Aves migratorias

Casi todos los ciclistas profesionales utilizan puls¨®metro durante las etapas. Es decir, un transmisor sujeto al t¨®rax que mide constantemente la frecuencia de sus latidos cardiacos. Salvo en casos de deshidrataci¨®n -entonces la frecuencia cardiaca se dispara enseguida-, la ecuaci¨®n es bien sencilla: m¨¢s latidos cardiacos igual a mayor esfuerzo. De hecho, existen tres fases de intensidad en funci¨®n de la frecuencia cardiaca alcanzada: fase 1 o de intensidad leve, por debajo de aproximadamente 140 lpm, fase 2 o de intensidad media, entre 140 y 175 lpm, y fase 3 o de intensidad alta, por encima de 175 lpm.

As¨ª que ya podemos cuantificar los dos principales factores que definen la dureza de este deporte: el tiempo total encima de la bici, y la intensidad. Ahora s¨®lo queda juntarlos para cuantificar la dureza total de cada etapa. La manera m¨¢s sencilla de hacerlo es la siguiente: cada minuto transcurrido en cada una de las fases 1, 2, y 3 sumar¨ªa uno, dos y tres puntos, respectivamente. As¨ª, cuantos m¨¢s puntos acumule un ciclista en una etapa, m¨¢s dura ha sido la misma.

Aunque algunos son capaces de llegar a casi 8.500, un ciclista suele acumular unos 7.000 puntos al final del Tour. Lo que supone una media para cada etapa en l¨ªnea de 350-400 puntos. Este promedio es superior al de la mayor¨ªa de competiciones de un solo d¨ªa: 200 puntos para los 20 km marcha, o unos 300 para la marat¨®n. S¨®lo las competiciones de gran fondo, como los 50 km marcha, con sus 500 puntos, superar¨ªan a las etapas del Tour. Aunque no a todas: en las etapas de alta monta?a de m¨¢s de 5 horas, los que se juegan la general pueden llegar a los 600 puntos. Una aut¨¦ntica barbaridad.

Se estima que en un d¨ªa normal del paleol¨ªtico, nuestros ancestros, cazadores n¨®madas que s¨®lo pod¨ªan sobrevivir a base de realizar mucha actividad f¨ªsica, llegaban a los 150 puntos diarios. No est¨¢ mal, aunque lejos del Tour. Otros grandes fondistas eran los legionarios romanos. En su fase de preparaci¨®n para la batalla, estos musculosos guerreros, algunos de 80 ¨® 90 kg de peso, deb¨ªan recorrer, caminando y a veces corriendo, unos 30 kil¨®metros al d¨ªa. Adem¨¢s, durante las casi 5 horas que duraba cada marcha deb¨ªan cargar un lastre de al menos 20 kg. Se estima que llegar¨ªan a los 300 puntos diarios. Todav¨ªa por debajo de un Tour, aunque con un matiz: el que no aguantaba los entrenamientos era ejecutado...

Es posible que los casi 200 hombres que remaban en las galeras griegas, cuatro siglos antes de Cristo, s¨ª hiciesen su Tour particular, o incluso m¨¢s. Encajonados en un banco sin apenas aire para respirar, deb¨ªan remar entre 12 y 18 horas al d¨ªa, generando una potencia m¨ªnima de 62 vatios, lo que supon¨ªa al menos 720 puntos al d¨ªa. Simplemente inhumano. Otros que hac¨ªan su Tour eran los antiguos carteros: los Chasqui del Imperio Inca, o los Hikyaku (piernas voladoras) de Jap¨®n. Entre los siglos XVII y XIX, los Hikyaku recorr¨ªan 500 km en 9 d¨ªas.

Quiz¨¢s el esfuerzo que m¨¢s se parece a una gran vuelta ciclista no lo hacen los humanos, sino las aves migratorias. Algunos estudiosos tambi¨¦n le han puesto puls¨®metro a estas aves, como a las ocas cariblancas (Branta leucopsis) durante sus migraciones oto?ales entre el ¨¢rtico, al norte de Noruega, y Escocia. Su tour a¨¦reo puede durar unas tres semanas, durante las cuales vuelan unas 61 horas en promedio, en etapas de 1 a 14 horas. Durante el vuelo, su frecuencia cardiaca media es de 253 lpm, unas tres veces m¨¢s alta que en reposo.

En las 90 horas que en promedio duran los Tours recientes, la frecuencia cardiaca promedio de cada ciclista es de unos 135 lpm.

Alejandro Luc¨ªa es profesor de la Universidad Europea de Madrid.