Una calma amenazada por la rivalidad entre chi¨ªes
Diwaniya procede de diwan, un lugar de encuentro y conversaci¨®n donde el jefe de la tribu escucha y resuelve problemas. Este gusto por el consenso ha modelado el car¨¢cter de una poblaci¨®n tranquila y en apariencia pac¨ªfica, que ha sido brutalmente reprimida por el r¨¦gimen de Sadam Husein. No hay sun¨ªes, los m¨¢s opuestos a la presencia del Ej¨¦rcito de Estados Unidos en el pa¨ªs. Sus 450.000 habitantes son chi¨ªes seguidores de dos partidos diferentes y de dos imames enfrentados.
El grupo pol¨ªtico con mayor predicamento en las ciudades del sur de Irak es Al Dawa, que combati¨® con las armas al r¨¦gimen depuesto y jam¨¢s se exil¨®. Huye de toda comparaci¨®n con el modelo iran¨ª y propone un Estado descentralizado respetuoso con todas las minor¨ªas, democr¨¢tico y multipartidista bajo un islamismo moderado. El Congreso Supremo de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica de Mohamed Baqir al Hakim es una escisi¨®n de Al Dawa, que ha crecido pol¨ªtica y militarmente en Ir¨¢n, donde ten¨ªa sus oficinas. Ha moderado su discurso tras la guerra para adecuarse a los vencedores, pero mantiene estrechos v¨ªnculos con Teher¨¢n. Es un partido con apoyo rural. Ambos deber¨¢n disputarse el voto chi¨ª.
La provincia de Al Qadisiya, donde se estacionar¨¢n las tropas espa?olas, est¨¢ pr¨®xima a la ciudad santa de Nayaf. En ella, los imames Al¨ª Sistan¨ª, de 73 a?os, y el joven Murtada Sayed al Sadr mantienen un pulso pol¨ªtico y religioso, un pulso de poder. El primero es moderado, autor de una fatwa (orden religiosa de obligado cumplimiento) que invitaba a los chi¨ªes a facilitar el avance de las tropas estadounidenses procedentes de Kuwait. El segundo se ha radicalizado en las ¨²ltimas semanas, pide la expulsi¨®n de los ocupantes y califica de ilegal el Consejo de Gobierno nombrado en Bagdad. Al Sadr es el que moviliz¨® el pasado viernes a decenas de miles de personas cerca de Nayaf. En Diwaniya, este joven impetuoso, hijo Mohamed Sadiq al Sadr, imam asesinado en 1999 por Sadam, tiene miles de seguidores.
La misi¨®n de los espa?oles parece segura. El principal peligro ser¨ªa una lucha entre los partidos chi¨ªes (ambos disponen de milicias armadas) o una guerra entre los imames de Nayaf. Es lo que sucedi¨® en Bosnia-Herzegovina. La zona de Mostar era en 1992 una de las m¨¢s tranquilas cuando lleg¨® la Agrupaci¨®n M¨¢laga al mando del coronel Zorzo, pero en abril de 1993 estall¨® una guerra dentro de la guerra entre croatas y musulmanes, hasta entonces aliados contra los serbios. A la siguiente agrupaci¨®n, la Canarias del coronel Morales, le toc¨® el peor escenario y le cost¨® nueve bajas, tres de ellos muertos por disparos croatas.
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