Berlusconi y Schr?der sellan su reconciliaci¨®n en un acto conjunto
Los l¨ªderes italiano y alem¨¢n respaldan el actual proyecto de Constituci¨®n de la UE
Casi dos meses despu¨¦s del pol¨¦mico estreno de Silvio Berlusconi como presidente de turno de la UE -por el incidente con el eurodiputado alem¨¢n Martin Schultz, al que compar¨® a un capo nazi-, Italia y Alemania firmaron ayer la paz en Verona. Berlusconi y el canciller Gerhard Schr?der se estrecharon la mano varias veces, y sonrieron ante las c¨¢maras, en una conferencia de prensa conjunta que, bien podr¨ªa ser llamada, la de la reconciliaci¨®n.
Los dos dirigentes trataron temas bilaterales, dieron un repaso a la situaci¨®n internacional y se mostraron de acuerdo en mantener el calendario fijado para lograr que la Constituci¨®n europea se apruebe en Roma en la primavera de 2004, retocando lo menos posible el borrador aprobado.
"El Gobierno italiano y el alem¨¢n no han firmado la paz porque no se hab¨ªan declarado la guerra", dijo Berlusconi ante los periodistas. Schr?der -que a ra¨ªz del incidente y de las posteriores declaraciones de un viceministro de la Liga Norte cancel¨® sus vacaciones en Italia- se vio obligado a reconocer que hubo "algunos momentos de irritaci¨®n, que no han afectado a las relaciones entre Alemania e Italia ni a las relaciones personales con Berlusconi". "Eso es todo", dijo.
Alemania es el principal destino de las exportaciones italianas en la UE, por no hablar de los millones de turistas alemanes que visitan todos los a?os Italia. La concordia alcanzada ayer pas¨® por un momento de incertidumbre el viernes por la noche, cuando Berlusconi cancel¨® su asistencia al estreno de Carmen, en la Arena de Verona, donde le esperaban, en el palco de honor, el propio Schr?der y el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi.
El primer ministro italiano excus¨® su presencia s¨®lo un par de horas antes del momento fijado para su llegada a la ciudad, dejando boquiabiertos a sus anfitriones. Berlusconi asegur¨® que fue el ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, sobre la base de informes de los servicios secretos, el que le desaconsej¨® acudir a la ¨®pera de Verona. Seg¨²n Il Cavaliere, la "izquierda antidemocr¨¢tica" le hab¨ªa preparado una encerrona, que se hubiera saldado probablemente con abucheos que hubieran obligado a cancelar la representaci¨®n.
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