El gran duelo
Los desaf¨ªos personales de El Guerruj y Bekele se cruzan en la prueba de los 5.000 metros
El 5.000 es un territorio mestizo en el que se cruzan, habitualmente rebotados del 1.500, damnificados de una prueba que exige cantidad de kil¨®metros y calidad de marcas por cada 400 metros y tipos r¨¢pidos del 10.000 que intentan explotar en la distancia menor su calidad. El 5.000 ser¨¢ tambi¨¦n el domingo el territorio en el que se crucen los dos mejores atletas de Par¨ªs 2003, el territorio en el que Kenenisa Bekele, campe¨®n de los 10.000 metros, aceptar¨¢ el guante lanzado por Hicham el Guerruj, el rey del 1.500 desde hace seis a?os. Ser¨¢ el gran duelo de los Mundiales. "Ser¨¢ duro pelear contra todos los et¨ªopes, pero os prometo un gran espect¨¢culo", anuncia El Guerruj.
Ni 24 horas hab¨ªan pasado desde su est¨¢tico cuarto t¨ªtulo mundial en el 1.500 cuando El Guerruj volvi¨® a calzar sus puntas y sali¨® a competir de nuevo a la pista, verdadero estajanovista de la zancada y del rendimiento. "Lo hago por diversi¨®n, para ver d¨®nde estoy", dijo, como quien no quiere la cosa, de su nuevo objetivo, el que comenz¨® a trabajarse ayer con una semifinal que le sirvi¨® de recuperaci¨®n-calentamiento-preparaci¨®n: convertirse tambi¨¦n en campe¨®n del mundo de los 5.000 metros. Ning¨²n atleta ha intentado este doblete, un desaf¨ªo a la l¨®gica fisiol¨®gica, en una competici¨®n de rango mundial desde el finland¨¦s Paavo Nurmi en 1924, en los Juegos Ol¨ªmpicos de Par¨ªs, cuando el atletismo era cosa de amorosos aficionados.
El marroqu¨ª no tiene ¨ªdolos; tiene unas piernas, un coraz¨®n y unos pulmones; y fe
El et¨ªope fue en 2001, en 48 horas, campe¨®n mundial j¨²nior de cross y subcampe¨®n s¨¦nior
Kenenisa Bekele, el joven et¨ªope que destron¨® a su viejo compatriota Haile Gebrselasie como rey del fondo en la magn¨ªfica final del domingo pasado, tambi¨¦n volvi¨® a calzarse las puntas. Su intento de doblete no ser¨¢ tan original ni tan il¨®gico. Sigue la estela ol¨ªmpica del checo Emil Zatopek, del finland¨¦s Lasse Viren y del et¨ªope Mirus Yifter, el hombre que ha inspirado a la nueva generaci¨®n de et¨ªopes, el ¨ªdolo de Gebrselassie, quien intent¨® el doblete sin conseguirlo -oro en 10.000 y plata en 5.000- hace diez a?os, en los Mundiales de Stuttgart, de la misma manera que Gebrselassie es el ¨ªdolo de Bekele.
El Guerruj no tiene ¨ªdolos. El Guerruj tiene unas piernas y un coraz¨®n y unos pulmones. Y una fe. "Dios a unos les da talento para la m¨²sica, a otros para las artes, a otros para la escritura o el pensamiento", suele decir; "a m¨ª me lo ha dado para correr mucho y muy deprisa, y ser¨ªa un insulto a Dios no trabajar al m¨¢ximo este talento". En su retiro de Ifrane, en el Atlas, una peque?a estaci¨®n tur¨ªstica en la monta?a, especie de pueblo suizo en el coraz¨®n de Marruecos, a 40 kil¨®metros de serpenteante carretera desde Fez, entre cedros centenarios, El Guerruj se entrena desde hace a?os. Corre e invita a correr a atletas de todo el mundo. Quiere que todos participen en su amor por la carrera a pie, en la lucha cotidiana contra las ganas de dejarlo todo, en sus relaciones ¨ªntimas con el sufrimiento. Corre desde hace a?os y, cuando los entrenadores extranjeros conocen sus cargas de trabajo, la cantidad de kil¨®metros que recorre todas las semanas, todos se echan las manos a la cabeza. C¨®mo es posible, se preguntan. Son m¨¦todos no exportables concebidos por su entrenador, Abdelkader Kada, quien ya hace cuatro a?os, en la recta final de la preparaci¨®n para los Juegos de Sidney 2000, confesaba que hab¨ªa muy poca diferencia entre el volumen de kil¨®metros que le preparaba a El Guerruj con el entrenamiento normal de un corredor de 5.000 metros.
Con todas las sesiones pantagru¨¦licas, El Guerruj ha adquirido una velocidad de crucero ¨²nica, un ritmo que le permite masacrar a la competencia en el 1.500 sin necesidad de tener velocidad final, sin necesidad de unos 200 ¨²ltimos metros demoledores. Sin embargo, aquella final de Sidney la perdi¨® El Guerruj ante un atleta m¨¢s r¨¢pido que ¨¦l, ante un talento keniano llamado Ngeny, tan genial como inconstante, que se perdi¨® despu¨¦s para el atletismo. Pero no volvi¨® a perder m¨¢s carreras del 1.500 y la milla (1609 metros), distancias a las que ha conducido a unos territorios imposibles para los dem¨¢s. A 3m 26s, el 1.500; a 3m 43,13s, la milla. Son unos l¨ªmites incre¨ªbles que el propio El Guerruj, aislado en su superioridad, sin ning¨²n atleta capaz de empujarle m¨¢s all¨¢, ha vuelto a frecuentar. Desde 1996, desde la final de Atlanta, en la que tropez¨® al toque de la campana y abri¨® el paso al triunfo de Morcelli, El Guerruj ha disputado 78 carreras del 1.500 o la milla. Ha ganado 75.
Entrando en el desaf¨ªo del 5.000, sin embargo, el marroqu¨ª, al que s¨®lo le falta ser campe¨®n ol¨ªmpico, entra en un territorio casi desconocido. Pese a todos sus entrenamientos de fondista, pese a toda su calidad, El Guerruj s¨®lo ha corrido dos veces el 5.000 en alta competici¨®n. La primera vez fue hace 11 a?os, cuando consigui¨® la medalla de bronce en los Mundiales j¨²niores con 13m 46,79s. La segunda fue hace dos meses y medio, el 12 de junio, en Ostrava. Tampoco gan¨® esa carrera pese a terminarla con la s¨¦ptima mejor marca de todos los tiempos: 12m 50,24s. Quien le derrot¨®, sin embargo, no estar¨¢ en la final del domingo. Es, ni m¨¢s ni menos, Stephen Cherono, keniano por entonces y conocido como Saif Said Shaheen desde poco despu¨¦s, desde que se hizo ciudadano de Qatar, bajo cuya bandera gan¨® el lunes el oro en los 3.000 obst¨¢culos.
Para Bekele, quien se confes¨® ayer "algo cansado" despu¨¦s de su serie -una semifinal en la que el conquense Juan Carlos de la Ossa logr¨® un inesperado pase a la final-, tanto el terreno del 5.000 como el intento del doblete son zonas conocidas. Su revelaci¨®n mundial lleg¨® adem¨¢s con una haza?a de ese estilo. En 2001, en el plazo de 48 horas, se proclam¨® subcampe¨®n mundial s¨¦nior de cross corto y campe¨®n mundial j¨²nior de cross. Ten¨ªa 18 a?os. Al a?o siguiente hizo el doblete entre los mayores: el s¨¢bado, cross corto; el domingo, largo. Era el primer atleta en lograrlo. Y lo mismo s¨¢bado-domingo, largo-corto, oro-oro, en 2003 pese a que gran parte del verano de 2002 lo pas¨® alejado de la pista por una lesi¨®n del tend¨®n de Aquiles.
Este verano el tal¨®n no le molest¨®. Primero logr¨® una primera victoria sobre Gebrselassie en junio. Despu¨¦s se lanz¨® a mejorar su marca de 5.000 metros. Ha corrido tres veces la distancia. La primera vez que lo hizo baj¨® m¨¢s de 20 segundos su mejor marca personal al ganar la reuni¨®n de Oslo: 12m 52,26s. Luego, en Roma, sufri¨® una dolorosa derrota ante el keniano Abraham Chebii, quien se erigir¨¢ en ¨¢rbitro del gran duelo: ¨¦l no repite carrera.
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