PASIONES Y EXCESOS DEL PASADO CUBANO DE ANA?S NIN
Una escritora cubana, Wendy Guerra, ha investigado la agitada vida de la autora de 'Incesto' en La Habana al cumplirse 100 a?os de su nacimiento.
En la p¨¢gina web de la Fundaci¨®n Ana?s Nin, con sede en Los ?ngeles, se dice en su biograf¨ªa que la controvertida escritora de Fuego e Incesto fue hija del pianista y compositor catal¨¢n Joaqu¨ªn Nin Castellanos y de la cantante l¨ªrica Rosa Culmell, supuestamente danesa. Aunque algunas enciclopedias y diccionarios ilustrados corrigen este error y ubican el nacimiento de Nin Castellanos y de su esposa en La Habana, este equ¨ªvoco es revelador del desconocimiento que ha existido hasta ahora sobre el pasado cubano de Ana?s Nin y de sus v¨ªnculos con la isla.
Coincidiendo con el centenario de su nacimiento, la escritora cubana Wendy Guerra ha terminado una investigaci¨®n de cuatro a?os sobre el mundo de la escritora en la isla.
Seg¨²n Guerra, que publicar¨¢ pr¨®ximamente su investigaci¨®n como libro, Ana?s (Par¨ªs, 1903) se cas¨® en Cuba a los 20 a?os con un empleado de banca, el norteamericano Hugo Guiller, en la barriada habanera de Arroyo Naranjo el 3 de marzo de 1923. "El matrimonio fue arreglado por su t¨ªa Antolina Culmell, agotada por los esfuerzos de ayuda a su hermana Rosa y sus tres sobrinos despu¨¦s de que fueran abandonados por Joaqu¨ªn Nin para contraer nupcias con una de sus alumnas de piano".
Ana?s, que entonces viv¨ªa con su madre y sus hermanos en Nueva York, viaj¨® a La Habana para ser presentada en sociedad por su t¨ªa con el prop¨®sito de buscarle un marido rico. "Le presentaron varios candidatos, algunos de importantes familias de la sacarocracia criolla, pero ella rehus¨® tales compromisos. Estaba enamorada de Hugo Guiller, cuya familia no la aceptaba, pero al final impuso su fuerte car¨¢cter y logr¨® atraerlo hasta La Habana, donde se celebr¨® el matrimonio".
Ana?s Nin lleg¨® a Cuba por primera vez en 1905, coincidiendo con el nacimiento de su hermano Thorvald. Desde entonces, pas¨® periodos intermitentes entre La Habana y Europa, debido a las largas giras y conciertos de sus padres.
La investigaci¨®n de Wendy Guerra no abarca s¨®lo aspectos hist¨®ricos de la vida de Ana?s. Trata, adem¨¢s, de hasta qu¨¦ punto fueron importantes para ella los fantasmas cubanos, empezando por el de su padre, con quien tuvo una turbulenta y apasionada relaci¨®n amorosa. "Joaqu¨ªn Nin era cubano hasta la m¨¦dula. Era cautivador, bohemio y culto, tuvo numerosas amantes entre sus alumnas y admiradoras. Ana?s pas¨® toda su vida busc¨¢ndolo, influida y perseguida por ese patr¨®n masculino que la hechizaba".
Seg¨²n Guerra, en uno de sus diarios, al contar la experiencia con su amante peruano Gonzalo Mora, "observa que su propia sexualidad s¨®lo se ve colmada en los c¨¢nones latinos que ella hered¨® de su pasado cubano". Para realizar su libro, Posar desnuda en La Habana, Wendy Guerra se entrevist¨® con el viudo, el hermano y la sobrina de Ana?s, todos residentes en Estados Unidos. Tambi¨¦n contact¨® con bi¨®grafos, amigos y editores de la escritora. En la Universidad de California (UCLA) tuvo acceso a los diarios originales sin expurgar, y visit¨® las residencias de Ana?s en California, Nueva York y La Habana.
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