'Damas', de Saura, y 'Manos', de Chillida, se unen en Palma

El pintor Antonio Saura plasm¨® con insistencia la imagen de las mujeres: Damas titul¨® su trabajo, que qued¨® enmarcado durante 50 a?os en series sucesivas, encabezadas por Retratos imaginarios o Mujeres en el sill¨®n. Medio centenar largo de piezas, en una selecci¨®n de obra sobre papel, ¨®leos, dibujos a mina de plomo, tinta china y composiciones de colores llamativos, se exhibe desde ma?ana hasta el 15 de noviembre en el Museo Espa?ol de Arte Espa?ol Contempor¨¢neo, de la Fundaci¨®n Juan March, en Palma de Mallorca.

Chillida acompa?a a Saura en el sector de las salas de muestras temporales del importante y renovado Museo March, en el mismo centro comercial de la capital balear. El espacio de muestras rotatorias ha estado ocupado hasta ahora por grabados primitivos y raros de Pablo Picasso y cien piezas de su Suite Vollard.

Junto a los trazos gruesos y agresivos de Saura flotan con rotundidad y coherencia las formas geom¨¦tricas y realistas del Elogio de la mano, de Eduardo Chillida, una representaci¨®n en 103 dibujos, gravitaciones y esculturas, que abarcan cinco d¨¦cadas de producci¨®n del escultor vasco.

Los sauras proceden de los fondos del artista y de un coleccionista, mientras que los chillidas, han sido cedidos por la familia y por particulares. Saura intent¨® transgredir la representaci¨®n de los retratos cl¨¢sicos y reunir sus miradas contrarias a los iconos cl¨¢sicos desde la imaginaci¨®n. Recre¨® sus f¨¦minas en t¨ªtulos y cuadros, a la manera de "bestia convulsa que muestra sus atributos", y al tiempo se?al¨® una forma de entender el embelesamiento por las mujeres.

El artista, fallecido en Cuenca hace hoy cinco a?os, fragmentaba carteles callejeros, manipulaba viejas reproducciones, descolocaba hasta en la elecci¨®n del t¨ªtulo. El cuadro centrado en la figura de la actriz Brigitte Bardot, de 1962, es un ejemplo del sarcasmo desde el arte, un manifiesto ir¨®nico contra la representaci¨®n decorativa.