La savia de Gepetto
El marionetista Francisco Peralta perfila los preparativos para el estreno de su ¨²ltima obra, 'La noche'
Hace casi 50 a?os, Francisco Peralta, virtuoso marionetista y escultor, conoci¨® a la escritora Montserrat del Amo. Desde entonces, el artista -poseedor de la medalla de plata al m¨¦rito en Bellas Artes que le concedi¨® en 1991 el Ministerio de Cultura- ha venido luchando con un texto que la autora le entreg¨® para su puesta en escena.
Corr¨ªa el a?o 56 del pasado siglo y el titerero, denominaci¨®n cervantina que ¨¦l prefiere a la m¨¢s usada de titiritero, supo nada m¨¢s leerla que aquella obra, La noche, le enfrentar¨ªa a serias dificultades.
En todos estos a?os, los seis folios que contienen el texto han salido montones de veces del caj¨®n de los imposibles; Peralta proyect¨® m¨¢s de un t¨ªtere protagonista e inici¨® la construcci¨®n de otros cuantos. Ensayos est¨¦riles, ante el reputado perfeccionismo del artista.
Sin vestir y est¨¢ticos, los t¨ªteres componen una suerte de pieza de ingenier¨ªa
Desde hace unos meses, el montaje de La noche ha encaminado su recta final. Un grupo de seis marionetistas profesionales trabaja junto a Peralta y bajo su batuta en el que ser¨¢ uno de los espect¨¢culos m¨¢s esperados de la pr¨®xima temporada madrile?a.
Se estrenar¨¢ el mes de enero en la sala Pradillo, seg¨²n se anunci¨® en el acto inaugural del festival Titirilandia 2003, el pasado 12 de julio. Ese d¨ªa, Juan Mu?oz, director de la veterana compa?¨ªa La Tartana, mostr¨®, para asombro de los presentes, la prueba corp¨®rea del trabajo que ha mantenido ocupado a Peralta durante a?os, en una tarea discontinua para conseguir el t¨ªtere que tantas y tantas veces le pareci¨® "inviable". Y, sin embargo, all¨ª se encontraba, en el peque?o escenario del parque del Retiro.
Hasta el estreno, los trabajos de preparaci¨®n contin¨²an. Cuatro horas diarias de trabajo en un taller impartido por Peralta y con un alumnado de excepci¨®n, el mismo Juan Mu?oz; la marionetista Marta Bautista, de La Mar de Marionetas y directora de Titirilandia; Sonia Zubiaga, de La P¨ªcara Locuela; Gema Zubizarreta, colaboradora de esa misma compa?¨ªa, y Sergio Garc¨ªa y Pedro Jim¨¦nez, del joven Teatro Urgente.
Desde principios de marzo pasado se re¨²nen cada tarde en la nave-taller de Francisco Peralta para construir cada uno un t¨ªtere, seg¨²n la t¨¦cnica desarrollada por el titerero y que se basa en un intrincado mecanismo, capaz de dotar de sutil¨ªsimos movimientos al personaje.
Si se observan sin vestir y est¨¢ticas, las marionetas de Peralta componen una suerte de pieza de ingenier¨ªa, plagada de engranajes, peque?as palancas, varillas, hilos...; desnudas y en movimiento, exhiben la precisi¨®n del mecanismo de un reloj, y en el escenario se mueven como un ser vivo. El sue?o imposible que Carlo Collodi inmortaliz¨® en la ficci¨®n.
"Peralta trabaja pacientemente en su taller", dijo de ¨¦l el director de Teatralia, Carlos Laredo, "para dotar de vida a sus mu?ecos, como Gepetto". Con estas palabras pronunciadas en la presentaci¨®n de la ¨²ltima edici¨®n del festival organizado por la Comunidad de Madrid, Laredo rindi¨® su particular homenaje al marionetista.
Ha sido el propio certamen el que ha hecho posible, con dotaci¨®n presupuestaria, el taller que en estos momentos se desarrolla y que culminar¨¢ con la puesta en escena de La noche.
El texto se compone con los personajes de la Comedia del Arte, Arlequ¨ªn, Pierrot y Colombina. La brevedad del mismo resulta parad¨®jica con la dificultad que entra?a para ser llevada a escena; Peralta la explica as¨ª: "Lo peliagudo ha sido construir un t¨ªtere expresivo, con capacidad gestual suficiente para protagonizar una obra muy po¨¦tica y l¨ªrica".
Con su estreno acabar¨¢ la larga ausencia de los escenarios de la compa?¨ªa Peralta del Amo. Ha pasado una d¨¦cada desde su ¨²ltima actuaci¨®n en el Festival Internacional de Teatro Cl¨¢sico de Almagro, con el montaje Romance de la Condesita, un texto an¨®nimo del siglo XVI recopilado por Ram¨®n Men¨¦ndez Pidal, que la compa?¨ªa represent¨® en diversos escenarios espa?oles y extranjeros durante casi 30 a?os.
La Condesita, el t¨ªtere, ilustra bien el modo de hacer de este artista y por ello se ha convertido en su pieza m¨¢s conocida. La t¨¦cnica de manipulaci¨®n tambi¨¦n responde a un dise?o original; un eje, fijado por un arn¨¦s a la cintura del titiritero, sostiene al mu?eco a un metro por encima de la cabeza de aqu¨¦l. De este modo quedan libres las manos del manipulador para mover al t¨ªtere desde abajo, mediante varillas.
Dada su doble condici¨®n de marionetista y escultor, el propio Peralta la esculpi¨® en bronce en 1997, a petici¨®n del Ayuntamiento de M¨®stoles, para realizar uno de los pocos monumentos dedicados al teatro de t¨ªteres que hay en el mundo.
A pesar de haberse alejado de la escena tanto tiempo, Peralta nunca ha ca¨ªdo en el olvido. La propia escultura es prueba fehaciente; como lo es la exposici¨®n antol¨®gica que se le dedic¨® en el a?o 1997 en la Casa de Vacas o, m¨¢s recientemente, la concesi¨®n del Premio Nacional ASSITEJ-Espa?a, que otorga la secci¨®n espa?ola de la Asociaci¨®n Internacional de Teatro para la Infancia y la Juventud. Un galard¨®n que se decide con el voto de los asociados, gentes de teatro que han hecho as¨ª patente el reconocimiento del compa?ero, que ya han recuperado para los escenarios.
Peralta tiene ante todo un deseo: lo ¨²ltimo que querr¨ªa es que la mec¨¢nica que ha inventado para dar movimientos vivos al t¨ªtere acabara por destruir la vida que le otorga el titiritero en escena y que fue lo que le fascin¨® la primera vez que vio teatro de marionetas. Fue en su C¨¢diz natal (que le vio nacer en 1930) y a lo grande: Peralta se inici¨® ni m¨¢s ni menos que con el m¨ªtico teatro de la T¨ªa Norica. Desde su traslado a Madrid, en 1949, para estudiar Bellas Artes en la escuela de San Fernando, no ha cesado de investigar en su taller en el desarrollo de una t¨¦cnica original para la construcci¨®n y manipulaci¨®n de los t¨ªteres.
En familia
Una quincena de t¨ªtulos componen la obra de Francisco Peralta, antes de su retirada de los teatros. Entre ellos, algunas piezas literario-musicales como Pedro y el lobo o la ¨®pera Basti¨¢n y Bastiana, adem¨¢s de varios textos del Siglo de Oro espa?ol (El paso de las aceitunas, Los melindres de Melisa y otros). El ¨²ltimo estrenado, Frederick, un cuento del autor holand¨¦s Leo Lionni, se repondr¨¢ en paralelo al estreno de La noche.
El alejamiento de Peralta de los escenarios estuvo condicionado por la marcha de sus hijas de la compa?¨ªa. "No me apetec¨ªa buscar a gente que las sustituyera", explica, aunque enseguida aclara que no es porque ¨¦l pensara que otros lo har¨ªan mal, sino porque su compleja t¨¦cnica de manipulaci¨®n requiere para obtener unos resultados ¨®ptimos de un largo proceso.
Precisamente por eso, le pareci¨® genial la soluci¨®n propiciada por Teatralia de "impartir" su espect¨¢culo. As¨ª, al estar en el mismo proceso de construcci¨®n, los titiriteros se han podido familiarizar con el artilugio, de modo que la t¨¦cnica no los sobrepase a la hora de ejecutarla sobre el escenario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.