Berlusconi quiere retrasar 5 a?os la jubilaci¨®n anticipada en Italia
Dura respuesta sindical, mientras los aliados pol¨ªticos piden tiempo
La pol¨¦mica sobre la urgencia o no de retrasar la edad para acceder a una jubilaci¨®n anticipada regres¨® ayer con nueva virulencia a la escena pol¨ªtica italiana, alentada por el primer ministro, Silvio Berlusconi. En v¨ªsperas del regreso al trabajo, tras las vacaciones de agosto, Il Cavaliere advirti¨® de que ser¨¢ necesario retrasar la edad de las prejubilaciones (ahora en 57 a?os), al menos cinco a?os. "S¨¦ que Alianza Nacional y, sobre todo, la Liga Norte, no est¨¢n de acuerdo, pero les convencer¨¦", declar¨® Berlusconi al diario de derechas Libero. Palabras que provocaron la protesta inmediata de los sindicatos, que advirtieron de posibles movilizaciones.
El primer ministro desempolv¨® los mismos argumentos que llevaron al titular de Econom¨ªa, Giulio Tremonti, a afrontar la cuesti¨®n de la reforma de las prejubilaciones el pasado mes de julio. Un pa¨ªs al borde de la recesi¨®n econ¨®mica como Italia no puede afrontar por m¨¢s tiempo los costes de un sistema de pensiones que absorbe en este momento el 14,32% del producto interior bruto (PIB).
La idea de Tremonti era retrasar la edad de prejubilaci¨®n de los actuales 57 a los 60 a?os. Berlusconi fue m¨¢s dr¨¢stico al hablar de un aumento de la edad reglamentaria en cinco a?os. Consciente de la rotunda oposici¨®n del l¨ªder de la Liga Norte, Umberto Bossi, a cualquier retoque de las jubilaciones anticipadas, Berlusconi se ofreci¨® como garante del proyecto.
Lo malo es que la oposici¨®n a un endurecimiento de la legislaci¨®n en esta materia es compartida por las tres principales confederaciones sindicales italianas (CGIL, CISL, UIL). El l¨ªder de CISL, Savino Pezzotta, uno de los interlocutores m¨¢s moderados del actual Gobierno, rechaz¨® ayer rotundamente esta hip¨®tesis y acus¨® a Berlusconi de crear p¨¢nico entre los trabajadores.
Incentivar a los trabajadores
Por su parte, el ministro de Trabajo, Roberto Maroni, de la Liga Norte, se mostr¨® de acuerdo con Il Cavaliere, en l¨ªnea de principio, pero subray¨® que los cambios deben operarse con el consenso de los trabajadores, es decir, recurriendo a los incentivos para que permanezcan en su puesto y no penalizando a los que lo abandonan. Ignacio La Russa, coordinador de Alianza Nacional, otro de los partidos que integran la coalici¨®n de Gobierno, advirti¨® a Berlusconi de que cambios de esta envergadura no se abordan en 15 d¨ªas.
El Gobierno de Silvio Berlusconi aprob¨® hace m¨¢s de un a?o una ley para afrontar los retoques necesarios en el Estado de bienestar, pero el texto se ha quedado viejo antes de recibir la luz verde del Parlamento. De acuerdo con los par¨¢metros fijados por dicha ley, para mantener la actual cobertura de pensiones, en un pa¨ªs con uno de los ¨ªndices de natalidad m¨¢s bajos de Europa, era necesario un crecimiento econ¨®mico anual del 2,2% del PIB durante una d¨¦cada. Algo que no se cumpli¨® ni remotamente en 2002, cuando Italia creci¨® apenas un 0,6%, ni se cumplir¨¢ este a?o, sobre el que planea la sombra de la recesi¨®n, despu¨¦s del crecimiento negativo registrado en los dos primeros trimestres.
En estas circunstancias, el coste de las prejubilaciones ser¨¢ muy pronto insostenible para la Hacienda p¨²blica, probablemente antes de 2030, considerado como el a?o en el que podr¨ªa estallar la bomba de las pensiones. El sistema italiano, sumamente generoso, cre¨® una masa de jubilados de oro, gente que pudo retirarse apenas cumplidos los 50 a?os, recibiendo el 80% del ¨²ltimo salario percibido, gracias a haber cotizado 35 a?os a la Seguridad Social.
La reforma Dini [Lamberto Dini, ex primer ministro], de 1995, modific¨® ligeramente esta situaci¨®n, endureciendo los requisitos para la prejubilaci¨®n de forma gradual. En la actualidad, la edad m¨ªnima para optar en Italia a la prejubilaci¨®n son los 57 a?os, con 35 de cotizaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.