Alcaldadas
A comienzo de los a?os setenta, el gran Luis Carandell manten¨ªa en el semanario Triunfo una secci¨®n de gran ¨¦xito que se llamaba Celtiberia Show. En este espacio fue form¨¢ndose una espesa antolog¨ªa de las m¨¢s extravagantes manifestaciones del franquismo: sus gestas cotidianas m¨¢s pacatas, sus manifestaciones m¨¢s pudorosas y beatas.
Ten¨ªa Luis Carandell especial predilecci¨®n por las alcaldadas. Es decir, por las manifestaciones de autoritarismo m¨¢s rid¨ªculas. ?l mismo, fue v¨ªctima de una alcaldada una tarde de verano de los a?os cuarenta cuando un polic¨ªa municipal le mult¨® por cruzar la Puerta del Sol de Madrid sin llevar corbata.
As¨ª era Espa?a y, de alg¨²n modo, a¨²n sigue siendo. El lunes pasado, este peri¨®dico en su edici¨®n andaluza daba la noticia de que el alcalde de Torredonjimeno (Ja¨¦n) piensa prohibir que los hombres salgan los jueves a la calle.
El alcalde es del Partido Andalucista y se llama Javier Checa. Ah¨ª donde lo ven, es uno de los magnates de la comunicaci¨®n audiovisual andaluza, aunque a¨²n le queda mucho para alcanzar al l¨ªder indiscutible del ramo: el hombre que invent¨® a la bruja Lola, un antiguo militante del PSOE envuelto en el caso Juan Guerra.
Hace un par de a?os, desde una emisora de televisi¨®n local de la Costa del Sol, Javier Checa lanz¨® un programa que tuvo gran ¨¦xito y fue reemitido por las decenas de canales cutres que compiten en Espa?a y parte del extranjero: al rebufo del ¨¦xito del programa Gran hermano, ¨¦l cre¨® El gran polvo -f¨ªjense qu¨¦ titulo m¨¢s original-, programa que consist¨ªa en que un grupo de personas se dedicaba a la fornicie frente a las c¨¢maras sin que mediara el m¨¢s m¨ªnimo proleg¨®meno ni intento de seducci¨®n.
Ahora, desde su alcald¨ªa, Javier Checa sigue haciendo p¨²blico su sentido peculiar de ver la vida y anuncia un bando en el que declarar¨¢ los jueves como d¨ªa semanal de la mujer. Establecer¨¢ una especie de toque de queda para los hombres, que, bajo amenaza de multa de cinco euros, no podr¨¢n pisar la calle desde las nueve de la noche a las dos de la madrugada. El alcalde ha dicho que pretende perseguir la "discriminaci¨®n positiva" de la mujer y "concienciar" la lucha contra los malos tratos.
Miren para qu¨¦ termina sirviendo la verborrea de lo pol¨ªticamente correcto que tan grata resulta a nuestras feministas profesionales. Ah¨ª no acaba todo: tambi¨¦n piensa prohibir ver la televisi¨®n una vez a la semana. Espero que, si se atreve, la fiscal¨ªa le pare los pies y pida su procesamiento. Con las libertades no se juega. El asunto no tiene ninguna gracia, como tampoco la tienen los chistes sobre violadas o sobre jud¨ªos y crematorios.
Desgraciadamente, a¨²n queda gente as¨ª: como el pol¨ªtico andaluz que acostumbra a saludar a las mujeres j¨®venes que le acaban de ser presentadas con una frase que ha de creer ingeniosa: "Ni?a, a ti no te han comido bien el c...". Una de las ¨²ltimas veces lo hizo con una amiga m¨ªa. Ya es punter¨ªa.
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