El director de Sanidad de Francia dimite por la elevada mortandad durante la ola de calor
El Gobierno reconoce que 5.000 personas han perdido la vida por las altas temperaturas
La can¨ªcula se ha cobrado su primera v¨ªctima pol¨ªtica. Despu¨¦s de que el ministro franc¨¦s de Sanidad, Jean-Fran?ois Mattei, admitiese como "veros¨ªmil" la cifra de 5.000 muertos a causa del calor -un d¨ªa antes hablaba a¨²n de entre 1.600 y 3.000-, el director general de Sanidad, Lucien Abenha?m, present¨® ayer su dimisi¨®n. El ministro la acept¨® al mismo tiempo que evocaba su "competencia" y "sentido de Estado". El ministro de Sanidad reconoc¨ªa tambi¨¦n que sus servicios no estaban preparados para recabar toda la informaci¨®n necesaria.
El director general de Sanidad se quej¨® de ser v¨ªctima de "una pol¨¦mica entre pol¨ªticos", se present¨® como el "chivo expiatorio" de una situaci¨®n de crisis. Abenha?m hab¨ªa sido nombrado para el cargo por el anterior Gobierno, socialista, en 1989. Para el Partido Socialista, la dimisi¨®n "pone de relieve que hubo errores y carencias en la gesti¨®n de las consecuencias de la can¨ªcula".
La antigua responsable de la Secretar¨ªa de Estado para la Tercera Edad, la tambi¨¦n socialista Paulette Guinchard Kunstler, fue m¨¢s concreta: "Por mi cabeza pasa todo lo que el actual Gobierno ha desmontado, desde el plan de financiaci¨®n plurianual destinado a aumentar el personal para las residencias de ancianos a la subvenci¨®n destinada a las personas con movilidad reducida". El primer concepto perdi¨®, con la llegada del Gobierno conservador, un tercio de sus recursos, mientras que, por el segundo concepto, la cantidad existente ha pasado de 900 a 80 millones de euros.
Con la dimisi¨®n de Abenha?m el Ejecutivo intenta cerrar la crisis. El ministro ha querido centrar la ineficacia gubernamental en un problema de falta de informaci¨®n asegurando que "ahora tengo la ¨ªntima convicci¨®n de que no hemos dispuesto de los datos y de las se?ales de alerta de las que hubi¨¦ramos debido disponer". Seg¨²n Mettei, "hemos hecho lo que hab¨ªa que hacer, pero no estoy convencido de que nos hayan alertado a tiempo".
Cuantificar el drama de los fallecido a causa de la can¨ªcula no es f¨¢cil. En principio, y desde un punto de vista estrictamente m¨¦dico, s¨®lo las personas que ingresaban en el hospital con m¨¢s de 40,5? deber¨ªan ser consideradas como v¨ªctimas de la ola de calor. Pero un porcentaje de ellas fue localizado en sus domicilios cuando ya llevaban horas o d¨ªas muertas, y en los hospitales la atenci¨®n m¨¦dica de urgencia sirvi¨® a veces para que el fallecimiento fuera catalogado como un mero "paro cardiaco".
Dentro de un mes ser¨¢ posible comparar las cifras de mortalidad de agosto de 2003 con las de 2002 o de a?os anteriores. De momento, s¨®lo se dispone de los datos suministrados por los servicios de urgencias hospitalarias -que no tratan a todos los enfermos o agonizantes- y de los proporcionados por los servicios de pompas f¨²nebres. Y esos datos alertaban ya a las autoridades, a partir del 7 agosto -el llamado plan blanco no se activ¨® en Par¨ªs hasta el 13 de agosto y en el resto de Francia el d¨ªa 14- de que estaban ante un desastre sanitario de gran magnitud. Tres d¨ªas antes, a trav¨¦s de la televisi¨®n, los m¨¦dicos de urgencias ya hab¨ªan revelado que sus servicios estaban desbordados.
El Instituto de Vigilancia Sanitaria, que hubiera debido advertir a la Direcci¨®n General de Sanidad del aumento de mortandad, no pudo o no supo hacerlo, pues, seg¨²n su director, Gilles Brucker, "no disponemos de un sistema de recogida permanente de informaci¨®n de datos sanitarios vinculada a las variaciones clim¨¢ticas".
Una buena parte del drama puede explicarse a partir del espectro sociol¨®gico de la poblaci¨®n francesa, de su r¨¢pido envejecimiento. Al menos cuatro millones y medio de ciudadanos han cumplido ya los 75 a?os y un 83% de ellos viven en sus domicilios. De ellos, un 80% recibe ayuda de sus hijos o nietos. La estad¨ªstica asegura que un 33% de esos ancianos viven en solitario, y eso les hace especialmente fr¨¢giles a epidemias de gripe o can¨ªcula, si es que ese ¨²ltimo concepto se adapta a la idea de "epidemia".
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