Natzaret soporta 2.000 camiones al d¨ªa cinco a?os despu¨¦s del linchamiento de un conductor
Los vecinos protestan por el intenso tr¨¢fico, que constituye un peligro constante
Natzaret contin¨²a acosado por los camiones. Cinco a?os despu¨¦s del brutal linchamiento de un camionero que hab¨ªa atropellado accidentalmente a un ni?o, 2.000 veh¨ªculos pesados transitan diariamente por este barrio de Valencia. As¨ª lo denuncia Julio Molt¨®, portavoz de la Asociaci¨®n de Vecinos, manejando datos de las autoridades portuarias. Este trasiego de camiones viola los acuerdos firmados por el Ayuntamiento, seg¨²n el dirigente vecinal, que tambi¨¦n critica la negativa municipal a trasladar la f¨¢brica de aceite de soja instalada en el barrio, que emite humos "t¨®xicos".
"No es s¨®lo que no se impida el tr¨¢fico, sino que se invita a los camiones con una indicaci¨®n que hay en la nueva rotonda de acceso al puerto", arguye Molt¨®.
Es cierto. Una se?al situada justo enfrente de la torre del reloj advierte de que los camiones pueden circular por la avenida del Ingeniero Manuel Soto. Desde all¨ª, cruzando el puente de Astilleros, recorren libremente el camino de las Moreras y el del Canal.
El portavoz de la asociaci¨®n de vecinos describe la situaci¨®n como "insostenible", y subraya el absurdo de que los camiones atraviesen Natzaret cuando en su mayor¨ªa se dirigen a la V-30, para lo que pueden utilizar la carretera interna del puerto. Una de las explicaciones que baraja es que se trate de "una forma de presi¨®n de los transportistas para conseguir un acceso al puerto desde el norte". La asociaci¨®n vecinal present¨® una denuncia ante el S¨ªndic de Greuges, que la admiti¨®, sin que haya habido respuesta municipal.
Es el ¨²ltimo desplante de una cadena que se remonta a la construcci¨®n del acceso sur al puerto en 1986, que implic¨® la destrucci¨®n de la playa de Natzaret, y con ella, seg¨²n Molt¨®, la p¨¦rdida de la identidad del barrio mar¨ªtimo. Como compensaci¨®n, el alcalde socialista Ricard P¨¦rez Casado firm¨® un convenio en el que se prohib¨ªa el acceso de los camiones al casco urbano. "Se viol¨® aquel acuerdo como se han incumplido todos desde entonces", se?ala el portavoz.
No es el ¨²nico olvido que Molt¨® reprocha al Ayuntamiento. En su punto de mira est¨¢ tambi¨¦n la f¨¢brica de aceite de soja que sigue instalada en pleno barrio "pese a que el Ayuntamiento se comprometi¨® a adelantar su traslado en 1999". La f¨¢brica, construida en los sesenta, es una inmensa mole que se extiende desde la calle del Castell de Pop hasta la desembocadura del Turia. El humo que emiten sus chimeneas es amargo y dulz¨®n y, seg¨²n el portavoz vecinal, t¨®xico.
Este tipo de instalaciones est¨¢n obligadas por ley a situarse a un m¨ªnimo de 2.000 metros de n¨²cleos urbanos. En el caso de Natzaret, entre el complejo industrial y las primeras viviendas hay apenas 8 metros.
Amparo y Vicente Mu?oz, hermanos mellizos de 30 a?os, vivieron durante d¨¦cadas muy cerca del muro que rodea la f¨¢brica. Su antigua casa tiene un solo piso y una estructura que revela el pasado pescador de Natzaret.
"El barrio est¨¢ tan mal que a veces da verg¨¹enza decir que eres de aqu¨ª", dice Amparo y se?ala el estado ruinoso de algunas viviendas, la ausencia de asfalto, la suciedad. "Muchas veces hablamos del contraste que hay con la Ciudad de las Ciencias, que est¨¢ al lado, y en la que al ser una zona de ricos el Ayuntamiento se vuelca. En cambio aqu¨ª..."
La asociaci¨®n de vecinos tambi¨¦n denunci¨® esta situaci¨®n al S¨ªndic de Greuges, que la transmiti¨®, sin ¨¦xito, al gobierno municipal. Molt¨® se muestra especialmente indignado con uno de los argumentos utilizados por el Consistorio en su respuesta: "Dijeron que en el momento de construirla nadie present¨® alegaciones contra su ubicaci¨®n. ?Como si en el franquismo hubiese sido f¨¢cil presentar ese tipo de objeciones ciudadanas!"
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