No hay consuelo en el arte
Xavier Albert¨ª lleva al teatro en Barcelona y en Madrid 'Maestros antiguos', novela en la que Thomas Bernhard cuestiona algunos c¨¢nones de la cultura europea.
Desde hace a?os, d¨ªa s¨ª, d¨ªa no, Reger, cr¨ªtico musical de The Times, se sienta en el banco que hay en la sala Bordone del Kunsthistorisches Museum de Viena, delante de El hombre de la barba blanca, de Tintoretto. All¨ª reflexiona, lee a Voltaire, escribe sus art¨ªculos, moldea las ideas del vigilante de la sala a imagen y semejanza de las suyas y se entrevista con Atzbacher, su amigo, su ¨²nico amigo. En Mestres antics (Maestros antiguos), versi¨®n esc¨¦nica de la novela Alter Meister, de Thomas Bernhard, que el director y adaptador Xavier Albert¨ª estrena la semana pr¨®xima en el Teatre Romea de Barcelona, Reger habla de m¨²sica, de pintura, de la relaci¨®n de amor-odio que mantiene con el arte y de su modo de estar en el mundo: "Fui a parar al arte", dice el cr¨ªtico de ficci¨®n, "para escapar de la vida".
?sta es la primera vez que Maestros antiguos se lleva al teatro en Espa?a. "Es uno de los textos de Bernhard que m¨¢s a menudo sube a los escenarios. Conozco las versiones de Hamburgo (en la que cuatro actores se intercambiaban los tres papeles de la funci¨®n), del Deutsches Theater de Berl¨ªn (estaba m¨¢s cerca de la proclama filos¨®fica que de la comedia) y del Kammerspiele, de M¨²nich, pero mi adaptaci¨®n sigue su propio camino", explica Albert¨ª antes de un ensayo. Sus int¨¦rpretes, Carles Canut (Reger), Boris Ruiz (Atzbacher) y Mingo R¨¤fols (Irrsigler, el vigilante) se reparten como buenos hermanos el inmenso soliloquio de la novela original, reducido aqu¨ª a hora y media de representaci¨®n. "Bernhard explora en esta obra formas sutiles de desplazamiento del yo narrador. Quien habla todo el tiempo es Reger, por boca de Atzbacher, pero al final, en la ¨²ltima p¨¢gina, hay una frase en la que tras la coletilla 'dijo Reger', se a?ade 'y escribe Atzbacher', con lo cual el papel de narrador se desliza del protagonista al propio Bernhard, que es en el fondo quien habla. La verborrea incesante de ese gran artista de la exageraci¨®n que es Reger se entreteje en una estructura de suspense a lo Hitchcock".
En Maestros antiguos, Reger/Bernhard arremete contra profesores e historiadores del arte, contra Mahler ("con ¨¦l la m¨²sica austriaca ha alcanzado su punto m¨¢s bajo absoluto, la m¨¢s pura cursiler¨ªa"), Beethoven ("un personaje del todo repulsivo", "incluso su m¨²sica de c¨¢mara" tiene algo "que recuerda la estupidez de la m¨²sica militar"), Durero ("protonazi", "coloca la naturaleza en la tela y la asesina"), contra los artistas en general ("el arte se dirige siempre a los todopoderosos, se aparta del mundo"), los int¨¦rpretes ("no hay nada m¨¢s rid¨ªculo que un cantante de lieder con frac, plantado junto al piano") y la industria discogr¨¢fica, "que es quien lleva a las personas (...) en direcci¨®n a la ruina". Dice Albert¨ª: "Hacia la mitad de la novela hay un cambio de t¨¦cnica narrativa. La primera parte sucede en un tiempo metaf¨®rico, y Bernhard reflexiona sobre el arte, los pol¨ªticos, el Estado, y los vapulea; en la segunda, que sucede en un tiempo preciso, habla de cosas m¨¢s f¨ªsicas -la comida, los retretes de Viena-, y las vapulea tambi¨¦n: lo divertido de esta obra es que da a un v¨¢ter el mismo valor que a la obra de Mozart. Bernhard forma parte de una generaci¨®n muy importante de autores -la de Pasolini, Pinter y Bond- que han intentado poner sobre el escenario la locura del mundo. Pero no pienso que ¨¦l se crea sus propias diatribas. Las usa como ant¨ªdotos, para que la gente aprenda a pensar por s¨ª misma. Cuando ataca a Mahler, no ataca tanto al m¨²sico como a la moda Mahler. El suyo no es un discurso mesi¨¢nico: m¨¢s que aniquilar una figura o un referente, propicia una reflexi¨®n global".
?sta es la segunda obra del autor austriaco que Albert¨ª lleva a escena, y ya tiene en cartera la tercera para el a?o pr¨®ximo, Theater Machen (El teatrero), con Llu¨ªs Homar en el papel de Bruscon: "Las montar¨ªa todas. Bernhard es un virus que Herv¨¦ Guivert comparaba al del sida: cuando te pica, te pica para siempre". Si nada se tuerce, Maestros antiguos se va a representar en Madrid en diciembre, en una sala habilitada por el Centro Dram¨¢tico Nacional en la antigua cafeter¨ªa del teatro Mar¨ªa Guerrero. No ser¨¢ el ¨²nico bernhard de la temporada. Ernesto Caballero prepara El ignorante y el demente, con Chete Lera en el papel que Bruno Ganz interpret¨® en Salzburgo.
Mestres antics. Teatre Romea. Barcelona, del 5 al 26 de septiembre.
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