El Camino de Santiago se colapsa
La afluencia estival de miles de peregrinos desborda las infraestructuras de acogida de la ruta Jacobea en Navarra
El Camino de Santiago est¨¢ colapsado. Un a?o m¨¢s, cientos de peregrinos abarrotan con la llegada del verano los albergues y refugios habilitados por instituciones y particulares en la ruta jacobea a su paso por Navarra, provocando molestias a los usuarios y quejas de algunos de sus responsables. Y ya hay quien recuerda que 2004 ser¨¢ un nuevo A?o Jacobeo, con el grado de atracci¨®n a?adida que ello significa.
Desde Luzaide-Valcarlos hasta su entrada en La Rioja, Navarra tiene una veintena de albergues y refugios especialmente dedicados a acoger a los caminantes hacia Santiago, pero el constante incremento de personas que transitan por la ruta ha vuelto a desbordar la capacidad de la red, cifrada en unas 900 camas en verano y 760 en invierno. El domingo 4 de agosto se recibi¨® una llamada en la Colegiata de Roncesvalles. Proced¨ªa de San Juan de Pie de Puerto, en el Pa¨ªs Vascofranc¨¦s y les advert¨ªan de que s¨®lo en esa jornada trescientas personas iban a iniciar el Camino en direcci¨®n a Roncesvalles, cuya capacidad de alojamiento es de 260 peregrinos en verano y 120 en invierno. Es s¨®lo un ejemplo de la masiva afluencia de caminantes que la ruta sigue provocando.
A principios de agosto de 2002 se hab¨ªan contabilizado a su paso por Navarra 17.900 peregrinos. Este a?o era ya de 18.500 en el mismo plazo y las cifras siguen aumentando. En Larrasoa?a decenas de peregrinos han tenido que dormir a la intemperie durante las ¨²ltimas semanas porque las treinta plazas de su albergue se saturan ya al mediod¨ªa. Hay colas en otros muchos. Hostales y pensiones privadas acaban acogiendo a quienes no tienen el humor de dormir en la calle o en el suelo.
Algunos responsables, como el prior de Roncesvalles, Jes¨²s Labiano, calculan que al final de 2003 habr¨¢n iniciado el camino en Navarra unas 35.000 personas (30.000 en 2002). Son personas mayoritariamente j¨®venes y de nacionalidad espa?ola, procedentes de Andaluc¨ªa, Catalu?a, Pa¨ªs Vasco, Madrid, Comunidad Valenciana y Castilla-Le¨®n, pero tambi¨¦n de muchos pa¨ªses extranjeros. En Roncesvalles destacan la necesidad de m¨¢s plazas de acogida en los periodos altos y de mejorar las condiciones de su estancia, para lo que la ayuda del Gobierno de Navarra se har¨ªa imprescindible, seg¨²n estas fuentes.
Cristina Arcaya, directora general de Turismo del Gobierno foral, est¨¢ de acuerdo en que la afluencia de caminantes exige una atenci¨®n p¨²blica destacada al Camino de Santiago, pero recuerda que los albergues de peregrinos no est¨¢n catalogados como establecimientos tur¨ªsticos, por lo que la Administraci¨®n foral no pueda intervenir en su gesti¨®n. "El Gobierno de Navarra dedica recursos permanentes a la mejora en la se?alizaci¨®n del camino, a la conservaci¨®n de su patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico y a la promoci¨®n publicitaria de la ruta, y tiene dispuestas, adem¨¢s, unos niveles de ayuda p¨²blica superiores para quienes creen infraestructuras tur¨ªsticas en esas zonas", indica Arcaya.
Pertenecientes a ayuntamientos y concejos, gestionados por comunidades y congregaciones religiosas, promovidos por la Asociaci¨®n de Amigos del Camino de Santiago o generados por iniciativa espont¨¢nea de particulares en sus propias casas, los albergues son locales donde no existe una tarifaci¨®n oficial de precios. Los usuarios pernoctan en ellos, hacen sus comidas y se asean a cambio de una d¨¢diva m¨¢s o menos regulada.
Las instituciones implicadas hacen esfuerzos por acomodarse a una demanda creciente. As¨ª, en Pamplona el recoleto albergue de la iglesia de San Saturnino, con apenas veinte plazas de capacidad, centro de llegada de los peregrinos durante el invierno, es sustituido por las instalaciones habilitadas en verano en la ikastola p¨²blica Amaiur, con m¨¢s de cien camas. El edificio Itzandegia de Roncesvalles fue adaptado hace tres meses para acoger cien literas, mientras que el albergue juvenil da cobijo a otros cuarenta caminantes diarios y otras 120 personas se distribuyen en bungal¨®s de ocho personas que tienen incluso aire acondicionado. A¨²n as¨ª se satura la infraestructura y todos los a?os hay que recurrir a las tiendas de campa?a habilitadas junto a los m¨®dulos de duchas y servicios. Los peregrinos tienen que dormir incluso en los pasillos.
Voluntarios de nacionalidad holandesa llegados a Roncesvalles se turnan cada dos o tres semanas para atender a los peregrinos. Pertenecen a una asociaci¨®n de 400 miembros con la que contact¨® el prior de la Colegiata.
Al margen de las pernoctaciones y del aseo, otro de los aspectos que preocupa es la atenci¨®n sanitaria de los caminantes. Este a?o varios peregrinos de edad avanzada fallecieron a consecuencia del fr¨ªo, la nieve y su mala salud durante el invierno, al margen de fatales accidentes de tr¨¢fico en las carreteras junto a las que transita el camino. La ruta entre Pamplona y Estella era el pasado domingo un continuo fluir de peregrinos a pie y en bicicleta. Los casi cuarenta grados de temperatura no amilanaron a ninguno. Llegan personas procedentes de Mozambique, Australia, Jap¨®n, Sur¨¢frica, M¨¦xico, Brasil, Canad¨¢ o Estados Unidos, adem¨¢s de las banderas del camino ya habituales como Alemania o Francia.
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