El Festival de Cine donostiarra recorre el Magreb a trav¨¦s de 30 pel¨ªculas

En Europa apenas se conoce el cine que se realiza en Argelia, Marruecos y T¨²nez, a pesar de que son pa¨ªses vecinos y de que algunos de sus m¨¢s destacados realizadores del momento se han curtido en el continente. El Festival Internacional de Cine de San Sebasti¨¢n aportar¨¢, entre el 18 y el 27 de septiembre, su grano de arena para cubrir este vac¨ªo: proyectar¨¢ una selecci¨®n de 30 de las pel¨ªculas m¨¢s significativas producidas en el Magreb.

El ciclo, titulado Amigos y Vecinos, supone una nueva invitaci¨®n que lanza el certamen al p¨²blico para que descubra producciones cinematogr¨¢ficas que dif¨ªcilmente pueden verse en las salas comerciales. Su propuesta abarca d¨¦cadas de creaci¨®n, desde los cl¨¢sicos de la zona, como Mohamed Lakhdar-Hamina, con su El viento de los Aur¨¦s (1966), hasta las pel¨ªculas de j¨®venes realizadores, muy comprometidos con su realidad social.

El certamen realiza con este ciclo un recorrido de tres paradas. Primero se detiene en Argelia y en sus novedades cinematogr¨¢ficas con la proyecci¨®n de t¨ªtulos como El sol asesinado (2003), una pel¨ªcula de Abdelkrim Bahloul sobre las peripecias de un escritor homosexual que profundiza en las consecuencias de la independencia y el intento de arabizaci¨®n del pa¨ªs.

La cinta, que se presentar¨¢ en el pr¨®ximo Festival de Venecia, compartir¨¢ protagonismo con otros t¨ªtulos clave del cine argelino m¨¢s reciente: Rachida (2002), de Yamina Bachir, una pel¨ªcula sobre el drama del terrorismo; Vivir en el para¨ªso (1998), de Bourlem Guerdjou, acerca de la emigraci¨®n laboral a Francia, o Mujeres que esperan (2001), agria denuncia de Naguel Belouad sobre la tradicional opresi¨®n femenina.

Realidad social

La preocupaciones plasmadas en las producciones argelinas, se repiten en la cinematograf¨ªa marroqu¨ª. El festival donostiarra pasar¨¢ Fronteras (2001), una reflexi¨®n de Mostefa Djadjam sobre la emigraci¨®n en pateras; Una puerta en el cielo (1988), pel¨ªcula en la que la cineasta Farida Benlyazid habla de la modernizaci¨®n de su pa¨ªs o Un minuto de sol de menos (2002), de Nabil Ayouch, un t¨ªtulo sobre la corrupci¨®n a¨²n prohibido en el pa¨ªs por sus expl¨ªcitas secuencias de sexo. Tambi¨¦n se podr¨¢ ver Mil meses, el primer largometraje del actor Faouzi Bensaidi, exhibido en la ¨²ltima edici¨®n del Festival de Cannes.

En esta revisi¨®n del cine magrebi el certamen no pod¨ªa dejar de lado las aportaciones de los realizadores tunecinos. Entre otras, figurar¨¢n las propuestas de F¨¦rid Boughedir, que obtuvo un sonado ¨¦xito internacional con su largometraje Halfaouine y ahora presenta el documental C¨¢mara ?rabe. Junto a esta cinta se proyectar¨¢ el cl¨¢sico Los balizadores del desierto, de Nacer Khemir y otras cintas comprometidas con la situaci¨®n actual de la mujer, como Aziza, de Abdellatif Ben Ammar (1980), o Sat¨¦n rojo, de Raja Amari (2002).