Cada nueva c¨¢rcel es un fracaso
Me parece una falta de respeto hacia Andaluc¨ªa, una tierra rica pero deficientemente explotada, que desde el Gobierno central se decida construir m¨¢s c¨¢rceles en nuestra comunidad. Las c¨¢rceles son almacenes de seres humanos con el casi exclusivo objetivo, en la pr¨¢ctica, de apartar a estos de la sociedad por cierto tiempo, dependiendo de la condena de cada cual, vulnerando con ello nuestras leyes penitenciarias y la propia Constituci¨®n, seg¨²n las cuales la finalidad de la pena de prisi¨®n es rehabilitar a las personas presas para lograr su integraci¨®n en la sociedad con el disfrute de todos sus derechos como cualquier otro ciudadano. Pero la rehabilitaci¨®n no se logra invirtiendo en la construcci¨®n de m¨¢s c¨¢rceles, sino invirtiendo en la implantaci¨®n de m¨¢s y mejores alternativas a la misma: Creaci¨®n de empresas de inserci¨®n laboral para presos dentro y fuera de la c¨¢rcel; creaci¨®n de m¨¢s talleres de formaci¨®n profesional; construcci¨®n de m¨¢s centros especializados en la desintoxicaci¨®n de los presos drogodependientes; casas de acogida para los ex presos que no tienen hogar, y, por encima de todo, erradicaci¨®n de la pobreza y la exclusi¨®n de las barriadas marginales repartidas por toda nuestra geograf¨ªa, de las que proceden la inmensa mayor¨ªa de nuestros presos. La inversi¨®n por parte de los poderes p¨²blicos en estas l¨ªneas de actuaci¨®n es muy escasa, y las consecuencias de ello no se hacen esperar, ya que el 70% de los presos son reincidentes. ?Acaso ha valido para algo el enorme coste econ¨®mico que han generado estas personas el tiempo que han permanecido aparcadas en el recinto carcelario? Y, adem¨¢s de todo lo anterior, sospecho que la creaci¨®n de tantas c¨¢rceles en Andaluc¨ªa no evitar¨¢ que el 50% de nuestros presos andaluces sigan cumpliendo condena en lugares alejados de su lugar de residencia, lo que supone no s¨®lo aumentar m¨¢s pena a su propia condena, sino extender los efectos de la misma a la familia del preso. Cada vez m¨¢s, las c¨¢rceles son un sufrimiento in¨²til para quienes las padecen y una verg¨¹enza para los responsables pol¨ªticos, empe?ados, por acci¨®n u omisi¨®n, en meter entre rejas a nuestro Estado social y democr¨¢tico de derecho.
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