Tierra de nadie
La generaci¨®n del peruano Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) creci¨® en una ¨¦poca de bombas, violencia y apagones de luz, y en ese paisaje tuvo que atravesar esa tierra de nadie que es la adolescencia, para entrar en ese otro mundo, el de los adultos, lleno tambi¨¦n, figurada o realmente, de violencia y apagones (de ilusiones, de deseos, de sue?os). De esa traves¨ªa por el desierto, de ese paso de la infancia y la adolescencia al mundo de los mayores, trata esta colecci¨®n de relatos, 10 historias que tienen otros tantos rostros, nombres que podr¨ªan leerse como otros tantos cap¨ªtulos de una novela de iniciaci¨®n, la de alguien que, desde los diez a los veinte a?os, va ascendiendo, relato a relato, en esa escalera que le lleva o le hunde en el mundo de los adultos, un mundo con sus secretos, sus mezquindades y sus inevitables cad¨¢veres olvidados en el almario o disimulados bajo la alfombra.
CRECER ES UN OFICIO TRISTE
Santiago Roncagliolo
El Cobre. Barcelona, 2003
148 p¨¢ginas. 13 euros
Roncagliolo, un muy intere
sante nombre a a?adir a la muy prometedora cosecha actual de escritores latinoamericanos que amenazan -sin connotaci¨®n peyorativa, qued¨¦monos con la fuerza expresiva del verbo- con desbordarnos con un nuevo y estimulante pos-boom-boom de allende los mares, ha escrito, lo confiesa, una novela generacional; y ¨¦sta es una primera virtud del libro, que no haya s¨®lo una voz, la del autor, que sucumbe ante el peso autobiogr¨¢fico. Por el contrario, en Crecer es un oficio triste hay muchas voces, casi tantas como cuentos; hay muchas miradas, casi tantas como historias. Est¨¢, primero, en uno de los mejores relatos del libro, La rumbera, el mundo de los adultos con sus silencios y mezquindades visto por un ni?o peque?o, que se est¨¢ preparando para la traves¨ªa. Ante ¨¦l, t¨ªos y t¨ªas, padres separados, todo un conjunto, ¨¦ste, de minas que hay que sortear y en medio, o al fondo, un faro, una gu¨ªa con la que orientarse: esa abuela, ese amor no olvidado, ese disco antiguo y esa canci¨®n, La rumbera. Luego el ni?o va haci¨¦ndose hombre(cillo) y descubrir¨¢ la fratr¨ªa de los amigos, los primeros escarceos amorosos, las primeras comprobaciones del deseo satisfecho, las primeras decepciones, las primeras piezas cobradas o los primeros peajes que hay que pagar -muchos de esos adolescentes aprenden pronto y se comportan como hombres, con sus violencias, silencios, mezquindades-. Es ¨¦sta una colecci¨®n de relatos de un muy alto nivel, que no tiene grandes contrastes, as¨ª que como es inevitable, ocup¨¢ndonos de cuentos, citar algunos, yo destacar¨ªa dos historias, perfectas, duras y tiernas, que tienen como protagonistas a un padre y un hijo (Hospital y Vacaciones en el Hyatt), y destacar¨ªa, por su ambig¨¹edad, el excelente Lucas y los colores de la nieve. No es esto lo primero que publica Roncagliolo, pero este lector quiere saber m¨¢s cosas de ¨¦l, no perderle la pista.
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