Cirug¨ªa del bienestar

Schr?der y Raffarin se est¨¢n convirtiendo en los grandes reformadores del Estado de bienestar. Uno desde la izquierda y el otro desde la derecha. En una gran coalici¨®n de hecho, el canciller socialdem¨®crata ha logrado pactar con la oposici¨®n democristiana una reforma de la sanidad p¨²blica alemana para reducir sus costes mediante un recorte de las prestaciones. La reforma de las pensiones aprobada ayer a toda prisa por el Parlamento franc¨¦s va en la misma direcci¨®n de adelgazar el Estado de bienestar. Pero el clima es bien distinto en el pa¨ªs vecino, donde los socialistas recurrir¨¢n ante el Tribunal Constitucional las nuevas disposiciones que provocaron protestas masivas en mayo y junio en el sector p¨²blico, el m¨¢s afectado al equipararse gradualmente el tiempo de cotizaci¨®n para gozar de la pensi¨®n plena: 40 a?os en 2008.

Mientras Raffarin conf¨ªa en que el movimiento de protesta pierda fuerza una vez rota la unidad sindical, Schr?der juega a su favor con el debilitamiento de los sindicatos alemanes. La crisis en el poderoso IG-Metall (con 2,6 millones de afiliados) es todo un s¨ªntoma: el fracaso de la huelga ha llevado incluso a un relevo en la direcci¨®n del sindicato.

Los ahorros de la sanidad p¨²blica en Alemania se cifran en 23.000 millones de euros de aqu¨ª a 2007, de los que casi 10.000 millones corresponden a 2004, aunque disminuir¨¢n tambi¨¦n los ingresos con el recorte de m¨¢s de un punto en las cotizaciones empresariales al seguro de enfermedad. Una importante novedad ser¨¢ la introducci¨®n de una tasa suplementaria de un euro sobre el precio del tabaco que ir¨¢ directamente a alimentar las arcas de la sanidad p¨²blica. Desaparecen prestaciones que constituyen un lujo comparativo respecto a otros pa¨ªses europeos: gafas, pr¨®tesis dentales o curas termales; las consultas m¨¦dicas o la hospitalizaci¨®n tendr¨¢n un coste para el paciente.

La reforma sanitaria alemana es un paquete, entre otros, de la llamada Agenda 2010 -que tambi¨¦n incluye una reforma de las pensiones-, s¨®lo viable con el apoyo de los democristianos, que controlan la c¨¢mara territorial, el Bundesrat. Aunque con problemas distintos, Alemania y Francia no podr¨¢n salir de su marasmo econ¨®mico -falta de crecimiento, desempleo y d¨¦ficit presupuestario desbocado- sin medidas dr¨¢sticas y dolorosas. Para el resto de Europa es esencial que estas dos econom¨ªas, que suponen un 50% del PIB del ¨¢rea euro, recuperen su buena forma.