Soy para Elche, ?y usted qu¨¦?
El autor sostiene que hasta los m¨¢s esc¨¦pticos si contemplan 'La Festa' asumir¨¢n como propio el Misteri
?Usted cree que la Virgen de la Asunci¨®n lleg¨® por el mar hasta la playa de Tamarit, en una fr¨ªa noche de diciembre, dentro de un arca cerrada a cal y canto, en la que una breve leyenda dec¨ªa: "Soc per a Elx"? Usted qu¨¦ va a creer, si no cree ni en que la copa de la liga de las estrellas llegue a la vitrina de su equipo, con una leyenda que diga: Soy para el Madr¨ª, para el Bar?a, para el Depor, para el Valencia, para el Atleti, o para qui¨¦n sabe qu¨¦ colores. Usted, amigo, no es m¨¢s que un esc¨¦ptico. Y sin embargo, hubo una ¨¦poca en que las V¨ªrgenes y otras divinidades, echaban mano al sextante y al comp¨¢s, trazaban el rumbo y navegaban en un alarde entre mariano, marinero y fabuloso. En un desembarco as¨ª, tan audaz como voluntarioso, se inici¨® la devoci¨®n de Elche por su Mare de D¨¦u. Y si usted, a pesar de tanto descreimiento, asisti¨® ayer al primer acto del Misteri, en la Bas¨ªlica de Santa Mar¨ªa de Elche, es muy probable, si no seguro, que hoy no se pierda el segundo y ¨²ltimo: La Festa.
Gaiet¨¢ Vidal i Valenciano, en base a la obra de finales del siglo XIX, El tr¨¢nsito y la Asunci¨®n de la Virgen, de Manuel Mil¨¢ i Fontanals, y refiri¨¦ndose a la misma, recuerda: "Aqu¨ª han dejado su se?al los reyes trovadores; por aqu¨ª ha pasado aquella raza piadosa y aventurera que recorr¨ªa el feudo de la Iglesia y peleaba por los albigenses; esta generaci¨®n es descendiente de aquella que impulsaba los carros triunfales de Santa Rosal¨ªa de Palermo y las Rocas del Corpus de Valencia; todo esto es movimiento irrefregable de la dinast¨ªa barcelonesa, aquella misma que iba a Roma a ser coronada de mano del Pont¨ªfice, y escoltaba en Bizancio las religiosas pompas de los emperadores de Oriente". Con estos antecedentes, mitad ¨¦picos, mitad devotos, no es extra?a la tunda entre los ap¨®stoles y los jud¨ªos, en este segundo acto o parte de la representaci¨®n lit¨²rgica.
El enfrentamiento se produce cuando los ap¨®stoles, despu¨¦s de cantar: Flor de virginal belleza / temple de humilitat / en la Santa Trinitat / fonch enclosa, e contesa / Pregam vos cos molt sagrat/ que de nostra parentat / vos acort tota vegada /quant sereu al cel puixada. Es entonces, cuando los jud¨ªos, con sus comentarios y desafueros, pretenden profanar el cuerpo de Mar¨ªa, y provocan a los ap¨®stoles y elegidos. Por ¨²ltimo, los perversos hebreos concluiran bautiz¨¢ndose y adorando, de rodillas, a la Virgen, en medio de tanta gloria. Ya todos juntos: ap¨®stoles y jud¨ªos conversos, toman en sus brazos a la Virgen y proceden a darle sepultura. Es entonces cuando nuevamente desciende la resc¨¦lica o araceli, para transportar a la "Mare de D¨¦u omnipotent", que ya no es el ni?o que la representaba en la funci¨®n, sino la imagen de la Virgen de la Ascensi¨®n, que se venera en Elche. En su vuelo definitivo a la c¨²pula, un tercer ingenio a¨¦reo, tripulado por la Sant¨ªsima Trinidad, saldr¨¢ a su encuentro, para coronarla. Impresionante.
Gaspar Ja¨¦n i Urban, en su obra Llibre de la Festa d'Elx describe esta escena as¨ª: "Llevanta-us, Reina excel.lent, alceu-vos, Mare Meua, Coloma Meua, Taverna de la Gl¨°ria, Vas de la Meua Vida, Temple celestial (...). Y la Resc¨¦lica era "l?artefacte que portava a la Mare de D¨¦u a bon port, entre un aire amena?at de serps voladores i diables emplomats". Termina, con el d¨ªa, el segundo acto del Misteri, de un Misteri de asombros y fulgores. Una joya. Usted tambi¨¦n ser¨¢ ya para Elche, para su Misteri, para ese patrimonio oral e inmaterial que ahora es de toda la humanidad. Usted incluido, faltar¨ªa m¨¢s.
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