M¨¢s vale tarde

Despu¨¦s de a?os de negar la evidencia, el Gobierno de Sur¨¢frica ha decidido encarar la epidemia de sida que padece el pa¨ªs y poner en marcha un plan en el que se utilizar¨¢n distintos antivirales, tal y como recomienda desde hace a?os la Organizaci¨®n Mundial de la Salud sobre la base del conocimiento cient¨ªfico del que se dispone. Han tenido que pasar cuatro de los cinco a?os de mandato de que dispone Thabo Mbeki para que el presidente del pa¨ªs m¨¢s desarrollado de ?frica env¨ªe al desv¨¢n su peregrina idea de que el sida no lo causa un virus, sino que era consecuencia de la pobreza y la falta de higiene. La semana pasada, su ministra de Sanidad a¨²n se gan¨® los abucheos de los activistas contra el sida que se reunieron en Durban por sus recomendaciones diet¨¦ticas: para combatir la enfermedad recomend¨® que se comiera ajo, cebolla, aceite de oliva y patatas dulces de una variedad local.

Las cifras del sida en Sur¨¢frica son escalofriantes. El informe Mandela, del a?o 2002, basado en una encuesta en la que se contact¨® con m¨¢s de 13.500 personas, estableci¨® que el 11,7% de la poblaci¨®n estaba infectado por el virus. Aplicando ese porcentaje a los 43,8 millones de habitantes del pa¨ªs, resulta que cinco millones de surafricanos portan el VIH o est¨¢n ya enfermos de sida. Otro informe, en este caso del Ministerio de Sanidad, efectuado sobre muestras de sangre de 16.730 embarazadas, concluy¨® que el 25% de las mujeres en edad f¨¦rtil estaban infectadas el a?o 2001. Es tal la cantidad de portadores del VIH que la epidemia se ha estabilizado: mueren tantos enfermos de sida como nuevas personas se contagian. Hace poco m¨¢s de dos semanas, el Banco Mundial hizo sonar todas las alarmas al difundir un informe que vaticinaba un descenso del PIB del 50% en tres generaciones a causa de la epidemia.

Una vez que el Gobierno de Pretoria ha decidido combatir en serio la enfermedad, es el momento de los c¨¢lculos econ¨®micos. Un estudio encargado por una empresa con intereses en el pa¨ªs establece que el presupuesto destinado a sanidad tendr¨¢ que quintuplicarse para conseguirlo. El fondo creado por la ONU, as¨ª como diversas fundaciones, han anunciado su voluntad de colaborar. Pero, aun as¨ª, el esfuerzo a realizar es ingente. El Gobierno de Thabo Mbeki ha tardado demasiado tiempo en decidirse.