Maragall y Madrid

?Era necesaria una segunda entrega (EL PA?S, 25 de agosto, "Catalunya y Espanya (a pesar de Aznar)") del panfleto antimadrile?o, Madrid se ha ido, del se?or Maragall, recientemente publicado por ustedes (11 de julio)? ?Se debe tal circunstancia ins¨®lita -que un ex alcalde de Barcelona y candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, usando y abusando de confusas sin¨¦cdoques, vuelva a arremeter torticeramente, en las p¨¢ginas de su diario, contra ese engendro de males que para ¨¦l es Madrid ("con su arrabal de Marbella incluido", un chapucero toque de actualidad amarillista con que se adorna ahora el autor)- a que en las altas esferas del poder en la sombra del PSOE han sonado wagnerianamente las alarmas ante la ¨²ltima y disparatada, nacionalista y medieval maragallada, y, deprisa y corriendo, se ha procedido a aconsejar y propiciar que el propio Maragall echara az¨²car sobre su bodrio de "pluralismo" trasnochado y de aspiraciones imperialistas con que nos ha amenizado este caluroso verano?

Tengo para m¨ª que, puestos a aconsejar explicaciones, se le deber¨ªa haber indicado al se?or Maragall que, si se considera socialista, antes de hablar de ejes socioecon¨®micos, desarrollos en redes regionales multinacionales, persecuci¨®n desmesurada de riqueza y poder por parte de Madrid, etc¨¦tera, se estudiara con detalle el Anuario Econ¨®mico 2003 de La Caixa. Puede que entonces entendiera por qu¨¦, en Andaluc¨ªa, Murcia y Extremadura, por ejemplo, que tienen un 60% menos de renta que Navarra, Pa¨ªs Vasco, Baleares, Catalu?a y Madrid, sus veleidosas y elitistas propuestas de imperialismo econ¨®mico catal¨¢n (disfrazado de intereses comunes, ejes, redes, polos y dem¨¢s zarandajas topol¨®gicas) no hayan ca¨ªdo muy bien que digamos.