Comisi¨®n irrelevante

Despu¨¦s de una semana de sesiones de la comisi¨®n que investiga en la Asamblea de Madrid el bloqueo institucional causado por la defecci¨®n de los diputados Eduardo Tamayo y Mar¨ªa Teresa S¨¢ez se acrecientan las dudas sobre su utilidad. No s¨®lo se trata de una comisi¨®n dominada por el PP, que tiene nulo inter¨¦s en aclarar una situaci¨®n de la que saca provecho pol¨ªtico, sino que, encima, est¨¢ ofreciendo un penoso espect¨¢culo sobre la pol¨ªtica y la vida interna de los partidos. Los madrile?os merecen una explicaci¨®n cre¨ªble de lo sucedido el 10 de junio en su Asamblea y no la tomadura de pelo de una comisi¨®n convertida en un mero tr¨¢mite, obligado de cara a la galer¨ªa pero absolutamente irrelevante.

De momento, es el Partido Socialista el que sufre el mayor desgaste en un escenario en el que juega en desventaja, no s¨®lo porque los causantes del desastre est¨¢n en su campo y sospecha que el m¨®vil hay que buscarlo en el campo del PP, sino porque este partido marca las reglas de la investigaci¨®n y restringe los medios de prueba. El PSOE ha conseguido al menos poner en entredicho los motivos alegados por los tr¨¢nsfugas para justificar su espantada -supuestos acuerdos internos de reparto de poder y "pactos secretos" sobre la entrega del posible Gobierno PSOE-IU de la Comunidad a "los comunistas"-, pero a cambio de poner al descubierto miserias pol¨ªticas y luchas internas en el seno de la Federaci¨®n Socialista Madrile?a.

Tamayo ha sido impelido a admitir que, como miembro de la Ejecutiva socialista de Madrid, estuvo al corriente de las listas y de la elaboraci¨®n del programa electoral y que no se interes¨® demasiado por las negociaciones iniciadas tras el 25 de mayo para la formaci¨®n del posible Gobierno PSOE-IU. Su coartada para justificar su incalificable actuaci¨®n ha quedado gravemente desvirtuada. Y el supuesto altruismo de sus m¨®viles se ha revelado como una pantalla tras la que poder ocultar motivaciones no tan inocentes.

La pregunta que queda en el aire tras su comparecencia es la siguiente: ?C¨®mo un partido puede tener en su seno, e incluso en puestos de relevancia, a quien s¨®lo parece interesar la pol¨ªtica como trampol¨ªn para medrar? Cabe hacerla tambi¨¦n en el caso de la diputada S¨¢ez y adquiere todo su sentido en el de Jos¨¦ Luis Balb¨¢s, supuesto jefe del grupo Renovadores por la Base al que pertenec¨ªan Tamayo y S¨¢ez. ?C¨®mo los socialistas de Madrid han podido convivir durante a?os con alguien que act¨²a dentro del partido como jefe de un grupo configurado como oficina de tr¨¢fico de influencias, que hace de ¨¢rbitro en las situaciones de crisis y se pone al servicio del mejor postor? El PSOE no puede mirar hacia otro lado o permanecer mudo ante la disecci¨®n de sus interioridades que han hecho personajes a los que ha cobijado durante a?os bajo sus siglas.

Pero la comisi¨®n ha dejado entrever, a pesar del rechazo del PP a las comparecencias m¨¢s comprometedoras, que los intereses urban¨ªsticos est¨¢n sobre todo en su campo. Las conexiones fluidas de Tamayo con el constructor del PP Francisco Bravo, y con el abogado pr¨®ximo a este partido Jos¨¦ Esteban Verdes, no han demostrado la existencia de la trama urban¨ªstica origen de la crisis seg¨²n el PSOE. Pero sigue siendo veros¨ªmil la hip¨®tesis de que esa conexi¨®n pol¨ªtico-inmobiliaria, transversal entre gentes del PSOE -Balb¨¢s y Tamayo- y del PP -Bravo, Verdes, Romero de Tejada-, estuviera interesada en mantener su statu quo frente al riesgo de un Gobierno PSOE-IU en la Comunidad de Madrid.

El silencio de los constructores Bravo y V¨¢zquez ante la comisi¨®n, a los que el portavoz del PP tuvo el gesto de muy dudoso gusto de pagarles el desaire con una felicitaci¨®n, y el veto del PP a comparecencias relacionadas con el ¨¢mbito inmobiliario, la ¨²ltima de ellas la de Sigfrido Herr¨¢ez, concejal de Vivienda en el Ayuntamiento de Madrid, son pruebas del escaso inter¨¦s de este partido en aclarar aspectos que le ata?en y forman parte del n¨²cleo de la investigaci¨®n.