Jeta

"Me jode su cara y basta. Y es el culpable de todo lo que pas¨®. Me jode tu jeta, eso es lo que tengo con vos": la frase de David Vi?as me reven¨ªa a medias, la busqu¨¦ y es como digo. En Los hombres de a caballo, y tuvo el premio de Casa de las Am¨¦ricas en Cuba (un rojo, ya se ve; quiz¨¢ se lo cruzaran ustedes por Madrid, cuando el exilio). Me ven¨ªa por la contemplaci¨®n del tr¨¢nsfuga (o lo que sea) Tamayo, en la primera sesi¨®n de la comisi¨®n que le investiga. Ah, que no se sabe qu¨¦ investiga: unos creen que es la adquisici¨®n por el PP de Tamayo y su jineta a la grupa; otros, que es la ideolog¨ªa de los tr¨¢nsfugas, que han descubierto el viejo y querido anticomunismo que tan ¨²til fue para depuraciones silenciosas (hoy ya est¨¢ sustituido por el antiterrorismo). Y otros, en fin, que se investiga la descomposici¨®n, ruina y desastre del partido socialista. Ser¨¢n ¨¦stos los que ganen: socialistas y comunistas no est¨¢n preparados. No s¨¦ si deb¨ªan haber renunciado a estas investigaciones y aceptado desde el principio lo que se llama "la repetici¨®n de las elecciones", y no es tal repetici¨®n porque las vueltas atr¨¢s no existen: la vida no se rebobina. Pero est¨¢n asustados. Creen que esta vez van a perder: est¨¢n seguros de que el pueblo de Madrid prefiere al p¨ªcaro. A la piara de jetas. Es el pa¨ªs que ha inventado la novela picaresca: la trampa, el enga?o, el hurto elevados a la categor¨ªa de la mejor literatura. Pa¨ªs quevedesco.

Pero con las correcciones necesarias: los p¨ªcaros son los ricos, los que hurtan son los que tienen el poder: y por eso lo tienen. Quiz¨¢ los bandidos generosos de la tradici¨®n robasen al rico para d¨¢rselo al pobre: pero lo que se ve en la realidad es el robo al pobre para d¨¢rselo al rico. No s¨¦ c¨®mo participa Tamayo en esta nueva novela espa?ola -telenovela-, en esta corte de los milagros donde el que gana pierde. Pero al escribirse esta cita -los textos se escriben a s¨ª mismos: el que teclea es un m¨¦dium- me acuerdo del libro de Valle-Incl¨¢n: de la ¨¦poca en que los grandes escritores historiaban su actualidad, en lugar de taparse los ojos. ?Ya era as¨ª? ?Va a ser siempre as¨ª? Hombre, no.

Bueno, "me jode su cara y basta". En plural: sus caras. Los cortesanos del milagro, los grandes p¨ªcaros internacionales, los grandes divos de la "casta diva". Ah, tambi¨¦n los que pierden. No puedo dejar de dialogar con ellos en silencio: "Venga, defi¨¦ndete. Venga, da la cara. Di que est¨¢n robando, y di qu¨¦ es lo que est¨¢n robando: tu vivienda, tu suelo, tus escuelas libres, tu...". Bueno, se acaban las l¨ªneas: cualquier lector puede seguir.