Itoiz
Con el reciente derribo de los pueblos de Itoiz y Orbaiz el Gobierno navarro est¨¢ consumando el mayor atentado ecol¨®gico de ¨²ltimos a?os en la comunidad. Tras Nagore le lleg¨® el turno a Itoiz, aut¨¦ntico feudo de resistencia a este pantano.
La pol¨ªtica de destrucci¨®n de pueblos no es de ahora. Desde que en la d¨¦cada de los 50-60 muchos pueblos cercanos a Agoiz fueran abandonados y su propiedad pasara a Diputaci¨®n, ¨¦sta lejos de preocuparse por su recuperaci¨®n y gestionar adecuadamente la riqueza ecol¨®gica que albergan. La dejadez y abandono de estos pueblos se acab¨® cuando personas deseosas de vivir en armon¨ªa con la Naturaleza se instalaron en sus deterioradas casas y las levantaron para vivir en ellas. A la experiencia consolidada de Lakabe se unen Arizkuren, Rala, Artanga, Aizkurgi, etc¨¦tera, en los ¨²ltimos a?os.
Ante los ojos de los que nos gobiernan estos intentos de recuperar estos pueblos ahogados en la dejadez no son sino signos de disidencia hacia el sistema imperante y por su situaci¨®n cercana a Itoiz, posibles focos de resistencia que conviene cortar de ra¨ªz. El Gobierno navarro ha convertido en escombros el patrimonio hist¨®rico de pueblos abandonados como Javerri, Zarikieta o Izanotz. Mientras, el Servicio de Patrimonio Hist¨®rico del Gobierno foral present¨® una querella contra unos j¨®venes que se instalaron en la iglesia de Aizkurgi acus¨¢ndoles de ocupaci¨®n ilegal y ataque al patrimonio.
Hace tres a?os, el cura de Urroz denunci¨® el derribo de la iglesia de Izanoz (pueblo derribado por Diputaci¨®n) para el que no hab¨ªan contado con su permiso ni con el del Arzobispado. Por si fuera poco, Diputaci¨®n concedi¨® un permiso a un particular para que utilizase la piedra de la iglesia derribada en la construcci¨®n de su casa en Mutilva. Estas actuaciones se realizaron sin el preceptivo permiso de Ardanatz, capital del Valle de Izagaondoa.
En Itoiz, como en el gigantesco embalse de China, sus habitantes son obligados a abandonar sus formas de vida y condenados al exilio. Su ¨²nico delito es interponerse a los oscuros intereses econ¨®micos que desde el comienzo han rodeado esta obra y actuar con firmeza rechazando las tentadoras compensaciones.
Habr¨¢ quien justifique la destrucci¨®n de estos pueblos en el sacrificio que "necesariamente" tienen que soportar ciertas zonas reducidas para contribuir al "progreso" general. Curiosa esta forma de solidaridad que pasa por anegar pueblos y valles de gran riqueza natural para incrementar el desarrollo econ¨®mico de zonas como el Levante espa?ol. ?Acaso es solidario despojarnos de nuestra agua para que la costa mediterr¨¢nea se beneficie o tal vez se deteriore (aumento de la especulaci¨®n, desarrollo desaforado) a costa de deprimir a¨²n m¨¢s zonas en franca regresi¨®n y con grandes problemas de supervivencia como ocurre en el Pirineo?
Aqu¨ª solidaridad con may¨²sculas la escriben los hombres y mujeres que resisten a esta irracionalidad de pantano, caso de la Coordinadora de Itoiz o, especialmente, Solidarios con Itoiz, aut¨¦ntico ejemplo de compromiso en la defensa de nuestra tierra. Con su brillante insolencia traducida en transparentes y pac¨ªficas acciones, adem¨¢s de plantar cara a la poderosa maquinaria destructora y represiva de nuestros mandatarios, suponen un revulsivo para todos aquellos que estamos en contra de esta obra letal y nos anima a seguir luchando.
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