Un 'parto' de 23 a?os

Despu¨¦s de 23 a?os de provisionalidad, se ha abierto al fin el debate sobre la ley electoral catalana. Si los partidos cumplen sus promesas, en la pr¨®xima legislatura Catalu?a dejar¨¢ de ser la ¨²nica comunidad sin ley electoral propia. Poco a poco, los partidos van mostrando sus cartas para acabar con la anormalidad de que una disposici¨®n provisional del Estatuto de 1979 siga todav¨ªa vigente para convocar las elecciones auton¨®micas.

El pasado fin de semana, el conseller en cap y candidato de Converg¨¨ncia i Uni¨® (CiU) a la presidencia de la Generalitat, Artur Mas, anunci¨® que su propuesta incluir¨¢ un diputado por comarca y la divisi¨®n de Catalu?a en seis circunscripciones. La propuesta es a¨²n demasiado inconcreta para medir sus efectos ante unas elecciones, pero Mas ha hecho suya la filosof¨ªa de una propuesta impulsada en su d¨ªa por la Fundaci¨® Bofill, dirigida por Agust¨ª Bosch, profesor de la Universidad Aut¨®noma (UAB). Tambi¨¦n la Fundaci¨® Carles Pi Sunyer ha apadrinado recientemente una propuesta de sistema electoral, elaborada por Jaume Magra, de la Universidad de Barcelona (UB), y ?ngels Pont, de Vox P¨²blica.

La propuesta de CiU a¨²n no ha aclarado si todos los votos deben valer lo mismo

Catalu?a es la ¨²nica comunidad aut¨®noma que todav¨ªa no tiene una ley electoral propia

Ambas propuestas est¨¢n detalladas en el libro Reflexions al voltant de la llei electoral catalana, publicado recientemente por la Fundaci¨® Pi i Sunyer y el Instituto de Ciencias Pol¨ªticas y Sociales. Son, junto a la propuesta lanzada por el Partit dels Socialistes (PSC) a principios de este a?o, las principales propuestas articuladas ante un debate que, tras 23 a?os de espera, est¨¢ a punto de iniciarse.

Todas las elecciones al Parlament se han regido hasta ahora por una disposici¨®n transitoria del Estatut, previsto s¨®lo para los comicios de 1980. El sistema privilegia a las provincias de Girona, Lleida y Tarragona -donde CiU obtiene sus mejores resultados-, en detrimento de Barcelona, el feudo del PSC. En las ¨²ltimas elecciones, CiU consigui¨® m¨¢s esca?os que la plataforma encabezada por Pasqual Maragall, pese a sumar menos votos porque se impuso holgadamente en las tres circunscripciones sobrerrepresentadas. Pero las pr¨®ximas elecciones previsiblemente ser¨¢n las ¨²ltimas que se convocar¨¢n con este sistema. Tanto Maragall como Mas han prometido una ley electoral, como exige el Estatut. Los tres modelos articulados que por ahora est¨¢n sobre la mesa son los siguientes:

- Modelo alem¨¢n. El PSC basa su propuesta en una adaptaci¨®n casi calcada del modelo alem¨¢n, aunque rebajando al 3% el umbral m¨ªnimo para obtener esca?o. Habr¨ªa dos urnas: una para votar a un partido y otra para un candidato. La asignaci¨®n total de esca?os de cada partido se realizar¨ªa por un sistema proporcional tomando como base una circunscripci¨®n ¨²nica para toda Catalu?a, con lo que el voto de un ciudadano de Barcelona y uno de Lleida tendr¨ªa exactamente el mismo valor. Al mismo tiempo, la propuesta garantiza que cada comarca tenga un diputado, elegido por sistema mayoritario, con lo que los socialistas consideran que se asegura la representaci¨®n de todo el territorio.

- Fundaci¨® Pi i Sunyer. La propuesta de los polit¨®logos Jaume Magra y ?ngels Pont que ha apadrinado la Fundaci¨® Carles Pi i Sunyer trata de aunar en un mismo sistema la igualdad del voto de todos los ciudadanos -con independencia de que vivan en Barcelona o en Lleida-, con la garant¨ªa por ley de que todos los territorios estar¨¢n representados de forma m¨¢s reforzada que el sistema del PSC, que s¨®lo garantiza un diputado por comarca.

La asignaci¨®n de esca?os a cada partido se realizar¨ªa a trav¨¦s de una circunscripci¨®n ¨²nica. No obstante, los diputados concretos que cada formaci¨®n enviar¨ªa al Parlament depender¨ªa de sus propios resultados en el territorio. Los dos polit¨®logos proponen una f¨®rmula matem¨¢tica que relacione el porcentaje de cada partido con la superficie de las 13 regiones sugeridas y su poblaci¨®n. De esta forma se garantizar¨ªa que los diputados representar¨ªan a todo el territorio y no quedar¨ªan a merced de los aparatos que confeccionan las listas electorales o de los caciques locales.

- Fundaci¨® Jaume Bofill. En 1995 la Fundaci¨® Bofill propuso un sistema inspirado en el modelo alem¨¢n, pero dividiendo Catalu?a en cuatro circunscripciones. Su autor, el profesor Agust¨ª Bosch, hizo una actualizaci¨®n de su propuesta para el libro editado por la Fundaci¨® Pi i Sunyer de forma que ahora coincide con las l¨ªneas maestras anunciadas por Mas para la propuesta de CiU: un diputado por comarca y divisi¨®n de la comunidad en seis circunscripciones electorales. La clave, a¨²n no desvelada, es qu¨¦ peso electoral se propone para cada una de las circunscripciones. Antes debe despejarse una inc¨®gnita: si todos los votos deben valer lo mismo o si algunos territorios deben tener un plus en aras del reequilibrio territorial.