci¨®n de insolvencia.
Joan Carles Gallego, tambi¨¦n en la ejecutiva por el sindicato CC OO, hace hincapi¨¦ en uno de los d¨¦ficit en que m¨¢s se recrea el CTESC y que coincide con el clamor generalizado entre los empresarios: la "insuficiente" inversi¨®n en infraestructuras, nuevas tecnolog¨ªas, formaci¨®n e investigaci¨®n y desarrollo (0,94% del PIB). Seg¨²n Gallego, estas carencias deben superarse con objeto de "garantizar una mayor eficiencia econ¨®mica y una mayor competitividad". Son lo que Hidalgo describe como "cuellos de botella", y en ellos, recuerda Hinojosa, tiene su papel el eterno d¨¦ficit fiscal. En formaci¨®n, por ejemplo, el CTESC alerta del 25% de alumnos que fracacan en la ense?anza obligatoria y en el 28,3% de j¨®venes que abandonan los estudios superiores. J¨®venes y mujeres siguen sufriendo los desajustes del mercado laboral catal¨¢n, en el que un ligero aumento del empleo no pudo evitar en 2002 que el paro superara el 9%.
Otro toque de atenci¨®n alude a la mayor dependencia financiera de los municipios por la pr¨¢ctica desaparici¨®n del impuesto de actividades econ¨®micas (IAE).
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