Exhibicionistas en el pantado de Ullibarri

Desde principios de julio voy a tomar el sol al pantano de Ullibarri-Gamboa al igual que muchas otras mujeres. En algunas zonas hay personas que practican el nudismo, cosa que no hago pero respeto. Sin embargo, con esta excusa ha estado yendo todo este tiempo un chico que, si nos atenemos a la definici¨®n que la RAE hace del t¨¦rmino exhibicionismo (perversi¨®n consistente en el impulso a mostrar los ¨®rganos genitales), se le puede considerar exhibicionista; de los que se pasean en bolas delante de las mujeres cuando no hay hombres a la vista y se esconden cuando alguno aparece. Hasta ahora siempre se pon¨ªa lejos, pero el lunes, d¨ªa 18, se hab¨ªa quedado donde suelo estar habitualmente con otra compa?era, as¨ª que, para evitarlo, nos cambiamos a otro lugar m¨¢s pr¨®ximo al puesto de los socorristas y a un ciclista que se hab¨ªa parado para darse un ba?o. Cuando ¨¦ste se fue, el exhibicionista se acerc¨® a una chica (hab¨ªa dos) que tomaba el sol y cuando volvi¨® a su sitio sac¨® un catalejo, se puso a mirar el horizonte y se fue a nadar. Al volver, como lleg¨® una pareja, y ¨¦l se visti¨® y se fue.

El martes estaba nuevamente en el mismo lugar, tambi¨¦n estaban las dos chicas y un matrimonio mayor. Tras pasearse en bolas alrededor de las chicas y mirar por el catalejo, se fue a nadar. Cuando volvi¨® la se?ora le llam¨® "cerdo", a lo que el exhibicionista respondi¨® poni¨¦ndose delante de ella para sacarse "el agua de los o¨ªdos". Fue entonces cuando el matrimonio y mi compa?era acudieron al puesto de los socorristas, que le llamaron la atenci¨®n y se fue.

M¨¢s tarde, al comentar con otras chicas lo que hab¨ªa pasado, result¨® que el hecho se queda corto en comparaci¨®n con lo que es algo habitual en el pantano de Ullibarri. Algunas de las mujeres hab¨ªan tenido que cambiarse a la zona donde est¨¢bamos porque m¨¢s lejos suelen ir hombres -hasta cuatro, dos de ellos habituales de otros a?os- que, cuando ven a mujeres solas, se acercan y se masturban. Al igual que a las dem¨¢s, al final no le qued¨® otra opci¨®n que irse a tomar el sol a otro sitio m¨¢s inc¨®modo y peor para el ba?o.

Informamos a los socorristas y nos dijeron que no ten¨ªan noticia de que eso estaba pasando y que ignoraban el procedimiento a seguir en estos casos, as¨ª que decid¨ª informarme. El 20 de agosto llam¨¦ a Emakunde, donde me dijeron que la asesora jur¨ªdica estaba de vacaciones y que llamara al Servicio Municipal de Igualdad (del Ayuntamiento de Gasteiz), desde donde, al estar tambi¨¦n de vacaciones, me remitieron a la Polic¨ªa Municipal, al 092. Dado que a este n¨²mero no se puede llamar desde Guip¨²zcoa, fui a Gasteiz, a la Comisar¨ªa de la Ertzaintza. All¨ª me dijo un agente, tras consultarlo telef¨®nicamente, que el exhibicionista puede estar desnudo, pasearse, ponerse delante de cualquiera e incluso mirarte por el catalejo. En lo que a los masturbadores se refiere, la Ertzaintza estaba m¨¢s interesada, pero me indicaron que para intervenir hab¨ªa que denunciar el hecho en el 112 en el mismo momento de producirse y que en cinco minutos se presentar¨ª¨¢ una patrulla para identificarle y despu¨¦s poder denunciarle.

Si este es el procedimiento, ?se extra?a alguien de que no haya denuncias? No puedo menos que sentirme segura, adem¨¢s de orgullosa, de las instituciones que se ocupan de velar por la libertad de las mujeres. Es un decir.