La costilla de Ad¨¢n (versi¨®n 2033)
El fiscal Krauthammer se levant¨® y se dirigi¨® al jurado:
-Se?ores, en el transcurso de esta intensa y extensa vista oral ha quedado probado por encima de toda duda razonable que el acusado, el se?or Unbrike, aqu¨ª presente, rob¨® un contenedor entero de pastillas rem¨¦mbrex de un almac¨¦n secreto de la compa?¨ªa Zara Biotech. No necesito recordarles que esos almacenes estaban precintados por orden del Gobierno, y que las pastillas rem¨¦mbrex no tienen autorizaci¨®n de la Agencia del Medicamento, y por tanto son ilegales. Se ha probado tambi¨¦n que el se?or Unbrike consumi¨® esas pastillas, a raz¨®n de una diaria durante un a?o, al objeto de sacar unas oposiciones, y que gracias a eso consigui¨® el n¨²mero uno. Todo ello en detrimento del demandante, se?or Fern¨¢ndez-Gominas, que se vio relegado a un oprobioso n¨²mero dos que no merec¨ªa.
-Protesto -dijo al instante la abogada Caplan.
-Se acepta -dijo el juez-. Fiscal Krauthammer, deje que el jurado estime si el demandante merec¨ªa o no el n¨²mero dos.
-Disculpe, se?or juez. Se?ores del jurado, el acusado, se?or Unbrike, obr¨® de una manera injusta, toda vez que su rival, el se?or Fern¨¢ndez-Gominas, no tuvo acceso a las pastillas rem¨¦mbrex. Dir¨¦ m¨¢s: su actuaci¨®n no s¨®lo fue injusta, sino tambi¨¦n contraria al igualitarismo, puesto que las pastillas dotaron a Unbrike de una memoria privilegiada, superior a la media humana. Inventos farmacol¨®gicos como ¨¦ste son una lacra tecnol¨®gica que debe erradicarse antes de que agraven monstruosamente las desigualdades humanas y generen una fractura social infranqueable. Como ya se?alaran hace 30 a?os Leon Kass y Francis Fukuyama, la mejora tecnol¨®gica de las cualidades humanas es contraria a la naturaleza, y s¨®lo nos puede conducir a un futuro poshumano.
Con esa flor, Krauthammer dio la espalda al jurado y se encamin¨® a su asiento. En el trayecto se cruz¨® con la abogada Caplan, que deb¨ªa dirigirse ahora al jurado, y Krauthammer le susurr¨®:
-Ch¨²pate esa, costillita.
-C¨¢llate, futuro poshumano -le respondi¨® Caplan tambi¨¦n en un susurro, y despu¨¦s carraspe¨® y se encar¨® al jurado-. Se?oras y se?ores del jurado, el fiscal Krauthammer les ha hablado de hechos probados, y mi tarea ahora es derivar de ellos las conclusiones correctas, que no son las que ¨¦l pretende. Como saben, mi cliente, el se?or Unbrike, tiene una memoria muy escasa debido a su composici¨®n gen¨¦tica. Cuando el fiscal Krauthammer dice que mi cliente ha actuado de forma contraria al igualitarismo, ?debemos interpretar que, seg¨²n ¨¦l, los humanos estamos obligados a ser todos igual de tontos? ?O, para ser m¨¢s exactos, igual de tontos que mi cliente? ?Oh, vamos! A?ade el fiscal Krauthammer que las pastillas est¨¢n llamadas a agravar las desigualdades humanas, sin reparar en que el se?or Unbrike no s¨®lo ha sido siempre un desmemoriado, sino tambi¨¦n m¨¢s pobre que las ratas, y que si alguna oportunidad tiene ahora es gracias a la oposici¨®n ganada. ?Y qu¨¦ me dicen de que rem¨¦mbrex es contrario a la naturaleza! ?Bonito argumento en boca de quien depende de unas gafas de culo de vaso para ver m¨¢s all¨¢ de sus narices, se ti?e el pelo para disimular las canas, se forra de vitaminas para compensar su alergia a las verduras y jam¨¢s viaja a Europa por si all¨ª no tienen su antihemorroidal favorito!
Corten. Muy bien, costillita. La abogada ha sido representada por Katharine Hepburn, desde luego, pero el personaje es un homenaje a Arthur Caplan, director del Centro de Bio¨¦tica de la Universidad de Pensilvania y uno de los bio¨¦ticos m¨¢s prestigiosos del mundo. "No creo", ha escrito Caplan, "que los argumentos contra la mejora artificial del cerebro sean muy persuasivos. Yo mismo espero el d¨ªa en que mis amigos neurocient¨ªficos me ofrezcan una soluci¨®n". (The Scientist, 16, 21).
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