El fusible
Bush dijo que el Gran Apag¨®n no era un atentado: pero no lo sab¨ªa. No se sabe todav¨ªa qu¨¦ pas¨® para que Nueva York, Detroit y grandes centros urbanos de Estados Unidos se quedaran sin electricidad. Con la vieja costumbre del dictado (ciudadano de una dictadura: periodista que escribe al dictado) recuerdo que cuando hay un accidente se dice que es un atentado, y cuando hay un atentado se disfraza de accidente. Tiene la l¨®gica del oscurantismo: el accidente se oculta para negar que las cosas funcionan mal, que la t¨¦cnica y el material son escasos y que los hombres se distraen: se acusa al guerrillero y se puede hacer una buena redada. El atentado, en cambio, se oculta para no confesar que hay enemigos armados y feroces. Las dos mentiras se equilibran y sale un t¨¦rmino medio de verdades desajustadas. Es un principio de la gobernaci¨®n psicol¨®gica, de la "inteligencia", que proclama su astucia inventando algo. Reconocer la verdad no es trabajo por el que se pueda cobrar. En la guerra psicol¨®gica, la marioneta Bush trabaja mucho para crear el miedo: grandes sucesos pueden ocurrir, terribles personajes pueden matar y destruir. Forma parte de las razones por las cuales se tienen presos como si no fueran hombres -el terrorista no es un hombre- y se acribilla a los hijos de Sadam, y se ense?an sus cad¨¢veres ensangrentados y luego arreglados por especialistas de funeraria. Pero lo importante es tener a las poblaciones en un pu?o, suprimir viejas libertades y cambiar el vocabulario democr¨¢tico para que la dictadura no tenga el nombre que merece. Se crea el miedo a condici¨®n de que no haya razones profundas para tenerlo: a m¨ª me contaban el cuento del lobo cuando no hab¨ªa m¨¢s lobo que uno encerrado en el zoo del Retiro. Pero si pasa una tragedia como ¨¦sta hay que disipar inmediatamente el miedo: ser¨ªa reconocer su verdadera fuerza, su capacidad para atacar la esencia de la naci¨®n, que es la electricidad, y predisponer a la histeria.
Si el pa¨ªs, despu¨¦s de la terrible escenificaci¨®n de las Torres Gemelas, sabe que burdos talib¨¢n puede dejarle a oscuras, el miedo ser¨ªa real, y no s¨®lo un acuerdo entre caballeros -pueblo y Gobierno-, y se producir¨ªa la cat¨¢strofe. ?Era s¨®lo un fusible! Ah, no es lo mismo fusi¨®n que fisi¨®n, saben ustedes. No pod¨ªa ser una central nuclear: ni un terrorista. Quiz¨¢ algo que pas¨® en Canad¨¢, donde son m¨¢s torpes.
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