El 'rap' en espa?ol encuentra su sitio y rima contra el sistema
Su poes¨ªa est¨¢ ya en las listas de discos m¨¢s vendidos. Tienen sellos especializados y un p¨²blico mayoritariamente joven. 'Raperos' con un lenguaje propio, como Mala Rodr¨ªguez, Mucho Muchacho o Junior, dan rabia, rebeld¨ªa y calidad al fen¨®meno.
Han tenido que pasar m¨¢s de diez a?os para que el hip hop en espa?ol encuentre su propio sonido. Sus protagonistas son chicos salidos de los barrios de las grandes ciudades, especialmente Madrid, Barcelona y Sevilla, y lo habitual es que sus rimas sean poco complacientes con el sistema e inciten a la resistencia. Para expresarse, en un g¨¦nero que basa sus propuestas en su capacidad para narrar historias bajo un ritmo a base de programaciones sincopadas, cuentan con sellos especializados y han empezado a vender cantidades considerables de discos. Lujo ib¨¦rico, el deb¨² discogr¨¢fico de Mala Rodr¨ªguez, despach¨® m¨¢s de 40.000 copias. Su caso no es una excepci¨®n en un mercado en el que ya han puesto su mirada las multinacionales. Carlos de la Pe?a, director de la divisi¨®n de m¨²sica local y latina de Universal, confirma que el rap es la tendencia del momento. "Cada generaci¨®n tiene sus propios h¨¦roes y muchos de los adolescentes buscan referentes como Linkin Park o Eminem", aclara.
La explosi¨®n se justifica por la capacidad de los artistas para contar historias plagadas de referencias callejeras
Para el pr¨®ximo oto?o, Universal prepara el lanzamiento de la segunda parte de Laboratorio hip hop. La primera parte, un disco doble con el que se estren¨® el sello La China R¨¦cords, ofrec¨ªa una muestra del rap que se hace en Espa?a e inclu¨ªa temas de Mala Rodr¨ªguez, Falsa Alarma, Frank T y Santa Flow, entre otros. La mayor parte de estos MC (de Masters of Ceremony, como se denomina a los int¨¦rpretes de hip hop) ultima discos en solitario.
Para De la Pe?a, la explosi¨®n de este g¨¦nero nacido en los barrios bajos de Nueva York en los a?os setenta entre la comunidad afroamericana, se justifica por la capacidad de los artistas para contar historias plagadas de referencias callejeras, pero capaces de conjugar la poes¨ªa con la rebeld¨ªa y la inteligencia. Arianna Puello, Violadores del Verso, 7 Notas 7 Colores y El Club de los Poetas Violentos empezaron a dise?ar el camino.
Mucho Muchacho, de 27 a?os, uno de los artistas en alza, nacido en El Prat (Barcelona), sostiene que ya se puede hablar de la globalizaci¨®n del hip hop, aunque cada comunidad conserve sus propias se?as locales. Lo suyo suena funk, pero Mucho Muchacho reconoce que el flamenco se decanta como uno de los sonidos de referencia de muchos de los nuevos artistas. Al frente de 7 Notas 7 Colores, este MC fue pionero en dotar al hip hop de una chuler¨ªa no conocida hasta entonces. Ahora, con su primer disco en solitario, se ha aupado como uno de los artistas de referencia. Act¨²a como disc-jockey en diferentes locales de la ciudad. "El hip hop en Barcelona se est¨¢ materializando ahora en los clubes, donde antes s¨®lo sonaba el house, el tecno y la marcha". Como ejecutivo de su propia discogr¨¢fica, conoce todos los trucos del "marketing callejero", pero reconoce su falta de medios e infraestructuras para distribuir 20.000 discos.
Mucho Muchacho cree que tras el fen¨®meno hiphopero tambi¨¦n hay un componente de moda. De hecho, firmas como Gucci o Dolce & Gabanna parecen inspirarse en este universo urbano para el dise?o de nuevas prendas. Los B Boy (abreviatura de Bad Boy y nombre por el que se conoce a los que est¨¢n en la onda hiphopera) ya han salido del gueto. "El hip hop es lo m¨¢s sano que existe. Hay mucha contestaci¨®n pol¨ªtica y es cierto que nos gusta el hach¨ªs, pero los graffiti y el break dance son rollos creativos", a?ade. La realidad es que aqu¨ª apenas se consume crack y los enfrentamientos a tiro limpio entre bandas, que caracterizan a este g¨¦nero en EE UU, nada tienen que ver con Espa?a.
Con un sonido completamente diferente, Junior, un malague?o de 24 a?os, ha irrumpido en las listas de discos m¨¢s vendidos con su primer disco, El pr¨ªncipe de los gatos. Junior huye de las etiquetas, pero reconoce que su sonido navega entre el rap y el flamenco. Trabaja como actor en la serie Un paso
adelante, ha preparado la coreograf¨ªa de la gira de Upa Dance y el tiempo que le queda libre lo dedica a componer rimas.
Lleva a Triana, el barrio sevillano donde pas¨® su infancia, por bandera y sus canciones reflejan su "propia realidad". "La gente est¨¢ harta de tanto artista sacado de casting y prefiere apostar por cosas m¨¢s cercanas", aclara. Su padre, bailaor, le ense?¨® a escuchar todo tipo de m¨²sica, aunque sus gustos personales se hayan acabado decantando por la fusi¨®n que inauguraron grupos como Pata Negra, Ketama, y m¨¢s recientemente Diego el Cigala. El rap de Junior ha sido bien acogido entre los puristas. Las cr¨ªticas, dice, le han llegado m¨¢s por el lado de los hiphoperos. "Me han dicho que lo m¨ªo es el chacho
rap, pero estoy dispuesto a aguantar el chaparr¨®n porque realmente hago lo que me gusta".
El fen¨®meno ha crecido con la misma fuerza en la mayor parte de los pa¨ªses latinos. Latin hop!, un recopilatorio con 18 cortes en los que se puede escuchar rap con ritmo de son, mariachi o samba, acaba de salir en el mercado espa?ol. Entre raperos cubanos, argentinos, venezolanos, brasile?os o colombianos, brilla con luz propia La Excepci¨®n, un combo del barrio madrile?o de Pan Bendito, con un tema, Amos
chacho, que ya suena en todas las emisoras.
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