El gran urdidor

Sin en el trabajo incesante y oscuro de Carlos Fern¨¢ndez hoy puede que Isabel Garc¨ªa Marcos continuara en su puesto de portavoz del grupo socialista marbell¨ª y Juli¨¢n Mu?oz como alcalde. Fue este soltero de 35 a?os, licenciado en mercadotecnia por la Universidad Nacional de Educaci¨®n a Distancia, empresario de un negocio familiar de construcci¨®n con unos 200 subcontratados, quien le propuso por primera vez a Isabel Garc¨ªa Marcos, seg¨²n confiesa ella misma, dar el paso de la moci¨®n adelante.
Fue ¨¦l, Carlos Fern¨¢ndez, quien acudi¨® en julio a casa de ?ngeles Mu?oz, la portavoz marbell¨ª del PP, para instruirla en los bienes y parabienes de la moci¨®n. Fue ¨¦l quien convoc¨® en su propia casa la primera reuni¨®n donde por fin se iban a dar cita las tres partes del pacto que terminar¨ªa con la alcald¨ªa de Mu?oz. Y tambi¨¦n fue en su casa donde se negoci¨® hasta poco antes de las tres de la madrugada, hora en que hab¨ªa que salir hacia la notar¨ªa a sellar lo pactado.
Hace 13 d¨ªas a Carlos Fern¨¢ndez no lo conoc¨ªa casi nadie fuera de M¨¢laga. Desde el pasado 31 de agosto, su figura menuda, su voz en¨¦rgica, su sonrisa han empezado a colarse en casi todos los informativos de televisi¨®n. Y no parece que Fern¨¢ndez sea el tipo de persona que pueda caer deprimida por un exceso de popularidad.
Juli¨¢n Mu?oz le dijo ayer que a Fern¨¢ndez le mov¨ªan sus "supuestas tramas inmobiliarias" y su "af¨¢n de protagonismo". El sobrino de Mu?oz, ex concejal de Hacienda, remach¨® la faena espet¨¢ndole a Fern¨¢ndez: "Usted es capaz de vender o apu?alar a su madre por sus ambiciones".
Durante los 13 d¨ªas que discurrieron entre la firma de la moci¨®n y el nombramiento de la nueva alcaldesa, por la sede del Partido Andalucista (PA) desfilaron decenas y decenas de periodistas. Fern¨¢ndez siempre encontraba un momento para ellos. Repet¨ªa machaconamente, como si lo hubiese aprendido en alg¨²n manual de ciencias pol¨ªticas a distancia, los mensajes que quer¨ªan que calase en la sociedad: "Vamos a terminar con la depredaci¨®n del medio ambiente"; "El urbanismo estar¨¢ en manos de la Junta de Andaluc¨ªa". Y despu¨¦s, cuando el Partido Andalucista se opuso a la moci¨®n, us¨® un lenguaje aparentemente ambiguo. Le preguntaban qu¨¦ iba a votar el d¨ªa 13 y siempre contestaba: "Votar¨¦ lo mejor para Marbella"; "Nosotros estamos abiertos al di¨¢logo; si las direcciones de los partidos se ponen de acuerdo y ofrecen una soluci¨®n mejor...".
Parec¨ªa el maquinista de un tren que se dirigiese a toda m¨¢quina hacia la moci¨®n mientras canturreaba: "Si alguien ofrece una soluci¨®n mejor...". De vez en cuando alguien le recordaba que su partido, el PA, se opuso a la moci¨®n, y ¨¦l contestaba: "De aqu¨ª al d¨ªa 13 puede que el escenario pol¨ªtico haya cambiado", y mientras tanto segu¨ªa ech¨¢ndole le?a a la locomotora de la moci¨®n con sus acuerdos secretos, sus frases de "esto no se puede contar hasta despu¨¦s del d¨ªa 13...".
Fern¨¢ndez es una de esas personas que usan mucho el nombre de pila de su interlocutor nada m¨¢s conocerlo, al estilo de Dale Carnegie y su manual sobre c¨®mo hacer amigos. Le gusta controlar todos los detalles, no se deja gobernar por los c¨¢maras. A un compa?ero de televisi¨®n le advirti¨® la pasada semana de que hablando por tel¨¦fono no quer¨ªa salir, que, en cualquier caso, con un vaso de agua. Y cuando habla para la radio o la televisi¨®n, el acento andaluz del portavoz andalucista en Marbella adquiere un tono castellano, repleto de eses y sin haches aspiradas. Su madre, una mujer de sonrisa afable, est¨¢ presente en la mayor¨ªa de las entrevistas, y ¨¦l la mira cuando pronuncia alguna frase que considera significativa.
Hasta el pasado 31 de julio Fern¨¢ndez era uno de los personajes m¨¢s odiados por todos los miembros del GIL. Los gilistas saben que Carlitos, como le llaman muchos en Marbella, fue concejal del GIL desde 1991 hasta 1998, que Gil lo expuls¨® del partido acus¨¢ndolo de robar cientos de millones de pesetas de las arcas p¨²blicas como delegado de Deportes: y saben que Fern¨¢ndez declar¨® que la verdadera raz¨®n de su expulsi¨®n fue que se neg¨® a firmar documentos en blanco con el membrete del Ayuntamiento de Marbella. Fern¨¢ndez se pas¨® despu¨¦s al PA y consigui¨® en las ¨²ltimas elecciones 4.529 votos y tres concejales.
Ahora s¨®lo queda saber si Carlos Fern¨¢ndez actu¨® en connivencia con sus dirigentes del Partido Andalucista o si los enga?¨® hasta el ¨²ltimo momento, hasta el mismo d¨ªa 13, cuando ya era un clamor que Fern¨¢ndez votar¨ªa la moci¨®n a pesar de que el Partido Andalucista la hab¨ªa desautorizado.
En cualquier caso, Fern¨¢ndez es ahora, como ¨¦l mismo confiesa, el hombre m¨¢s feliz de Marbella.
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