Abstenci¨®n

Los datos, dice CNN+, por su subdirectora de informativos, indican que las elecciones del Madrid C¨®mico tendr¨¢n mucha abstenci¨®n: ha quedado mal el PSOE en la Asamblea por su incapacidad para probar el robo de que fue v¨ªctima (este matiz es m¨ªo) y el PP por sus renuencias a que la investigaci¨®n fuese amplia, y sobre todo por la picaresca figura de su secretario general, Romero de Tejada. Y por Beteta. Se deduce que gentes que hayan votado a uno de los dos partidos no repetir¨¢n. Tengo otro punto de vista: creo que los dem¨®cratas no van a votar porque ya les han robado una vez su ilusi¨®n infantil de que la urna es sagrada, y que la derecha tendr¨¢ m¨¢s inter¨¦s porque les importa un viejo r¨¢bano la democracia. El personaje dominante en la dictadura es el se?or de horca y cuchillo; el se?or de la democracia es el ladronzuelo, astuto, compraventa de suelo y de tr¨¢nsfugas, maniobrero; y capaz de tener la fuerza del insulto m¨¢s agrio, la amenaza m¨¢s exagerada, la denuncia del delito que no hay: l¨¦ase el discurso de Aznar y, despu¨¦s, t¨®mese en whisky para recordar. No creo que todos est¨¦n de acuerdo en esta contraposici¨®n de derecha e izquierda, pero lo digo continuamente. La izquierda es so?adora; es ut¨®pica pero consigue sus utop¨ªas -el bienestar de hoy es resultado de la lucha izquierdista antigua-; es ideol¨®gica, es un poco tonta desde que existe el mundo bushiano y sharoniano de nuestros d¨ªas. La derecha deja toda su espiritualidad a la religi¨®n, y es materialista: el dinero, las armas. La estructura humana en forma de pir¨¢mide. Lo suyo. No hablo concretamente de partidos, sino de personas que se adscriben a estas maneras de ser. Uno de los datos m¨¢s interesantes para reconocer a la derecha, que suele ocultar esta filiaci¨®n, es o¨ªrles que ya no hay izquierda ni derecha: creen que s¨®lo hay derecha. Alguno dice: "Yo, que en el fondo soy de izquierdas...": fuera, fuera: tiene que serlo en la superficie: o no serlo. Por eso creo que en las elecciones madrile?as, veremos en las otras, los dem¨®cratas reales no querr¨¢n votar y los falsos, s¨ª. Cuidado.

(Madrid C¨®mico: revista de s¨¢tira pol¨ªtica de finales del XIX: la degradaci¨®n actual era ya mon¨¢rquica. La fund¨® Sinesio Delgado: se olvid¨® su nombre, se le dio a una callejuela campestre, y hoy es famoso por los carteles de su desviaci¨®n en una autopista. Pero nadie sabe qui¨¦n fue).