"Vuelvo a ser Mar¨ªa Pel¨¢ez"

Verona, en el V¨¦neto, ha sido la tierra de promisi¨®n para una de las mejores nadadoras espa?olas de los ¨²ltimos a?os, la malague?a Mar¨ªa Pel¨¢ez. Toc¨® el cielo en los Campeonatos de Europa de Sevilla, en 1997, alz¨¢ndose con el t¨ªtulo de los 200 mariposa. Se desliz¨® a continuaci¨®n por una espiral negativa. Se alej¨® de sus mejores marcas. "Estaba bloqueada mentalmente, aunque me mantuve en la brecha hasta 2000", cuenta ahora, con la certeza de que lo peor ya pas¨®. Lo peor fue que durante 2001 y 2002 dej¨® de acudir a los grandes campeonatos en los que hab¨ªa estado presente desde su eclosi¨®n hace once a?os. No fue ni a los anteriores Mundiales, ni tampoco a los Europeos del a?o pasado en Berl¨ªn. "Me qued¨¦ en tierra a pesar de que hab¨ªa hecho la m¨ªnima, pero otras dos nadadoras superaron mis tiempos y en la selecci¨®n s¨®lo hab¨ªa dos plazas. Fue frustrante. El bloqueo psicol¨®gico hab¨ªa provocado una p¨¦rdida de autoestima", admite. Lleg¨® a plante¨¢rselo todo. De no haber sido por su entrenador en la Blume de Madrid, Juan Carlos Guti¨¦rrez, y por su familia, lo hubiera enviado todo a rodar.

"Si un d¨ªa no va bien el entrenamiento, no pasa nada; ya no entro en ese c¨ªrculo vicioso"

Hab¨ªa finalizado pr¨¢cticamente sus estudios de Educaci¨®n F¨ªsica. Nada la ataba ya a Madrid y, finalmente, se convenci¨® de que necesitaba un cambio radical. Baraj¨® posibilidades: Australia, "quedaba lej¨ªsimos", Holanda, le parec¨ªa "un pa¨ªs muy fr¨ªo", y Estados Unidos, que nunca le hab¨ªa atra¨ªdo porque ten¨ªa la certezar de que no iba a integrarse igual que en otros lugares. Y as¨ª fue como se le ocurri¨® pensar en Italia, a trav¨¦s de Luis Lahera, un nadador argentino afincado all¨ª. El seleccionador italiano, Alberto Castagnetti, le abri¨® las puertas del centro en el que se entrena un grupo de ¨¦lite formado por cinco nadadores italianos.

Privada de las becas ADO y de la Federaci¨®n Espa?ola, el ayuntamiento de M¨¢laga y la Federaci¨®n de Andaluc¨ªa, le ayudaron en los peores momentos. Estaba absolutamente convencida de que deb¨ªa emigrar, aunque tuviera que pagarse las concentraciones de su propio bolsillo. En Verona cambi¨® por completo. "Estoy aprendiendo much¨ªsimo", afirma. "Mi entrenador me da una confianza absoluta. Si un d¨ªa no me va bien el entrenamiento, no pasa nada. Ya no entro en ese c¨ªrculo vicioso que hace que no salgas".

All¨ª, en Verona, cuenta tambi¨¦n con un preparador f¨ªsico. Nada entre 70 y 75 kil¨®metros a la semana, con un vol¨²men de intensidad mayor que en Espa?a. Ha cambiado ligeramente su estilo y ha recuperado "sensaciones en el agua". Vuelve a disfrutar con la nataci¨®n. Hace unas semanas obtuvo la m¨ªnima para los Mundiales, 2m 11.30s, una marca alejada de los 2m 10.25s de Sevilla en 1997; pero un registro, al fin, de nivel.

Ahora, de nuevo en la selecci¨®n, vuelve a sonre¨ªr e incluso a llorar, pero de emoci¨®n, como le sucedi¨® en la presentaci¨®n del equipo espa?ol, cuando explicaba lo bien que ha sido acogida en Verona. "He recuperado mi optimismo natural, vuelvo a ser Mar¨ªa Pel¨¢ez". Su objetivo son los Juegos Ol¨ªmpicos del a?o pr¨®ximo y sue?a con bajar de los 2m 10s y estar en la final de los 200 mariposa, cuyas series empiezan hoy.