?Cu¨¢l es mi alternativa?

Soy una chica de 16 a?os que intenta divertirse. ?Qu¨¦ puedo hacer?

La gente de mi edad bebe, fuma, se emborracha y dedica su tiempo libre a hacer da?o a su vida y la de los dem¨¢s. En la mayor parte de los diarios siempre hay un tema dedicado a nosotros, a las locuras que hacemos. Siempre un joven ha acabado en coma por las drogas, o hemos vuelto a reventar una discoteca. Visto desde fuera, es terrible que gente tan joven destroce su vida de esa manera; sin embargo, afirmo por mi experiencia que los adultos sab¨¦is quejaros de lo que hacemos mal, pero no est¨¢is poniendo los medios necesarios para que esto no se repita.

Mis amigos van todas las noches a una discoteca, porque con diecis¨¦is a?os les permiten pasar; todos los d¨ªas de instituto, en los recreos de la ma?ana, el bar de al lado vende cigarros sueltos a gente de mi clase, tengo mucha informaci¨®n de d¨®nde, c¨®mo y cu¨¢ndo puedo comprar un porro u otra clase de droga, y he visto c¨®mo mis amigos se van al campo a emborracharse la mayor¨ªa de los s¨¢bados.

Todos sabemos las consecuencias de esto, y algunos buscamos alternativas. Intent¨¦ hacer alg¨²n tipo de voluntariado con el que ayudar a los dem¨¢s, pero me sorprendieron con que hay una ley que exige tener dieciocho a?os para ser voluntaria. Es curioso c¨®mo las leyes afirman que tenemos edad para decidir dejar toda una carrera de estudios y ponernos a trabajar como cualquier adulto y, sin embargo, no tenemos edad para ayudar a los dem¨¢s.

Han abierto un centro alternativo a las discotecas y botellones llamado Ocio, lo cual me alegr¨® mucho, pero descubr¨ª poco despu¨¦s que sigue siendo para mayores de dieciocho a?os.

As¨ª que nuestra ¨²nica otra alternativa es el cine, el teatro o alg¨²n espect¨¢culo; pero, vistos sus precios y el poco dinero que tenemos los j¨®venes, es comprensible que muchos de nosotros elijamos, sin otro remedio, echar a perder nuestras vidas en una jaula de alcohol y drogas. No nos dejan ver otra salida.