Cada vez m¨¢s selectivos

Los barceloneses son cada vez m¨¢s selectivos... en materia de basuras. Seleccionan, distinguen. Y no es que tengan grandes facilidades, pero a medida en que se les ofrecen posibilidades, responden casi con entusiasmo. Las cifras son muy claras: en el a?o 2000, el siglo pasado pero fresco en la memoria, los residuos reciclados por los barceloneses supon¨ªan el 10% del total de la basura generada en las casas y los comercios de la ciudad. En el a?o 2002, el ¨²ltimo del que se dispone de datos globales, ese porcentaje se hab¨ªa multiplicado hasta suponer el 25,5%.

Y no acaba ah¨ª la cosa. El a?o en curso sigue subiendo. La media para los seis primeros meses es del 29,6%, pero el mes de junio representaba el 33%. Es decir, por primera vez, un tercio de la porquer¨ªa es reciclado. Casi tres veces m¨¢s que hace s¨®lo cuatro a?os.

La mejora en la recogida selectiva de residuos es general en todos los ¨¢mbitos, que no son pocos. En el pasado, los domicilios ten¨ªan un cubo de la basura, la mayor parte de las veces sin ni siquiera bolsa. Del cubo iba al carro del basurero. Luego lleg¨® el bols¨®n y los contenedores de finca, redondos y que ten¨ªan que ser sacados a la calle cada noche. M¨¢s tarde, la separaci¨®n. Ahora hay casas en las que hay un espacio para la basura org¨¢nica y otro para la inorg¨¢nica, adem¨¢s de otros lugares donde depositar los envases de vidrio, los de pl¨¢stico, las latas y el papel y cart¨®n, que tambi¨¦n va aparte.

Esta participaci¨®n ciudadana supone un trabajo y un cierto sacrificio, porque las casas no han crecido y ha habido que reordenar los espacios para separar tanto residuo. Sin embargo, la colaboraci¨®n ha sido poco menos que ejemplar.

En el a?o 1998, Barcelona reciclaba 61.492 toneladas de basura. En el a?o 2002 esa cantidad hab¨ªa ascendido a 216.956 toneladas.

El papel y el cart¨®n recuperados sumaron casi 52.000 toneladas el pasado a?o, una cantidad muy lejos de las 16.000 toneladas de 1998. No ha experimentado el mismo incremento la recuperaci¨®n de vidrio. En 1998 sum¨® 12.398 toneladas y el a?o 2002 se cerr¨® con 18.143, y en los seis primeros meses de este a?o se han alcanzado ya las 10.135 toneladas.

Un caso especial es el de los muebles. El Ayuntamiento de Barcelona ofrece dos posibilidades para que los particulares se deshagan de armatostes de considerables dimensiones y peso. Una es la recogida directa en el propio domicilio, la otra es que el propio ciudadano lo lleve a un punto verde, donde se recicla.

Hay puntos verdes para toda la ciudad y otros en algunos barrios. Los puntos verdes no acogen desperdicios malolientes ni peligrosos. No obstante, lograr una ubicaci¨®n c¨¦ntrica no siempre resulta f¨¢cil, en parte por la oposici¨®n vecinal. Uno de los elementos que m¨¢s han contribuido a hacerlos asumibles ha sido el nuevo nombre, que despierta mucho menos temor que el que usa el Gobierno catal¨¢n: desecher¨ªa.

Los puntos verdes de la ciudad recogieron el pasado a?o objetos que suponen un peso global de 14.387 toneladas. Los muebles retirados en los propios domicilios sumaron, en cambio, 23.949 toneladas. En lo que va de a?o, las cifras muestran un incremento de las peticiones de retirada en domicilio y un estancamiento (con ascenso muy ligero) en los casos de los ciudadanos que llevan los objetos directamente a los puntos verdes.

Porcentualmente, los puntos verdes representan hoy el 7% de los residuos seleccionados, mientras que los muebles retirados directamente en el domicilio suponen el 11%. El mayor porcentaje corresponde al papel (24%) y le sigue la materia org¨¢nica (21%).

Desde el a?o pasado, gracias a la inauguraci¨®n del Ecopark, se recoge una parte de basura que se destina a la producci¨®n de metano y a su conversi¨®n en energ¨ªa el¨¦ctrica. Esta parte de residuo seleccionado es ya la tercera en porcentaje (21%). El vidrio supone el 8% y los envases siguen siendo la cenicienta, con el 4%.