La fe
Kurt Vonnegut, en unas recientes y pol¨¦micas declaraciones, dijo a la entrevistadora, nada m¨¢s conectar ¨¦sta el magnetof¨®n: "No me llame humanista. He descubierto que un humanista es una persona que tiene un gran inter¨¦s por los seres humanos. Mi perro es humanista". ?ste es el tipo de aseveraciones que a una le arrebatan su confianza en el ma?ana y sus cong¨¦neres.
Por fortuna, siempre hay aconteceres que te la devuelven. Las sesiones de la comisi¨®n que investiga a la Banda de los Tres en la Asamblea de Madrid, por ejemplo. Si hay algo que ha florecido en ellas es la fe. El marrullero se?or Balb¨¢s, que sospechosamente dice tener un millar de amigos, requiere que alguien repare su buen nombre, y eso le presupone fe en el hecho de haberlo pose¨ªdo. El rotundo se?or Tamayo, a quien se le desborda el alma por los ojos para no seguir dentro de ¨¦l, mostr¨® gran fe en s¨ª mismo y en su decisi¨®n tomada despu¨¦s de haber perdido la fe en su f¨¢cilmente sustituible ex partido.
La se?ora S¨¢ez, a su vez, evidenci¨® una sublime fe ciega (de aquellas que s¨®lo la reci¨¦n fallecida Maruchi Fresno encarnaba en pel¨ªculas como Reina santa) cuando le sigui¨® cual ap¨®stol a una habitaci¨®n de hotel, cualquier habitaci¨®n, cualquier hotel y para lo que fuera menester. Suerte que el se?or Tamayo es todo un caballero y no la someti¨® a m¨¢s sevicia que una rueda de prensa que pasaba por all¨ª.
Y luego est¨¢ la fe con que los interrogadores aplican sus cuestionarios, la fe de quienes los prepararon, y la fe con que se demoran en ellos. No es que mueva monta?as, es que se trata de la monta?a misma: un pe?azo descomunal.
Pero la fe m¨¢s grande e incomprensible de todas es de ¨ªndole retrospectiva. ?Alguien de las alturas del PSOE crey¨® alguna vez, realmente, que Balb¨¢s era algo m¨¢s que un vivales movedizo? ?Y tuvo fe en la palabra de caballero del se?or Tamayo? ?Alguien, verdaderamente, confi¨® en la, con todos mis respetos, exclusivamente feminoide, que no femenina, expresi¨®n de astucia y burrez entremezcladas de la se?ora S¨¢ez?
Y ya que, al parecer, hubo responsables, ?alguien puede hacer algo realmente serio, aunque s¨®lo sea para que yo recupere la fe que, por ahora, s¨®lo mi perro sigue teniendo en ustedes?
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