El Gobierno italiano proh¨ªbe por decreto a los equipos recurrir a la justicia ordinaria
El calcio mueve monta?as. S¨®lo as¨ª se comprende que el primer ministro italiano, el magnate Silvio Berlusconi, haya tenido que interrumpir sus vacaciones en Cerde?a para poner orden en el campeonato m¨¢s enloquecido del mundo. Gracias a su intervenci¨®n personal, el Consejo de Ministros aprob¨® ayer un extra?o decreto que impedir¨¢ en el futuro a los clubes recurrir a la Justicia ordinaria para resolver asuntos deportivos. Al mismo tiempo, la federaci¨®n nacional acept¨® ampliar el n¨²mero de los equipos que juegan en la Segunda Divisi¨®n para incluir a varios que hab¨ªan descendido y fueron readmitidos ya por los tribunales ante sus recursos por diferentes causas.
El decreto salva-calcio, rebautizado como anti-TAR, en referencia a los Tribunales Administrativos Regionales, permitir¨¢, seg¨²n los m¨¢s optimistas, que la Liga se inicie con normalidad el pr¨®ximo d¨ªa 31, algo que habr¨ªa sido imposible sin la draconiana medida porque, desde el final de la pasada, el calcio hab¨ªa entrado en una espiral que daba a los tribunales civiles la ¨²ltima palabra incluso sobre los ascensos y los descensos. El Gobierno ha vetado ahora ese camino, al menos mientras la justicia deportiva no se haya pronunciado, caso en el que s¨®lo el TAR del Lacio ser¨¢ competente.
La rebeld¨ªa del Catania
La paz llega tras la revoluci¨®n desatada por un club de la Segunda Divisi¨®n, el Catania, que recurri¨® ante los tribunales de Sicilia su descenso a Tercera alegando, entre otras razones, alineaciones indebidas en alg¨²n rival. El asunto fue un reactivo gigantesco que empuj¨® a otros en parecida situaci¨®n a ir tambi¨¦n a los jueces regionales, que les dieron la raz¨®n.
La mara?a de recursos y contrarrecursos destap¨® comportamientos turbios en el calcio. Se descubri¨®, por ejemplo, que al menos dos equipos, el Roma, de la Primera Divisi¨®n, y el N¨¢poles, de la Segunda, han conseguido ser inscritos en el campeonato 2003-04 gracias a avales bancarios falsos. As¨ª las cosas, y mientras los directivos de las entidades afectadas aseguraban haber sido enga?ados por la financiera intermediaria SBC, la justicia colocaba al Catania en Segunda a costa del N¨¢poles.
El terror se apoder¨® entonces de pol¨ªticos locales y autoridades deportivas. Unos y otras tem¨ªan lo peor. Es decir, imaginaban ya a los tifosi napolitanos quemando la ciudad. Ello fue lo que decidi¨® al Gobierno a intervenir.
La soluci¨®n ha sido un compromiso a la italiana. Por un lado, se impide a los equipos recurrir a los tribunales, pero, al mismo tiempo, se aceptan las sentencias ya pronunciadas, de forma que el Catania se quedar¨¢ en Segunda, pero no en detrimento del N¨¢poles. ?La soluci¨®n? Ampliar el n¨²mero de los equipos de la Serie B, que pasar¨¢ de 20 a una cifra no precisada entre los 21 y los 24. Otro tanto podr¨ªa ocurrir en Primera, ya que el Atalanta reclama el puesto del Roma, admitido ilegalmente en el torneo.
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